viernes, 31 de octubre de 2014

¿South Park es una serie regañona?







La serie más irreverente, la más polémica de los últimos 10 años es una muestra de la frescura y de los estímulos que buscan las personas, de que necesitamos energía y juventud en la comedia. Ideas que fluyan y a las cuales seguir. 

Matt Stone y Trey Parker son un ejemplo de ello: siempre trabajando vertiginosamente, buscando referencias, reinterpretando problemas y juntando elementos característicos para construir situaciones hilarantes. 

Lo cierto es que en mi opinión (y tomando una muestra de episodios considerables), la serie tiene un discurso un poco regañón: aunque señala problemas y responsables de estos problemas, creo que lo hace con cierto tono moralista. 

Me baso en episodios cuyos protagonistas son, a mi parecer los pilares de la serie. Hablo por supuesto de Erick Cartman y de Butters. También hay algunas ideas que me parecen persistentes dentro de la serie: como el respeto a las diferencias y las ideas para la crianza de los hijos. 

Me baso también en el razonamiento de que a menudo los más liberales y abiertos representantes de algún pensamiento son, al mismo tiempo, los más conservadores, los que más luchan por los valores tradicionales. Sus ideas son más moralistas que las de otros. 

No pretendo hacer una lista de los episodios, pero me gustaría exponer las ideas principales de los mismos. 

South Park defiende las ideas del respeto entre religiones, de una especie de inclusión sin importar el relativismo cultural o las guerras. Pero también tiene una idea sobre ser mejores personas, mejores seres humanos... y esto es mediante la felicidad, mediante la verdad y mediante la realización personal. 

Hay tres episodios que me parecen que sustentan lo que pienso:

- El show de Butters. Butters pasa a ser un personaje secundario a un personaje principal. Se plantea el universo del niño como lleno de fantasía, de inocencia, de magia e imaginación. Pero también se plantea que muchas de estas ideas vienen de padres hipócritas, mentirosos, doble moralistas. Butters es un niño sobreprotegido: sus padres pretenden construirle un mundo que no existe, que sólo se ve sostenido por las ideas de lo que debe ser y no por ideas reales. Es consistente que otros de sus compañeros abusen de él, porque no tiene una experiencia de cómo es la vida realmente. Sus padres legitiman su confusión. 

- Tsss, tsss. Cartman tiene mala conducta (de hecho podría entrar en la psicopatía). Abusa psicológicamente de las nanas, su madre se encuentra desesperada porque no la obedece y porque cada vez se siente más incomprendida. 

En este episodio nuevamente se rescata la idea de que para un desarrollo óptimo de los hijos, es necesario que los padres sean felices: vivan sin contradicción y que digan la verdad. No lo que creen que es la verdad, es la confrontación con nosotros mismos. 

- Todo sobre los mormones. Este es un capítulo que habla sobre la tolerancia religiosa, pero en relación de que se tiene que cultivar en la familia (y aquí la familia es el núcleo primordial de la sociedad). Es hábil que sea de los mormones y no de un grupo mucho más agresivo: porque cuando eliminas la agresión persistente, no hay nada contra qué rebelarse o criticar. La pregunta que se plantea es: si algo no hace daño a nadie ¿qué tan malo puede ser? A menudo los detractores de una religión ven sus numerosos defectos, pero si: no hubiera tales cosas por las cuales condenarlas ¿por qué nos molesta tanto? 

¿Qué serie nos dice eso? ¿Qué serie plantea estas cuestiones? Honestamente las series que siguen al aire se han politizado, han provocado controversia, han hablado de educación. Pero parece que, a medida que se popularizan, tienen otros temas mucho más persistentes que la familia y los valores. Pero en South Park siempre hay un planteamiento con miras a la familia, a la coherencia y el razonamiento moral. 

Es claro que Parker y Stone se sienten hastiados de esto, quieren que nos detengamos a vernos a nosotros: cuál es nuestro discurso y cuáles son nuestras equivocaciones. Pero si lo hace con cierta idea de que sea una reprimenda: ¡tu padre, tienes que verlo de esta forma, te estás equivocando! ¡Tú que discriminas, tú que eres prejuicioso!

Aunque South Park parece que es una serie refrescante e irreverente, cuando quitas las bromas, las relación de ideas, la personalidad de sus creadores, los personajes... Queda un discurso moralista, unos valores tradicionales. 

Parker y Stone son más dos señoras regañonas que dos jóvenes ciertamente irreverentes. Supongo que nunca lo han sido: siempre proyectaron su educación y creatividad por un medio saludable, que es la caricatura, pero sin abandonar consecuentemente lo que son en realidad. Respeto su obra y su discurso, pero a veces siento que hay cierta idea detrás de su telón. 

jueves, 30 de octubre de 2014

Ser estudiante es un acto de fe

Cuando entré a la carrera, lo primero que me dijeron es que hacía lo que quería... Y que ¿para qué quería esa carrera si no era inteligente en primer lugar?

A la mitad de la carrera, dudé: estaba reprobando mucho. Reprobé más de la mitad de carrera e ingresé a rehab (o terapia, tu sabes). Pasé por un periodo de depresión, que se cruzó con todo lo horrible que pasaba. No sé que era peor: el hecho de no cumplir en la carrera o el hecho de cruzarme con imbéciles. 

Todas mis expectativas se cayeron: acerca de las personas que quería, con las que anhelaba trabajar. Me hicieron a un lado, me insultaron. Me llamaron rara, pero honestamente, los raros eran ellos. 

Incluso pude publicar... pero personas sin criterio se fue al carajo el proyecto. Sucede que era más importante que una persona se hiciera cargo del proyecto que el proyecto mismo. Un proyecto en equipo, pero que fue opacado por una persona neurótica (y sepultado por personas sin huevos). 

Pero... sorprendentemente y por alguna razón, no me salí de la escuela. Sigo viendo a esas personas, tengo otros proyectos. Mis calificaciones mejoraron y conocí a otros amigos. Y esas relaciones fluyeron, no han terminado como con esos farsantes. 

Si hubiera habido un científico, quizá me hubiera dicho que no me dedicara a la filosofía. Que quizá muchos tenían razón, mi familia, las personas que me humillaron, los maestros que tuve. Quizá sea cierto...¿Y? 

Honestamente, no se de qué dependa que tengas éxito en la vida. No se ni por qué las personas logran que algo funcione. ¿Pero qué importa? 

Tal vez lo sé, tal vez no. Pero creo que el hecho de que termine una carrera se debe a que nunca dejé de creer. Creía que no podía, creía que no pasaría... pero siempre creí en mi causa, en mi y en que no era lo que todos decían. No había forma de que yo lo creyera y además todo era relativo. 

No tuve ningún método, quizá una especie de guía. Quizá creí demasiado en las señales, quizá es que hago demasiados saltos inferenciales y falacias. Quizá me equivoco demasiado... pero creo, siempre creo. Aunque sea en la filosofía y en mí, pero creo. 

Aunque me detesten, aunque no les agrade, creo que lo que más les molesta es que sigo adelante, que no los necesito para poder vivir. Que puedo seguir yo sola. Les molesta que sea independiente y que no limosnee sus atenciones. 

Creo que, cuando pasa todo esto, cuando observas ese sacrificio y esa idea de que las cosas tienen que cambiar, es cuando sabes que ser estudiante es un acto de fe: sólo tienes que creer en ti, porque vas contra corriente. 





miércoles, 29 de octubre de 2014

Documental: La burbuja del arte contemporáneo

¿Cómo funciona el arte en relación al dinero? ¿Los mecenas lo compran porque lo apoyan genuinamente? ¿El arte contemporáneo tiene una propuesta o algo qué decir?

Todas las respuestas, al menos a esas tres preguntas se encuentran aquí, en este documental sobre este pseudofenómeno, que no ha hecho más que perjudicar al arte, a la estética y a la economía. 

Por cierto: ayer en el programa Dispara Margot Dispara estuvo Avelina Lésper, la cual estuvo comentando los problemas del arte contemporáneo. 

Aquí está el link del podcast: 
http://www.noticiasmvs.com/#!/podcasts/dispara-margot-dispara/28-de-octubre-2014-programa-completo-5.html

Y aquí está el documental: 


Canciones con filosofía: Easy to be hard

La película Hair fue dirigida por Milos Forman. Trata de un grupo de jóvenes hippies cuya rebeldía y vandalismo los llevan por caminos diferentes en la vida. Es un musical que revela muchas actitudes de la época de los 60's: como el poder del amor, la desobediencia civil, los disturbios, el cabello largo como simbolismo y la hipocresía de esos mismos jóvenes. 

Uno de ellos, Hudd, afroamericano, deja a su mujer por irse a vivir a una comuna con su nueva amante, so pretexto del concepto del amor libre. Hudd, que no es su verdadero nombre, grita a su mujer que ya no es el hombre que solía ser, que ha cambiado de esquema y que ya no la quiere ver más. Prefiere irse con sus amigos: practicantes de la rebeldía, el nuevo grito de guerra, y del amor libre. 

Ante esto, su mujer se pregunta: ¿cómo puede ser la gente tan descorazonada? ¿cómo es que pueden ser tan crueles? Es fácil ser duro, es fácil decir que no. 

Lo que me gusta de esta canción es que plantea que las personas que tienen una especie de filiación por las causas, por los que no son de su familia, generalmente descuidan a las personas que los quieren y respetan genuinamente, con quien SI podrían construir un hogar, una amistad, una relación. 

Argumentos hay muchos: es más fácil conectar con alguien que no conoces, porque no tienes que profundizar con él cuando el asunto empeore. Porque trabajar una relación con una persona supone esfuerzo y paciencia, que rara tienen quienes se encuentran en la relación. Porque sufren de una especie de aislamiento, en donde no distinguen de una relación con su causa, de una relación real. Porque los individuos son abstractos... Estoy harta de enumerarlos: porque me enferma saber que la gente cada vez menos se preocupa por los suyos. 

Cuando quieran saber acerca de lo que No piensa una persona, fíjense en el discursete que defiende. No es que quiera reconciliarse con esa parte de él, es que quiere lavar sus culpas, de lo que No hace como persona, ni como amigo, ni como familiar. A menudo es un desplazamiento, es que algo pasó pero no lo quieren enfrentar... Pero en serio ¿cómo es que pueden ser así de duros? Más con quien en verdad los quieren. Sencillamente no lo entiendo. 

He contemplado, con tristeza, como es que las causas más liberadoras traen los peores discursos opresores, intolerantes, doble moralistas... Porque si no estás con ellos, entonces estás en su contra. Lo veo y me sigo sorprendiendo del porqué hay estos problemas. 

Lo he intentado muchos años, incluso he creído que yo tengo la culpa... Que no quiero aprender a convivir... Un gran error: las personas en este caso me decepcionaron y lastimaron. No voy a decir cómo, ni de qué manera... pero parece que querían destruirme sistemáticamente. ¿Acaso estoy mal por alejar de mí lo que me ha hecho daño?

Y, finalmente, quisiera que me contestaran esta pregunta, no filosóficamente, sino con su corazón: ¿cómo puede la gente ser tan descorazonada? 



Esta versión es interpretada por Cheryl Barnes, pero hay otra de Three dog night que aparece en un capítulo de Los Simpsons, donde el abuelo es discriminado por golpear al comisionado de fútbol americano. 




martes, 28 de octubre de 2014

Nadie te está buscando

Hace no mucho tiempo anduve con una mala persona... bueno, con muchas malas personas. Sucede que pensaba que si no funcionaba algo en mi vida, al menos sería mejor que ellos. Supongo que ellos lo sabían y que por eso me detestaban tanto. 

Hay una idea muy lamentable de no dejar que las personas salgan adelante, una especie de odio por la diferencia del otro, más si esa diferencia le ayuda a sobresalir, como que le detestamos profundamente. 

La persona que yo denuncio, siempre se quejaba de mi en el sentido de que siempre era muy transparente, siempre podían encontrarme y saber qué era lo que estaba haciendo. Que debería ser de tal o cual forma para que sea mucho más fuerte. Que aceptara sus términos. 

Esa persona era grosera conmigo, me dejó plantada una vez... me insultó. Antes de terminar conmigo, buscó a otra... Un patán, como varios que me he encontrado. Ni el primero ni el último. Pero me defendí. 

En una ocasión que hablamos acerca de lo listo que era (sarcasmo), que nadie lo encontraba cuando lo buscaban, que nadie podía ver en dónde estaba porque no sabían dónde buscarlo. Que uno pedía a gritos esa atención. 

Vaya, tiene sentido, cuando respondes a su lógica. Pero ¿y si te vale madre?

Cuando me dejó y fue grosero conmigo dije: nunca más. En serio, jamás va a volver a molestarme. ¿Qué fue lo que hice? No seguí su estúpido discurso. 

Piénsenlo: tiene sentido que se pierda porque alguien lo está buscando. Porque las estúpidas que le siguen se toman la molestia de hablar con él. Yo ni eso. Y me volvió a buscar. 

Me dijo que él me había buscado (siempre los mismos términos...), que me extrañaba, que por qué no lo había buscado yo... Bullshit: sólo quiere a alguien que le rinda pleitesía, que le ruegue mediante la búsqueda. De algo que no está ahí y que él no quería dar. 

Irónicamente: cuando lo dejé de buscar, cuando no cedí, fue cuando salieron sus inseguridades. Nadie te está buscando - le dije - yo nunca supe de algo bueno que hayas hecho por mí. 

Y siempre que lo veía lo evitaba, le hacía caras: no quería encontrármelo. No lo quería cerca de mi. El día que dejé de buscarlo, ese día me encontró. Ese día se dio cuenta de que su discurso no funcionaba. Y menos conmigo. 

Procedan con la hipótesis contraria. La gente que está en contra de algo y que critica a las personas observen su discurso: encontrarán que no tiene sentido si su supuesto inicial deja de tener importancia. 

Aunque haya algo bueno en sus vidas, aunque se logre su causa, siempre seguirán molestando. Pidiendo buscar cosas que nunca, nunca van a encontrar. 

lunes, 27 de octubre de 2014

La Barbie Filósofa



Si usted es de lo que tienen un prejuicio y piensa que por el título es un post estúpido, que piensa que Barbie es una idea estúpida y que este blog ha perdido credibilidad (cosa que nunca ha tenido). Largo. Le invito a que deje de ser un prejuicioso. 

La imagen de arriba describe cómo debería ser una Barbie filósofa: como una persona normal, una persona que se vea bien. Un filósofo no se puede representar con justicia, pero si puede perseguir una filosofía. Y Barbie tiene una filosofía. 

Pero antes, presentaré las objeciones que puede tener sobre este juguete. 

1. Barbie objetualiza a las mujeres. Al ser una muñeca, implanta una especie de mensaje de comportarse como una. 

2. Barbie no es un modelo real, es un estereotipo: rubia, delgada, plástica, siempre preocupada por lo que usa. 

3. Las chicas que crecen con Barbie, no pueden aspirar a nada más que a una mujer superficial. 

4. Barbie promueve los desórdenes alimenticios. 

5. Sus seriales sólo tratan de princesas egoístas y de mundos de fantasía con una moraleja bastante tonta. 

Mi interpretación sobre estas objeciones es que vienen del prejuicio. He aquí mis impresiones: 

1. La forma argumental es por analogía: de la misma forma que las personas se hacen violentas por jugar con armas. Si extendemos el argumento, tendremos que inventar un prejuicio por cada juguete que tengamos: los utensilios de cocina hacen de una persona servil. Los muñecos de peluche hacen a las personas infantiles. Quienes juegan con rompecabezas son personas obsesivas. Y así, quizá en un punto los prejuicios son ciertos, pero no son profecías que se cumplirán. 

2. Ningún juguete es un modelo real para seguir. Creo que deberíamos saberlo cuando observamos qué es un modelo: es sólo una representación, pierde una cualidad y gana otra, no puede ser algo real porque si no ya no sería un modelo. Sus características permiten que haya cierta imaginación y beneficios en el juego, pero no es un objeto que se use en todo tiempo ni en todo lugar. 

3. Podemos atacar la objeción de dos maneras: que juegues con algo no hace menos incierto a lo que quieres aspirar (a un niño que le gustan los vaqueros no será pistolero, ¿o si?); la segunda manera es que, las mujeres superficiales, también pueden dedicarse a asuntos verdaderamente profundos. Y no por ello eso es la cura a que sean superficiales. 

4. Nuevamente, es la misma objeción a que un objeto propicia tal o cual conducta. Los desórdenes alimenticios pueden ser causados por juguetes relacionados con la comida: comida de plástico (que casi siempre es chatarra y no veo que eso sea negativo), mini fábricas de comida, hornitos de microondas; hipopótamos glotones, etc. Eso no veo que haya escándalo. Seguramente, si siempre viéramos defectos en los juguetes que tengamos, nunca jugaríamos a nada. 

5. Contestaría que los materiales son inofensivos y el juego de Barbie y de sus historias es una forma en que las niñas se representan y logran que salgan sus sueños y sentimientos. Fijarnos en qué juegan los niños y el por qué es tan atractivo para ellos debería ser la discusión, mas no la crítica de que hacen falta valores o que se les mina la creatividad. La creatividad se mina con la censura, con la imposición y no con materiales en sí. 

¿Qué le dice Barbie a las mujeres? 

Aunque no lo parezca, Barbie tiene una filosofía: Barbie es una voz de la moda y de las ideas de las mujeres independientes. 

La filosofía de Barbie es: 

- Te puedes ver mejor a través del tiempo. No importa a lo que te dediques: tu imagen es la extensión de tus ideas. Tus ideas no tienen que cambiar en relación a tu imagen (lo cual sucede a mujeres inteligentes más a menudo de lo que se piensa).

- Puedes ser todo lo que quieras: profesora, astronauta, actriz, fashionista. Puedes pasar por todas las modas, todas las ideas, todas las actrices, todos los modelos Y SEGUIR SIENDO UNA MUJER. Una mujer que conserva su esencia. 

- La moda que uses tiene un balance y tiene que hacer que luzcas bien, que refleje quién eres. Contrario a lo que se piensa: la moda no es un asunto superficial. Es una extensión del mundo interno y conceptual del individuo. 

- Barbie no es sólo es una muñeca: es un modelo que evoluciona. Su imagen representa a cualquier mujer, a cualquier ícono de la belleza (Liz Taylor, Grace Kelly, Audrey Hepburn, Tippi Hedren, Joan Crawford, etc.), cualquier profesión y edad. Barbie no es una representación fidedigna de la mujer, pero da una idea de qué es ser una mujer. Tener una estabilidad, cuidarse, tener la casa de tus sueños o una forma de ser. 

- Barbie no está detrás de ningún hombre... El hombre - muñeco que funge como su pareja, se ve eclipsado por ella, por su belleza, su versatilidad y decisiones. Barbie está sola como toda mujer independiente. 

- Barbie no es una mujer de verdad. Pero está inspirada en el hecho de ser una mujer, de aprender a convertirse en una, en vez de tener una vida de muñeca (la cual implicaría un pensamiento mágico). 

Finalmente, quisiera terminar esta entrada... pero recordé que tengo que ir a jugar con mis muñecas filósofas. 


domingo, 26 de octubre de 2014

El viento lo trajo a mí

Hace mucho que estoy enamorada de él... casi desde que estaba en cuarto grado. Ya en secundaria le perdí la pista. Parece que toda la vida, desde niña, he estado enamorada de él. 

Un buen día, el viento lo trajo hacia mí: en otra forma, en otro concepto. Él había embarnecido, pero se veía mejor. Cuando lo conocí lo que percibí fue una gran sensualidad, inteligencia, varonil de pies a cabeza. La composición de su cara, de su cuerpo, hacían de él lo que yo deseaba. Es mi tipo de hombre. 

Y aunque al principio no entendí en qué se había convertido, después supe que evolucionó a otra idea, a una idea filosófica llena de creatividad. Supe de su talento y de todo lo que hacía aparte de seguir inventando: fue un enamoramiento que fue del cerebro a mi corazón. A mi corazón he dicho. 

Fueron varias cosas lo que produjo mi enamoramiento: el hecho que regresara, el hecho que esperaba a alguien como él, el saber que tiene mucho que ofrecer con su talento. No lo se, sólo puedo decir que cada vez que lo veo me enamoro más de él. Me ayudó a sentir y me ayudó a dejar de pensar, algo que de vez en cuando es sano. 

Lo más importante fue que él regresó a mí, cuando menos lo esperaba, cuando pensaba que no me enamoraría más, cuando las dudas me hacía alejarme, él me quitó el miedo. Siempre le estaré agradecida por eso. 

Yo se que en la vida nos regimos por metáforas, esta metáfora del viento, como algo que viene y se va, como algo que es furioso, pero también te acaricia... es como él, como su persona y como sus noticias. Es intempestivo y no se sabe a ciencia cierta a dónde irá. 

No sé si sea como Se levanta el viento, no sé qué es lo que pase con nosotros, pero tengo que intentar vivir. 

viernes, 17 de octubre de 2014

Criminalizar no supone aprendizaje

No traes un material a la escuela... y te ponen al frente, exhibiéndote. 

Sacas una mala calificación... te gritan, te regañan, te echan en cara lo mal estudiante, lo mal hijo, lo mala persona que eres. Tu futuro se juega en esa nota: EL FUTURO: si no lo haces bien, serás drogadicto, asesino serial... o un empacador de Gigante, algo así. 

Sacas una mala nota... lo ocultas, te haces mentiroso, aprendes discursos, aprendes pretextos. En vez de decir la verdad. Pero una verdad que podría liberarte si no te hubieran criminalizado en primer lugar. Sólo dices lo que quieren oír. 

Tienes problemas para aprender un contenido... te castigan, te gritan, te apartan para que vean que ese no es el del molde.

Haces un comentario en una red social sobre alguien... ese alguien te persigue, no te confronta ni sabe en absoluto que dijiste. No importa, lo que importa es estallar, desquitarse, tener armas contra otro. 

Sacas un mal promedio, repruebas... La vida termina ese mismo día: tus padres, tus conocidos, tus maestros: eres una maldita desgracia. Todos tus temores se ven confirmados, tus heridas emergen, los cielos se rompen... o te sientes mal un rato. 

No son castigos medievales, son esquemas muy estúpidos aplicados por gente más estúpida aún. 

Daniel Pennac, en su libro Mal de escuela, cuestiona a través de anécdotas cómo es que se criminaliza a una persona, cómo es que se señala un destino a través de ciertos comportamientos. Y es casi lo mismo que cuando señalan sus virtudes. 

Así tenemos el ejemplo: Fulanito no tiene buenas calificaciones, así empiezan esas personas. Sutanita tiene buenas calificaciones: se me hace que si sigue así, será una doctora, que le eche ganas, porque así va a salir de aquí. 

No tienen ni idea de que ese señalamiento, esa idiotez, es una especie de perfil para que las personas se predispongan a arruinar su vida desde antes. No se han puesto a argumentar que lo que hoy es de una manera, no tiene por qué ser así. Y, ¡esperen! el argumento del miedo, más maniqueo que nada: provocar algo para que tu no te atrevas ni a hacerlo: ¡esto es lo que pasará! ¡Uhhhhhhh, uhhhhhhhh: soy el fantasma del pasado que hará que nunca cambies!

Porque es más fácil criminalizar, señalar y ser un imbécil para herir a las personas: lo que sea, menos intentar escuchar, saber cuál es el problema y cómo solucionarlo. Pero qué puedo decir si aplicamos los mismos métodos, las mismas groserías y las mismas ideas, que nunca han sido una solución. 

Cuando eres grosero con una persona ¿en qué le ayuda a su problema? No, en serio, díganme, porque sólo es rechazo y sólo es una versión de las mismas tonterías que aplicaban los maestros anteriores, y los anteriores. 

Se que no es una teoría pedagógica... se que no ayuda en nada, pero creo de vez en cuando podríamos hablar de las cosas con nuestros alumnos, conocer qué es lo que pasa con ellos. Recordar qué es lo que nos pasó cuando éramos alumnos: por qué y cómo hacíamos las cosas, cuáles eran nuestros errores. Por increíble que parezca: una persona no aprenderá nada con ello: puede olvidarle o puede causarle un profundo resentimiento. 

Cómo ayuda a las personas que hablen con ellas, conocerlas y saber cuáles son sus motivaciones, quizá no lo se muy bien, pero lo cierto es que uno sabe qué errores cometen, cómo son y cómo es que trabajan. Y  puede ser más firme que si hace un berrinche o grosería. 

Se que como figuras de autoridad tenemos que ser firmes, pero eso no justifica que se tenga que soportar groserías, que se tenga que ser intimidante, que la persona sea un chivo expiatorio para cuando no hay buenas nuevas en la vida de esa figura. El subordinado comete errores, miente, subestima el tiempo, hace cosas que no debe: pero no tiene la culpa de otros errores. 

Dejemos de hacer una falta una maldita tragedia griega, dejemos de poner etiquetas y proclamar profecías. Seamos personas de autoridad, que conozcan a los que tienen a su cargo, antes de comportarnos como imbéciles ante ellos. 




Introducción a los musicales
















Tonight, tonight
It all began tonight
I saw you and the world went away

Tonight, tonight
There's only you tonight
What you are, what you do, what you say

María a Tony, West Side Story


El musical, conocido como el género americano porque fue perfeccionado en Estados Unidos. Los guiones, los actores y los compositores de la industria, al menos los más representativos, son de nuestro país vecino. 

También es el género americano porque contribuye a la ideología de ese país: al hecho de defender ideales como la libertad, el amor pese a todas las cosas, la decisión del individuo lejos de la masa. Son historias muy personales, pero con un discurso universal. Son tratados sobre la naturaleza humana, sobre la vida, aderezados con Canciones. 

Algunos de los mejores son, prepare su papel y su lápiz para tachar.

Cabaret, Chicago, Rent (inspirado en la Boheme), West Side Story (Amor sin Barreras, Romeo y Julieta), The boyfriend (con la modelo Twiggy), Everybody says I'love you (de Woody Allen), Kinky Boots, The book of Mormon (de Trey Parker y Matt Stone), Sweeney Todd, Wizard of Oz, Wicked (una historia que parte del mago de Oz, pero la perspectiva de la bruja mala), la mayoría de las películas animadas de Disney, Rocky Horror Picture Show, Mame, Jesus Chris Superestar, A chorus line, All that Jazz, Hair, Guys and Dolls, Moonwalker, Monty Phyton and The Holly Grail, Life of Brian, Tommy de The Who, Priscila Queen of the Desert, Dancing in the Dark (del filósofo y cineasta Lars von Trier y de la cantante Bjork), Jersey Boys, las películas de los Beatles, Cats. La lista sigue y sigue. 

El hechizo de los musicales

Cuando observas un musical por primera vez, puede haber dos reacciones: 

1. O bien, de profundo rechazo. Un musical es castrante por la situación misma de que todo sea cantado lo cual me lleva a recordar que la mejor virtud de un material, bien puede ser su peor defecto. 

2. Encanto total: los sets, la emoción, los actores, las canciones, el vestuario, cómo encaja la pieza musical con el escenario de la vida. El diálogo es entre música y un despliegue de recursos, nos enseña que cantar es mucho mejor que hablar. 

Toda serie tiene números musicales: como en los Simpsons cuando Homero renta un Western y resulta ser una comedia musical, lo que da lugar a revivir los números musicales de episodios viejos. O todo padre de Familia, del cual Seth MacFarlane es un genio musical porque el discurso de la serie se ve enriquecido por las canciones, maravillosamente cómico. South Park, el cual incorpora momentos del musical con temas absurdos. Monty Phyton cuyos temas sin pretensiones se encuentran en una bizarro y divertida pieza que realza los elementos de la comedia: quién se imagina a Brian, cantando en la cruz: Always look of the bright side of life! ¿Quién lo imagina, en serio?

Para conocer un musical, al menos de forma introducción es necesario lo siguiente: 

a) Saber términos clave como Línea dramática, la historia en la que se basan y toda semejanza posible (Por ejemplo: Chicago con Cabaret, de la cual Rob Marshall es un buen copista; West Side History es Romeo y Julieta pero en otro contexto; The Book of Mormon es una extensión de la idea del episodio Todo sobre los mormones, acerca de si es una religión inofensiva porque se basa en verdaderos valores). 

b) Si son musicales de Rockola, esto es, si son canciones populares, hits de la radio, pero que ciertamente están insertos dentro de la musical como una obra. Como en el caso de Mentiras, Jersey Boys, Priscila Queen of the desert, Moonwalker, Tommy, Pink Floyd The Wall, etc. 

c) Quiénes son los compositores y quiénes son las estrellas que han de trabajar con ellos: Stephen Sondheim que hizo mancuerna con Bernardette Peters en Follies; Bob Fosse y Liza Minelli en Cabaret, Lucile Ball y Gene Saks en Mame, Andrew Lloyd Weber y Sarah Brightman en Phantom of the Opera.

d) Saber al menos 2 canciones de la obra en cuestión: I dont' know how to love him y Superestar de Jesus Christ Superestar; Tonight, América, I feel Pretty de West Side Story; Sweet Transvestite, Hot Patootie bless my soul de Rocky Horror Picture Show; I believe, Hello! para The Book of Mormon; Maybe this time, Life is a Cabaret de Cabaret. 

e) No ser prejuicioso ni anteponer un discurso o apelativo gay a los musicales. Musicales también es Disney, Los Beatles, La ópera Rock Tommy, Smooth Criminal en Moonnwalker, West Side Story con el tema del amor y de la lucha pese a ser de diferentes mundos. 

Fíjese mejor en los elementos: qué canción le conmovió, cuál actor tiene el número importante (en Jesus Christ Superestar es el personaje de Judas en vez del de María Magdalena). 

Fíjese en el discurso, en la forma de pensar del guionista, en cuáles números se interpretan mejor que otros, cuáles números ayudan a las personas a entender la obra. Pero no sea prejuicioso: alimente sus sueños con un musical, no sus pesadillas: para eso está el terror en sus diferentes niveles. 

Pregúntese si es cierto que la vida es un teatro: si hay música en el universo y en usted para que pueda establecer qué tanto influye la música en su escenario, identifíquese con Sally, Velma, Roxy, Eddie, Maria, Tony, Brian, hasta con Grizabella. Vea si le hablan a usted antes de decirles que se calle su canción. 

Impacto del musical: Glee

Si las series están mejor escritas que el cine, era natural que el musical fuera objeto de una de las mejores series juveniles de todos los tiempos. Aunque tenía pocas piezas originales (y algo pobres, ciertamente), Glee hablaba a una generación sobre la importancia de la educación musical, no sólo para entender sentimientos, sino como una forma sana de expresión al nivel de cualquier ejercicio físico o mental. 

Siempre había un diálogo entre tres factores: 

a) Lo que sucedía a los protagonistas
b) Las canciones del presente con los temas del pasado 
c) La liberación de los sentimientos mediante el canto

Por desgracia, Glee perdió la brújula al enfocarse en elementos que no tenían pretensión de universalidad en la trama (se centraron en lo más insulso de los personajes y los volvieron los estereotipos que combatían al principio). Aunque Glee marcará un precedente en la historia de la televisión como única en su tipo, también es una gran muestra de los errores de la televisión a nivel guión y a nivel del respeto del público. 

Finalmente, sólo quisiera recomendarle que vea musicales: cante, baile, imite coreografías, pero vea el discurso filosófico que provocan en usted, si cambia su forma de ver el cine y si de cierta forma, se ha visto invadido por su hechizo y su locura. 







martes, 14 de octubre de 2014

¿Es Espinoza Paz algo terrible?





Esta sección es traída a ustedes por: no tengo mucho qué hacer, pero los contenidos de este blog tienen que producirse. 

Es obvio que es muy raro que Espinoza Paz se encuentre en un blog de Filosofía... pero a mi me sorprenden la polémica que ha levantado con sus canciones y el fenómeno masivo que fue. Las canciones que interpretaba, aunque eran con banda, ciertamente podrían ser interpretadas como música pop, incluso rock. 

¿Por qué molesta tanto Espinoza? Podrían ser por sus discursos entre canción y canción; porque es el siguiente eslabón en la genealogía de ese extraño género llamado Regional Mexicano; sus letras que son una combinación entre mala poesía y borrachera de todo tipo (vanidad, alcohol, tonterías, por decir algunas); su extraña propaganda sobre su perfume y sobre su proceso creativo; o por naquez... sin más ni más. 

Pero ¿todo lo que nos moleste tiene que ser naco? Muchas cosas juegan con ese estereotipo de la naquez y parece que las aplaudimos y aceptamos

Espinoza Paz es un heredero de la tradición de Juan Gabriel y Joan Sebastian: son canciones con cierta plasticidad, con pretensión de universalidad (a todos nos puede pasar la situación de la que habla el intérprete). Pero lo más importante: las canciones no son tratados sociológicos, parten de premisas plausibles y nos llevan por sentimientos, no por razones. 

Estoy de acuerdo que Paz no es Bob Dylan ni Paul McCartney, quizá ni siquiera un Juan Gabriel... pero, sorprendentemente, son muy buenas sus canciones: tienen una dosis de dramatismo absurdo, cierta teatralidad que te permite actuarlas, cuando suenan en la radio conservan la emoción de cuando las descubriste la primera vez. Pueden ser interpretadas por varios artistas, sin perder su mensaje esencial. 

Al igual que Juan Gabriel, hay una inclinación a ser bizarro, a desatar la locura en sus presentaciones, a componer para sacar la catársis, el llanto escondido bajo la racionalización. Son fáciles de interpretar y ejecutar con instrumento... ¿será eso una virtud o un defecto?

Las personas se identifican con él porque sabe cómo decir las cosas... Qué decir y cómo y con ese poder de convocatoria, porque el público de Espinoza Paz es diverso, viene de esa tradición de canciones llegadoras y que ciertamente provoquen un placer culposo cuando se cantan a todo volumen. Paz logró hacerlo muy bien, supo explotar los recursos de sus composiciones y de lo naive de su comportar. Paz, en algunos años, será un auténtico cantautor del pueblo, no autoproclamado, sino hecho por su público. 

Finalmente: he aquí mi chiste filosófico sobre Espinoza 

                                          Del próximo viernes

Proposición I: Igual y le robo un beso a tu boca y dejas de creer, que soy poca cosa. 

Demostración: Al atreverse a robar un beso a la boca de su amada, pensará ésta que es un hombre osado y que vale la pena para una relación. Por lo cual, ya no será poca cosa, al menos para la amada en cuestión. 

Q. E. D. 

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sábado, 11 de octubre de 2014

Canciones con filosofía: Girl, you'll be a woman soon

Este post es un pretexto para avisarles que Neil Diamond, el Elvis judío y el gran genio musical, estará en esta bonita ciudad en el Palacio de los deportes, la cita es el 23 de abril, probablemente a partir de las 10:00 pm. 

¡Y qué mejor para agendar este evento que un recordatorio por una canción que nadie sabe que es de él! Una de las mejores piezas, que aparece en la secuencia de Pulp Fiction, esa en donde Uma Thurman baila para John Travolta, antes de meterse heroína por la nariz. Vaya, ¡qué maravilla de secuencia!  

No hace mucho que me he enamorado, pero he pensado también en las ideas que tenía sobre las personas que he amado. Sucede que estoy en esa etapa que las características que me enloquecían de las personas... pues ahora como que me parecen aberraciones o defectos. Así de terrible. 

Tengo que pensar a largo plazo, porque, no es una especie de presión autoimpuesta, pero quisiera una relación duradera. Estoy en una especie de dilema: o sigo divirtiéndome con chicos que se qué no van a durar (y que de antemano se que no será nada serio), o me arriesgo a buscar a alguien para tener una relación estable.

Hace no mucho analice mis relaciones anteriores, quizá yo los atraía de una forma porque sabía de antemano que no iban a corresponderme: eran inmaduros, eran personas que en el fondo no me aceptaban. Quizá estaban conmigo porque ninguno de los dos aceptaba su realidad. 

También querían ellos a alguien que los siguiera, que no les pusiera pero alguno de lo que decían, a veces los patanes tienen la misma forma pero diferente rostro. 

Y había aquellos a los que nos importaba para nada, pero lo peor de todo, fingían como si en verdad tuvieran un interés genuino en mí. No había absolutamente nada que compartiéramos en valores o en ideas, y sin embargo me aceptaban porque no querían estar solos. 

Creo que, lejos de necesitar a un compañero, necesito alguien que sea responsable de sus actos; que de vez en cuando, aunque peleemos, podamos llegar a un acuerdo. Quiero a alguien que se comunique conmigo, que nos aceptemos... No tengo ni idea de cómo quiero atraerlo, no se ni qué es lo que va a pasar. Pero necesito un hombre porque, ya soy una mujer. 

Es una canción de consejo, pero de ese consejo que viene del corazón, ese hombre enamorado quiere que la chica en cuestión observe que no es el adecuado para ella... Sucede que es un verdadero dilema: o dejamos que la persona que nos interese se dé cuenta de su error, o dejamos que aprenda, desgraciadamente, la lección. Tanto Neil como el vocalista de Urge Overkill lo interpretan con mucha pasión: lejos de ser un reclamo, es la acción de expresar a alguien con quién se encuentra su verdadero amor. 

Y como mujer me he dado cuenta que estas situaciones persiguen el resto de la vida: en el fondo sabemos cómo es y será el hombre con quien nos relacionamos, pero nos autoengañamos y no nos comunicamos con él. Después viene la confusión y el sufrimiento. 

Yo no deseo algo así... quisiera un hombre con el que de verdad pueda hablar, porque próximamente será una idea que ocupe mi mente, próximamente será algo para construir un proyecto juntos, algo a futuro... Seré una mujer, próximamente y necesitaré un hombre de verdad.