sábado, 31 de octubre de 2015

Creo que no has cambiado nada

Que no les engañe la ropa, el hecho de que se vea como un personaje de ficción, que no les engañe el discurso, ni los cursos que imparte. Que no les engañe que estudie algo claro y verdadero. 

Me han sentenciado muchas veces frases que parecen de telenovela, nada más falta la música y que uno llore o que me digan maldita lisiada. Pero, considerando que este es un país telenovelero y que nos gusta el dramatismo y sentirnos ofendidos... pues qué se le hace, esas cosas pasan. 

Se necesita ser alguien muy inteligente para decir tantas mentiras. Me sentenció el profesor al que me refiero en el primer párrafo. Sucede que ya habíamos chocado antes porque: 

- Insulté a uno de sus amigos. 
- A varios de sus amigos les caigo mal... no se por qué si son tan inteligentes ven como amenaza al menos apto. A menos que no sean tan inteligentes como yo pienso. Si, eso debe ser.
- No pasaba por un buen momento personalmente hablando, mi juicio estaba alterado por enojo y frustraciones y por no aceptar experiencias necesarias en la vida. Lo cierto es que él me juzgó por eso.
- Le dije que una de mis aspiraciones era ser autodidacta, más independiente, porque tarde o temprano tendría que soltarme de mis maestros, decir lo que yo pensaba y lo que yo había construido. Cuando se lo dije, me miró como si le hubiera confesado algo malo, algo muy serio o censurable. 
- Cuando le dije que tenía una duda, él me reviró: Investígalo tú, ¿pues no que eres autodidacta? 

Yo le tomé la palabra, sólo le pregunté de un examen extraordinario que por fortuna no se abrió el grupo. Me despedí de él. Recuerdo que le pedí amablemente que no se metiera en mis asuntos. Pues mi error fue haber confiado en él, dejarle entrar y creer que él podría ayudarme a ser una mejor persona. 

Recibí mejor ayuda indirecta: de personas extraordinarias, que me ayudaron a hacer una introspección y de las cuales tengo la fortuna de contar hasta hoy día. 

Pero con él... ah, que grave error. Es bien sabido que no puedes engañar a un mentiroso. En este caso nuestra paradoja fue que nos descubrimos en nuestras respectivas mentiras, por lo cual seremos muy cercanos aunque nos resistamos uno a otro, como Mike y Heisenberg. 

Él descubrió que yo mentía por protección y que en cualquier momento podía pasar a mentir por maldad. De las dos verdades que le dije, ambas sirvieron como clavos para mi ataúd. De las mentiras que le decía (porque decidí tomar terapia para no mentir), dije que esperaba que se volvieran verdad. Primer paso para vivir corrompida, primer paso para arriesgar mi salud mental. 

Pero yo descubrí algo más turbio: él se mentía a sí mismo peor que yo. Decía cosas muy sutiles, pero no se las creía en el alma (o espero no se las crea, en verdad es aterrador). Por ejemplo: decía que solía ser muy déspota con gente que no entendía, que se burlaba de ellos y que los hacía menos. 

¿No fue acaso, sin ser una víctima, lo que él me hizo a mí? Se burló de mi forma de pensar, me hizo menos y tergiversó mis palabras sobre ser autodidacta. Me parece que él cree que ha cambiado, pero lo cierto es que sigue en el mismo esquema. Creo que sólo le falta ver con quien explotar. 

Me alegra de que haya sido conmigo: soy yo la depositaria de sus más profundos secretos: que no ha cambiado, que esa posición es para ocultar de lo que verdaderamente es. Y, de mentiroso a mentiroso... lo mejor es decir la verdad. 

Otra cosa... incansablemente repetía sus afectos y lealtades con personas cuya relación es accidentada, con personas con las que se que no está seguro de eso que tanto profesa. ¿Acaso cree que por decir una mentira mil veces se vuelve realidad? 

No se a quien pretende engañar si no es a él mismo, pero presumir de felicidad, de estabilidad y de buenas relaciones, cuando se sabe que no se tienen... es el peor de los suicidios. Cuando uno es feliz, no lo anuncia, no hace alarde, no hay nada que lo haga fingir. Mi razonamiento es que cada que mentía, descendía al espiral de la infelicidad y la insatisfacción. Pero cuando en mi corazón había algo verdadero, ni la más tentadora mentira me hacía cambiar de parecer. 

Mi conclusión es obvia: dejar de mentir, no porque alguien quede bien o mal consigo o las personas, sino para no arriesgar nuestra estabilidad emocional. Por desgracia, como mentirosa en recuperación he visto que la mentira nos tienta pero la verdad, lo que somos y lo que ocurrió, nos persigue. Nos toma como si fuéramos sus prisioneros y tenemos que lidiar con ello. No importa el tiempo, no importa lo que queramos huir. La verdad nos alcanza. 

No se necesita ser un lógico para entender eso. 


viernes, 30 de octubre de 2015

No soy como mi enemigo

En una historia relacionada con el post anterior, me di cuenta que hay que sacar a pasear a los diablos, si no se acumulan en uno. 

Recuerdo que hace no mucho tiempo fui una persona terrible. Porque yo quería serlo y porque nada en mi vida funcionaba. Era obvio que necesitaba un chivo expiatorio y lo encontré en aves caguengues. Pero no funcionó, me sentí mucho peor. 

Le cuento por qué. 

Para empezar, no fue un suceso aislado. Comenzó como todos los problemas graves... por amor. Yo tenía un interés en alguien que sólo pensaba en él mismo. Y de ese interés, la veía como posible rival. Eso no era lo peor, había otras mujeres para ese ser incompleto y chupavidas con posibles vidas que arruinar. 

Yo me siento orgullosa de haber roto con ese círculo. Él, al igual que el chico del relato anterior, prefiere verme paralizada, prefiere lanzarme miradas como cuchillos, prefiere eso a aceptar que el estúpido es él y el que quiere arruinar otras vidas para que estemos iguales, es él. 

Sobra decir: es un hijo no deseado, su esposa lo mantiene, las personas que le gustan no le hacen caso, por lo que es un verdadero cretino con ellas, quiere a mujeres necesitadas y estúpidas... para él sentirse inteligente, cuando no lo es. Es muy fácil ver su discurso y muy fácil ver que esa supuesta profundidad es sólo la careta para ocultar a un pretencioso, a un imbécil, un analfabeta y desviado. Un profundo resentido con la gente que no quiere soportarle. 

Pero no voy a desperdiciar más espacio con ese esperpento. Vamos a ver a ella: 

Cuando intenta insultarme, no lo logra, no hace mella: porque nada, nada de lo que me ha hecho él, se compara con lo que él le ha hecho a ella. Nada que pueda decirle o hacerle es peor que el agujero en donde él la ha metido. Ella no tiene cómo defenderse. Insiste en hacerlo sola, insiste en que alguien la vea rota para que la quiera. Yo... yo le cargaba la mano aún más. Esto no puede seguir así. 

No soy una mala persona, puedo ser terrible, querer sufrimientos, hacer sufrir, burlarme de los que me han atacado, buscar supuestos chivos expiatorios... pero yo tengo un freno, no ciertamente empatía. Imagino que si hubiera seguido con ese engendro, me hubiera convertido en alguien como ella, alguien que no se reconoce ya por lo que ha pasado. ¿Y si fuera yo, me gustaría que alguien se burlara de mí? No es justo. 

Yo por mi parte, los deje en paz, a ambos. Ambos tienen responsabilidades y culpas que no han sanado, ambos son destructivos, similares en su manera de ser: ávidos de que alguien los quiera, sean necesarios, les tenga lástima y se apiade de ellos. Pese a lo que hagan o puedan hacer. Yo no quiero eso. 

Ambos aparentan, no cortan por lo sano. No están sanos. Tienen amigos que no se preocupan por ellos, porque si lo hicieran no permitirían lo que se están haciendo. 

Yo lo que puedo decir, sobre ella, es que no tiene la culpa de lo que pase conmigo. Ni yo la culpo de nada. Porque en donde está pude haber estado yo. Y le agradezco que me mostrara mi futuro como su posible víctima. 

He aprendido a pasar de largo en sus vidas y que ellos no interfieran en la mía. No me perdí absolutamente de nada al estar con ellos, ni me perderé algo al dejarlos. 

Al contrario, me gané a mi y a mi alma. Un alma que puede repararse y que no quiere hacer daño. 

Yo no soy como ellos, que se encuentran en cada grupo de filosofía medieval. 

Cuando castré a un ceceachero

CASTRAS HASTA LOS HUEVOS. Me sentenció aquel muchacho que unos ayeres me gustaba. La razón fue porque difundí un escrito sobre él y porque, supuestamente, escribí una historia con temática gay que lo mencionaba. 

El escrito que difundí no eran más que halagos. Lo de la historia fue un chisme en aquel entonces difundido por mis supuestos amigos o hipócritas (uno de ellos si era gay) que fue de corre-ve-y-dile. Nada se pudo comprobar, por cierto.

Las maestras ineptas de aquel entonces, en el cch de cuyo nombre no quiero acordarme, se pusieron de lado de él, sus amigos, mis enemigos. Todo el maldito sistema. La razón es muy simple: ni siquiera tiene que ver con que él haya ganado, el chiste era que yo perdiera. 

Cuando se es una persona que tiene convicciones, cualidades que salen del margen y cuando siempre retas y provocas a tu audiencia (que es la que te hace caso en primer lugar), siempre salen enemigos, envidiosos, personas rastreras que se quieren colar de tu fama. Y cuando te niegas, tú eres el malo casi de forma automática. 

Me disculpé sin sentirlo, a la otra semana ya nos echábamos tierra. Él argumentaba para todo que tenía problemas de ira, yo la verdad no tenía grandes problemas, pero no le echaba la culpa a algo externo. Ni me hacía la víctima ni iba de chismosa como otros. 

Él le gustaba a la maestra que me reprendió por mis actos. No la culpo, espero hayan gozado cuan graduado y señora Robinson de su affair, que mínimo hayan echado a volar el quinto. La otra maestra era una estúpida de izquierda, que sólo usa su posición de directora del cch para fastidiar a los maestros QUE SI ENSEÑAN, no que roban las ideas de filosofía de la historia de Miralba Pastor y las presentan como si fuera un curso que elaboraron, cuando son unas huevonas. Besos a mi maestra, no me enseñaste nada. 

Antes me enojaba mucho revivir esa historia. Pero hubo algunos factores, además de mi inteligencia, que me ayudaron a superarla CON MADUREZ y sobre todo, valiéndome un carajo y más lo que me valen las opiniones de los otros: 

1. La maestra que lo defendió no actuaba sola. Además de que consideraba que se tenía que escribir con la pura entraña (lo cual no es malo, pero no lo vendas como lo único que hay, sé profesional, mija), era muy mediocrita enseñando. Honestamente, nadie en la clase sabía citar, ni redactar, ni escribir sus ideas claramente. Había uno que otro que decía algo medio chistoso, pero era una clase muy deficiente y nada formativa. 

Además de que tenía grandes problemas en casa... estaba sola y descuidada. No la culpo de ver al muchacho espaldón, con pantalón ceñido de la entrepierna y que llega a su clase a echarle ojos de cachorrito, pidiendo ayuda, observándola, en un salón en donde nadie puede oirlos y... Carajo, hubiera hecho de eso mi historia. 

No actuaba sola porque tenían que ir a decirle varios para que la acusación y sus prejuicios tuvieran realidad. Cuando, científicamente hablando, bastaría UNA SOLA PERSONA, para demostrar mi equivocación. Como muchos maestros mediocres, estaba de acuerdo con el bullying, por lo que nada se podía hacer si se cometía una injusticia. Y como varios compañeros me echaban hasta lo que no había hecho... Uta. 

2. Las personas que me acusaban o que creían que me hacían un daño, de hecho se lo hicieron ellos. Uno tuvo que postergar su salida del clóset, hasta hoy día. La gente que lo apoyaba, sus uniones se fueron disolviendo. La gente que me insultaba era gente que tiraba la piedra y escondía la mano. Que me odiaba secretamente. ¿Qué es peor que vivir con eso? Yo al menos saqué mi enojo y mi indignación, pero ¿y ellos? Se traicionaron a ellos mismos. YO NUNCA ME TRAICIONÉ, AUNQUE ME OBLIGARAN A OFRECERLE DISCULPAS. Al final, lo resintieron más ellos, porque no me sacaron de la jugada. 

3. Una historia erótica o pornográfica, aun con temática gay puede ser FICCIÓN o REALIDAD. En este caso mi supuesta "historia" (que él no vio ni leyó ni me vio hacer una sola página), era una FANTASÍA. Ni la historia ni la fantasía te hacen ser gay, o tomar la decisión de ser gay. A mi me gustaría besar a Katy Perry en la boca, pero no soy gay, ni he decidido serlo como si se tratara de una moda. 

4. Nunca lo ofendí para nada. Él actuó de mala manera: reaccionó así por un halago no por un problema de ira, sino porque es un imbécil, una persona falta de criterio. Si hubiera leído lo que yo escribí se hubiera reído. Como yo me reí una vez que lo escribí y como se rieron todos cuando lo leyeron. La risa libera y puede hacer un problema inocuo. Lo que me lleva a: 

5. RÍANSE de las cosas. Tragedia con el tiempo, y sin tiempo, vale madres, se convierte en comedia. Y me reí de mi apendicitis y de lo ridículo que me dijeron algunas personas disfrazado de broma y de aparente compañerismo. Lo que diga una persona, o muchas o mil, no se hace realidad. Eso es pensamiento mágico. Tengan criterio para analizar una situación, no para contarse historias en su cabeza ni para convertir en enemigo al que no toleran. Superen que hace mucho tiempo uno es mejor, no tiene que vivir anclado a situaciones estúpidas e irrelevantes. 

Finalmente, vean el episodio seis de la temporada 19 de South Park, fue algo parecido lo que pasó, nada más que me hizo pensar: le hubiera hecho una pintura, hubiera durado más que el cuaderno que se me mojó. 

miércoles, 28 de octubre de 2015

Términos definidos por prejuiciosos

A lo largo de la carrera he visto que muchas personas usan definiciones, argumentos, o supuestos de forma diferente al resto de la gente. 

Pero, que no les engañe, philosofellas, muchas de estas definiciones ocultan prejuicios, ideas preconcebidas y ciertamente, la verdadera personalidad de quien los esgrime. 

Echemos un vistazo: 

- Colectividad. Es un grupo de personas que trabajan igualmente por un objetivo en común.
Definición que me han dicho: un grupo de personas que trabajan para un líder (en este caso la persona que no cree en la colectividad sino en el individualismo), y persiguen el fin del líder, porque no es claro el suyo. 

- Otredad. Es considerar que existen más personas en el mundo además de mí. 
Definición que me han dicho: ente abstracto, problemático, que sólo importa a conveniencia de mis intereses (porque la colectividad no existe). 

La otredad se usa en los argumentos que conllevan conciencia social: esto es preocuparnos por otros, siempre que no tengamos que conocernos, ni involucrarnos. Cuando son compañeros cercanos o causas y problemas reales, es mejor huir, criminalizar o evitar. 

- Autodidacta. Dícese de un individuo independiente en su forma de aprender, curioso, ávido de conocimientos y enseñanzas provistos por sí mismo. Podríamos argüir sobre la posibilidad del autodidacta, ya que hace uso de maestros indirectos porque no podría salir todo conocimiento de sí mismo. 
Definición que me han dicho: enemigo a vencer, empollón que quiere cuestionar al todopoderoso maestro de que le diga lo que tiene qué hacer. Porque si alguien dice que es autodidacta, en automático no tiene que recibir ayuda, debemos alejarlo de nuestra comunidad. True story. 

- Filosofía. Es la disciplina que trata argumentos, doctrinas sobre el pensamiento y el comportamiento de los seres humanos. Usa la especulación, pero también datos objetivos, cuestiona los fundamentos del conocimiento. Presenta genealogías, conceptos, discusiones. 
Definición que me han dicho: esa mamada no sirve para nada / Lo que cualquiera estudie es bueno. 

- Introspección. Es un proceso, no lineal, psicológicamente desgastante, en donde entendemos cuáles son nuestras creencias, deseos íntimos, anhelos, miedos. LOS ACEPTAMOS, aprendemos incluso cosas de ellos que nos sirvan para ser mejores personas. 
Definición que me han dicho: Aprender a mentir para que la gente te acepte. Hacerte tonto de lo que piensas para que no incomodes a nadie. True story. 

- Intelectual. Persona que con las teorías y especulaciones habla sobre la realidad de la que vive. Crítico, mordaz; cuestiona lo establecido. 
Definición que me han dicho: Persona al servicio de otra que si tiene que decir cosas, que lleva la contraria siempre, palabrería estéril que no es bueno escuchar. 

- Creador. Persona que, aunque se pueda presentar como misántropo, ama a la humanidad, es sensible, tiene algo que decir y trabaja mucho tiempo en su arte porque es un regalo para el mundo en donde se desenvuelve. 
Definición que me han dicho: cualquier persona que pueda hacer cosas con materiales hasta de la basura, que no tenga discurso y que haga cualquier cosa, porque cualquier cosa es arte. No tiene necesariamente cualidades, talento, discurso, pensamiento en absoluto. 

- Genio. Persona que sin importar sus circunstancias, logra aportar conocimientos y mejorar la calidad de vida de los que lo rodean. Tiene algo de intelectual, de creador, de artista, de provocador. Tiene ideas contraintuitivas y adelantadas a su tiempo. 
Definición que me han dicho: Cualquier persona de menos de 20 años que haga algo en electrónica, matemáticas o medicina. Cualquier persona que memorice fórmulas. Alguien que saca su doctorado a los 28. 

- Lambiscón. Persona que acríticamente alaba a una figura de supuesta autoridad, pese a que no tenga razón. 
Definición que me han dicho: El consentido del profesor, el que saca buenas notas. Usted debería ser como: inserte nombre de lambiscón. 

- Crítica. Forma de establecer un juicio sobre un asunto, persona; que describa el contexto y la forma en que es. A veces es con vista de establecer un argumento para que vea sus posibles defectos. 
Definición que me han dicho. Ataque, políticamente incorrecto. You h8er. 

- Chivo expiatorio: Personaje en el que recae la culpa de un hecho. Supuestamente actúa solo, lo cual no es posible porque alberga cierta colectividad en lo que a causa se refiere. 
Definición que me han dicho: El que sea que piense diferente y que no acepte lo que decimos todos. O sea, tú. 

- Moda: Disciplina histórica, que se sirve del diseño, del arte, de la fotografía, de la tecnología, para vestir a las personas. El vestido de una persona es parte de su discurso y de su mundo interior. Es cómo quiere ser visto ante el mundo. 
Definición que me han dicho: Ropa para gente delgada, a veces anoréxica. 

- Gordo (a): Persona que puede tener sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida. La cual depende de su estilo de vida, actividad física, factores genéticos, estrés, horarios, cantidad y calidad de comida que ingiere. 
Definición que me han dicho: Persona profundamente infeliz, envidioso de la gente delgada, que no se quiere, no tiene autoestima, que nadie lo amará jamás ni él mismo. Y nadie lo tiene que respetar aún cuando no te haga. Gente por la que se acaba la comida del mundo, gente que no tiene novio, que no merece ropa, merece más impuestos y que sólo puede ser feliz siendo delgada y que la comida no le hace daño, es perezosa, sucia, atrasa al país, tiene la culpa de que no hayan cosas buenas en el mundo, hace que caiga el instagram... etc. etc.

- Redes sociales. Páginas de internet en donde se publica información de interés general o bien noticias a familiares y amigos. Pueden servir para investigaciones y optimizar el tiempo de respuesta al trabajar y estudiar. 
Definición que me han dicho: Espacio para compartir prejuicios y mostrar los asuntos que le interesan a la masa. Se comparten fotos chistosas, se venden cosas, se usa para odiar gente En general, se usa para lo que NO fueron creadas. 

- Instagram. Red social cuyo discurso versa en la cultura de la imagen y en compartir fotos para documentar el día del usuario o los cambios de su imagen misma.
Definición que me han dicho: Catálogo para clientes con personas delgadas en el gimnasio. 

Sin más, esta tarea es agotadora pero muy buena para entender a las personas. Y recuerde que no importan sus prejucios, tiene muchos, muchos más para mostrar. Abur. 

¿Qué siento al argumentar?

Lo que siente Billy Elliot cuando baila: siento un fuego, en el cuerpo. Siento una energía. Suena estúpido, tal vez. Pero fue cuando encontré mi vocación.

¿Las veces en que quería salirme de la carrera, casi todas por mi incapacidad de asimilar el contenido? Cinco... la primera fue después del primer semestre, la segunda en tercero, otra en cuarto. Una en quinto y en sexto. No se por qué no dude en otros semestres... creo que o le daba oportunidad o ya era porque estaba con un paso adelante. No he conocido a alguien que quiera salirse en séptimo u octavo semestre.

Y es que a mi no me gustaban muchas cosas de la filosofía. De hecho soy muy mala alumna: soy caprichosa, impuntual, tengo problemas para concentrarme, a veces prefiero ganar dinero trabajando que estudiar, tardo en entender cosas; prefiero hacer otras cosas antes que la tarea... no soy buena haciendo acertijos, no aprendí bien lógica. No me gusta el marxismo, ni Nietzsche, ni Heidegger... veo cosas en donde no están, me obsesiono con ideas para difundirlas o hacerlas caer. Aprendo para defender mis prejuicios. 

Pequeños detalles, pero hay algo que me ha mantenido a flote y que me ha permitido entender a la filosofía. 

A mi me gusta argumentar: para llevar la contra, para encontrar discusiones, para armar puzzles, para vencer al otro, para estar con el otro. Para decirle a otro que tan estúpido o inteligente es, para observar sus prejuicios, sus juicios. Siempre me ha gustado la polémica. 

Recuerdo que no podía hacer muchas cosas, que me decían diario las circunstancias por no poder hacer las cosas, pensaba huir. Me quedaba paralizada, literalmente, de miedo. No podía entender y por eso me castigaba, me entristecía, me exigía lo que no podía hacer. 

Pero un día supe que era suficiente. Que no soy una víctima ni que me tengo por qué estar castigando. 

Me dije: La filosofía no me importa, me voy a largar de aquí.
Después me contesté, en otro momento de mi vida: Sí, si te importa. Piénsalo: si no te importara, ¿por qué te deprimes de no ser suficiente para ella? ¿por qué te gastas tanto, te castigas, por qué arriesgar hasta tu estabilidad mental? 
- Es que no soy un genio-. repliqué. 
- Y eso... ¿cuándo ha importado? Honestamente, creo que tu obsesión por terminar es lo que te ha impulsado. No importa cuanto te digan que no, en tu mente es una idea contradictoria, un contrafáctico: aún cuando no seas la mejor, cuando no sepas hacer cosas de las materias que quieres... aún cuando sabes que es una competencia feroz y que se quedarán muchos, tú persistes. El beneficio es persistir. 
- Pero es que...
- Cálllate: tú eres resistente, tienes un umbral del dolor alto, nunca te ha importado nada más en esta vida que las cosas que te retan... no te importan otros, no te importas a veces tú. Pero esto sí. Es tu única oportunidad. No dejes que te la quiten como otras cosas. No dejes que nadie te aleje de lo que quieres hacer. 
- Todos están en mi contra. 
- Pues contra el mundo si es necesario. De esto hablaba Ayn Rand: el hombre se hace a sí mismo. Es la masa la que habla, la que te intentará quitar lo más preciado que tienes. A la mierda si no sabes convivir, si nadie te habla, incluso si nadie te quisiera: te tienes a tí misma. 
- Pe... pe... pero ¿qué hago? 
- ¿Recuerdas que leíste a Sagan y dudaste? ¿Recuerdas que Dawkins era un ateo a crítico? ¿Recuerdas el furor cuando declaró Hawking? Es la ciencia lo que tienes que estudiar... Es sobre cómo fundamentamos el conocimiento científico: tú sabes que hay algo más. Tú sabes que es difícil. 
- Bueno - contesté por primera vez sin titubear- Pues creo que en eso hay algo. Sabes... cuando son esos temas, como que mi cansancio se apaga, puedo estar mil horas, puedo estar investigando y escribiendo, recopilando información, buscando partes, armando puzzles... Creo que...
- ¡Finalmente! Has encontrado tu voz. Ve en paz. 
- Pero aún tengo muchas dudas, quisiera que alguien me diga qué hacer, quisiera que...
- No, tú lo sabes: no es ser inteligente, ni maravilloso, ni capaz, incluso ni siquiera es ser disciplinado: es aferrarte a tu sueño, ser obsesivo, ser el que se convenza y continúe. Aunque los demás te digan que estás loco. 
- Como un genio. 
- Kind of, si. Convéncete que eres un genio todo el tiempo, y que esa obsesión te ayude en tu hora más oscura. Observa la vida del genio, del virtuoso: no es un camino recto ni fácil, no les ayuda ni ser genios ni virtuosos. 
- Y qué hago si me vuelvo a molestar conmigo. 
- No lo hagas: no sirve de nada. 
- Espero volver a conversar contigo. Creo que estamos de acuerdo en muchas cosas: por eso peleamos y por eso nos perdonamos. 
- Ya verás que esto llegará a buen término: la decisión es tuya.

Cada que argumento, cada que encuentro una discusión, una postura, una posibilidad, plausibilidad, un discurso, siento que hay ese fuego, ese movimiento: las cosas se mueven. Las cosas están ahí para mí, piden que les ponga atención. La polémica es un disparador de emociones, pero también de razones. Y son razones lo que busca un filósofo. 

Y es necesario que se divulguen los problemas: para establecer empatía, comunicación. Para entender al otro, aunque no estemos de acuerdo con él. Es necesario leerlo, darle voz y aunque no nos guste, encontrar, buscar los puntos en los que tiene razón, en los que no vemos lo que él ve... ¿no es así la vida misma? 

La lógica es clara, nos da muchas herramientas para comunicarnos. Pero también para analizar el discurso de otra persona. Muchas veces comprendemos más escuchando que hablando. Cuando vemos su argumento, esa persona tiene ideas, tiene voz, es algo más ella misma porque agrega algo que no estaba. 

Y veo argumentos en todo: en las series de televisión, en las novelas que leo, en las películas, en los noticieros; en mis creencias, en mi familia, en mis amigos, en mis compañeros con los que me llevo bien y con los que discrepo. Anticipo búsquedas situadas en argumentos. Quiero hacer una biblioteca basada en argumentos. 

Y cuando los veo la película, el material, la persona, significa algo más para mi: porque su razón me reveló sus secretos, su verdadero yo. Su eso, como dice Daniel Pennac. 

Si se hicieran las terapias basadas en razones, las curaciones serían más óptimas. Si la búsqueda fuera clarificar tus propios pensamientos y creencias: seguro te harías más agradable a tus mismos ojos. 

Cuando expresas tu argumento, cuando logras hacer la introspección, no es ética, ni lógica, ni estética, es la filosofía que corre por tus venas: sabe algo de ti, te conoces a ti mismo. 

Los argumentos fueron mis enemigos: yo tenía miedo de argumentar. Pero también fueron mi terapia, mi tratamiento, mi obsesión, mi manera de ver el mundo y de acceder a los conocimientos de una carrera tan dura y tan retadora. 

Supe quién era, supe que tan lista o estúpida era, salían nuevos retos, son mis lentes para ver el mundo. Y no porque la vida se divida en eso, sino porque es más tolerable de ese modo. 

Así que entiendan esa emoción, mi apertura no será mucha en asuntos mucho más íntimos. Pero sé que estoy abierta a argumentar. Eso es lo que me gusta, es mi vida y lo que quiero hacer. 



martes, 27 de octubre de 2015

La nueva temporada de South Park o lo que es ser un artista

No hay palabras que describan la emoción, los pensamientos, la maravillosa crítica a lo que acabo de ver. Que es la evolución del discurso de una serie, la maduración de sus creadores, el nacimiento de dos artistas. 

Y no me malentiendan, se lo que dije que Trey Parker y Matt Stone son dos señoras regañonas judías... pero me han cerrado la boca con su trabajo y han erosionado mi argumento de que su serie sirve para regañar a adultos. Su serie sirve para darnos cuenta de lo que somos como sociedad, nos confronta con nosotros mismos, nos hace pensar. 

Parker y Stone evolucionaron. Sus argumentos cada vez son mejores, sus mensajes tienen que ser pensados para que se puedan descifrar, exponen claramente los simbolismos de esta sociedad llena de doble moral, dobles discursos y cada vez más esquizofrénica. 

Su crítica es puntual y sus guiones impecables. Su virtud es vincular un elemento cotidiano con el problema de una celebridad o un asunto polémico. Extienden el argumento, nos presentan el absurdos. Su prueba con hipótesis nos lleva siempre a lo que ellos querían. 

No pretenden enseñarnos nada: South Park expone, satiriza, nos hace ver nuestros fallos. Nos hace ver que lo peor no es que pensemos mal o bien, sino no aceptar lo que hacemos. Nos hace pensar que no podemos huir de la realidad, por muchos discursos, corrección política, estupideces cada vez más grandes en la ideología. Ellos están ahí, y su programa está más vivo que nunca. 

No es justo comparar con series que sigo y que son mis favoritas (me ocurrió con South Park que prefería los proyectos de teatro y cine de sus creadores). Pero hay algo en la manera en que argumentan, algo en su criticismo y en sus composiciones que me hace pensar que es más profundo de lo que parece. 

No quiero engañar a nadie pero... aunque no me gustaban muchas de sus ideas y lo que representaban, creo que me ganaron con The Book of Mormon y con Team America World Police. Estas nuevas temporadas coronaron su éxito como lo que yo llamo filósofos contemporáneos de la animación. 

Parker y Stone son críticos de su tiempo, compositores, músicos, guionistas, creativos. Han hecho una de los seriales más queridos, fascinantes y polémicos de todos los tiempos, tan sutil, tan irónico, tan retador como las series que los influenciaron. 

Recomiendo el documental Seis días para salir al aire. En donde se observa el proceso creativo de Stone y Parker, la forma en que relacionan los elementos para la trama de su producto. Lo mucho que quieren hacer algo significativo y que quieren hacer reír. 

En el documental empatizas con ellos: porque ves su dolor, su obsesión, el trabajo que es y la infinita satisfacción que es hacer que las cosas importen. Parker confiesa que le gusta armar modelos a escala, porque a veces sólo quiere que alguien le diga qué hacer. 

Y es que tanta la presión, el desvelo, la corrección política y los falsos halos que hay en una industria como la del entretenimiento es demasiada. Pero ellos nos muestran que el genio ríe, el creador ama a la humanidad, (tanto que le señala sus errores); los amigos se ayudan entre sí, la risa libera y todos les deseamos larga vida a South Park.

Todos saben que es Good philosofellas. Si, ese. 

¡No puedo creer que sean filósofos!

A veces olvido que este es un blog de filosofía y lo lleno de mis porquerías y de las cosas que pienso... Pero es una muestra importante de mi pensamiento, mis ideas y mis puntos débiles, sirve para hacer una parodia de mí misma. 

En fin. Esta lista bien podría pertenecer a su gustada sección Personas que hablan de filosofía sin ser filósofos. Pero me pareció más interesante vincular a personas de la farándula que hayan estudiado filosofía. 

Algunos saben de estas personas, otros no, otros quisiéramos ser cómo ellos cuando terminemos la carrera y la maldita tesis. Lo cierto es que hemos disfrutado de sus trabajos y de sus ideas y podemos ver que la filosofía permea en todo.

1. Matt Groening. En una entrevista con Jay Leno, Groening explica que estudió filosofía. Nietzsche, Kierkegaard y esas cosas. Se desempeñó como dibujante de una tira llamada Life in Hell. Antes de los Simpsons se desempeñó como lavaplatos, chofer y ayudante de limpieza. 

2. Gene Siskel. A la derecha de Ebert, majestad supremo de los críticos de las películas. En el documental Life Itself, se menciona que Siskel estudió filosofía, pero se desempeñó como escritor en el Chigaco Tribune. Ganó el Pulitzer en la madurez de su carrera, no en los inicios como Roger Ebert. La crítica y los contrapuntos de los filmes son su punto fuerte. 

3. Steve Martin. Comediante, productor, guionista, cantante, curador de arte. Y filósofo. Además de ser uno de los invitados recurrentes a Saturday Night Live. Martin es abiertamente ateo y crítico en la comedia. Posee una colección de arte; tiene una canción muy buena sobre los ateos y recientemente apoya al artista Lawren Harris en su exposición del museo Hammer en los Ángeles. 

4. Ethan Cohen. Graduado en Princeton, con una tesis sobre Wittgenstein. El cineasta que junto con su hermano Joel nos trajera piezas como The Big Lebowski, Fargo, True Gritt, es también un filósofo. 

5. Bruce Lee. Es difícil conciliar al actor y deportista con la imagen de filósofo, pero en su paso por la universidad de Washington y su afición por las artes y el deporte muestran que se pueden conjugar un espíritu disciplinado con una carrera retadora. 

6. Theo James. El actor de la serie Divergente estudió arte dramático y filosofía en la Universidad de Nottingham. Bien parecido y estudioso, por desgracia, James no se graduó de la carrera de filosofía, pero influyó en su decisión de actuar. 

7. Ricky Gervais. SIIIIIIIIIIIIII: el cómico favorito del universo. Bien, no, pero el mío si, no sólo es locutor, guionista, standupero, actor y abiertamente ateo. Gervais posee un estilo crítico, ácido y un muy negro sentido del humor. Su comedia de observación es exquisita y sus chistes y burlas son sobre temas que no merecen la solemnidad que la gente cree que se les debe. Ahora sé por qué lo amo. Sé por qué Gervais es necesario para el mundo. 

Bueno, no, pero para mí si. 

Sin más... espero se repita esta sección porque es cierto que en el mundo hay cada filósofo, que su arte los desenmascara. 

Fuentes: 

http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2015/619017/6/steve-martin-ahora-es-curador-del-pintor-lawren-harris.htm

http://www.bestcollegesonline.com/blog/2012/03/27/14-famous-people-who-were-philosophy-majors/

http://www.hollywoodreporter.com/news/divergents-theo-james-four-690101

https://www.youtube.com/watch?v=Rd3mUGo2WFE


Películas con contenido filosófico.

Me he dado cuenta que este podría ser un blog de cine aceptable... por dos razones: 

1. Me la paso viendo películas. 
2. Sobre analizo las cosas.
3. Me creo crítica de cine porque vi a Zizek y a Doug Walker. My bad. 

Pero lo cierto es que es muy fácil producir contenido a través de reseñas, de recibir información y de vincularla en la cabeza con los contenidos filosóficos que he aprendido. Además, cuando hay una gran película de moda, o bien que es dura de ver, es una experiencia que nos gusta compartir y analizar. 

En fin. El sitio tasteofcinema.com ofrece una lista de películas con un mensaje filosófico decodificado en su trama, diálogos y simbolismo. 

Cabe señalar que enlistaré las películas y pondré algunos detalles. Porque: 

a) Muchas no las he visto y son de directores que conozco y admiro. (Siempre demostrando mi profesionalismo). 
b) Algunas películas que vi... cuando las vi no las entendí. Tenía como 10, 12 años y pensaba que serían diferentes. 
c) Algunas las vi en la adolescencia y ya no las recuerdo... tendría que verlas otra vez, para qué les miento. 

Bien, así la lista. 

1. Rope (1948, Alfred Hitchcock). Actúan James Stewart, John Dall. Es fundamentalmente existencialista, el vehículo es un crímen pasional. 

2. The fountainhead (1949, King Vidor). Actúa Gary Cooper. El mensaje de Ayn Rand es político y ético. El hombre se hace a sí mismo, pero la masa amenaza con su individualidad. 

3. The Seven Seal (1957, Ingmar Bergman). Aborda temas como la filosofía de la religión, el problema del mal, la búsqueda del significado y el existencialismo. 

4. La Dolce Vita (1960, Federico Felini). Con Marcelo Mastroianni y Anita Ekberg. En el sitio dice: "Tal vez no haya una cosa como una buena vida, pero las decisiones que tomas la pueden determinar". 

5. My night at Maud's (1969, Eric Rohmer). Es una discusión sobre el problema de la existencia de Dios, a través de una apuesta con las dos posturas discordantes. 

6. Love and Death (1975, Woody Allen) El judío favorito de todos (aparte de Dylan y Jesús), nos trae esta comedia sobre un hombre que planea un crimen que no puede cometer. Hay referencias a Kierkegaard, Kafka y los escritores rusos. 

7. Being There (1979, Hal Ashby) Peter Sellers personifica a un jardinero cuya filosofía de vida lo lleva a una esfera de poder y política. Es una comedia con referencias a Martin Heiddeger, filósofo de gran complejidad. 

8. My Dinner with Andre (1981, Louis Malle). Protagonizada y escrita por Andre Gregory y Wallace Shawn. Una conversación en un café puede tornarse profunda, provocadora y siempre filosófica. Dos visiones de la vida aparentemente opuestas pueden acertar y equivocarse a la vez. 

9. Blade Runner (1984, Riddley Scott). Del filósofo Phillip K. Dick, actúan Harrison Ford, Rutger Hauer (sexy), Sean Young y Daryl Hannah y Edward James Olmos. Los replicantes son robots cuya inteligencia artificial los pone arriba de los seres humanos. Este problema se acentúa cuando se elabora una conspiración para aniquilarlos, por lo que cuestionan a su creador y a su circunstancia. Es recurrente en el cine el tema del existencialismo y es curioso observar que muchas tendencias en el diseño de arte y de vestuario se repiten hoy día. 

10. Barton Fink (1991, Joel and Ethan Coen). La película es sobre un intelectual con una crisis creativa, es una metáfora visual del cielo y el infierno. Actúan John Turturro y John Goodman como el amigo de Fink. 

11. The Addiction (1995, Abel Ferrara). Es una película sobre vampiros cuya protagonista es una graduada de filosofía. Al ser mordida e infectada, decide cambiar su estilo de vida.

12. The Truman Show (1998, Peter Weir). Imagina que transcurre tu vida normalmente en un apacible y pintoresco pueblo, tienes esposa, vas a trabajar, haces tus actividades cotidianas... pero ¿y si todo fuera un show? Con un irreconocible Jim Carrey, Ed Harris y Harry Shearer (Skiiiiiner), en esta película se trata el problema del escepticismo, el sentido de la vida y el cuestionamiento sobre si se puede cambiar el destino. Truman debe luchar por su vida al no aceptar tener una personalidad televisiva, una zona de comfort, una vida prefabricada. Aunque al final sólo se decida cambiar de canal para ver otro reality show. 
Dato curioso: la película se menciona en el libro de Jonathan Dancy, Introducción a la epistemología contemporánea. 

13. The Matrix (1999, Larry and Lana Wachowski). Nuevamente el cuestionamiento del sentido y la vida prefabricada pero con una estética cyberpunk y con el planteamiento de la intervención de la tecnología. Se establece la división entre dos mundos: uno real y otro al que no pertenecemos. Uno tiene que hacer la elección. 

14. Memento (2000, Christopher Nolan) Actúa Guy Pierce. En este largometraje se abordan los conceptos de percepción del tiempo, memoria, identidad personal, venganza, por mencionar algunos. 

15. Waking life (2001, Richard Linklater). Linklater aborda desde los sueños las preguntas y perspectivas filosóficas de la vida, en especial desde el punto de vista de la religión. Primera película de animación en esta lista.

16. I Heart Huckabees (2004, David O'Russell) Actúan Dustin Hoffman y Lily Tomlin. Un hombre quiere mostrarle a su rival, mediante la psicología y el arte, su verdadera personalidad y así poder derrotarlo. Contiene referencias a la doctrina freudiana y al surrealismo. 

17. Eternal Sunshine of the Spotless Mind. (2004, Michel Gondry). Dos amantes desean olvidarse, por lo que entran en un espiral de malos recuerdos y lagunas mentales que les hace recordar su propia historia. Actúan Cate Winslet y Jim Carrey. La moraleja de la película es entender por qué cometemos un error y si es preciso, por qué lo volveríamos a cometer. 

18. The Fountain. (2006, Darren Aronofsky) Actúa Hugh Jackman y Rachel Weisz. Jackman es un cirujano que en aras de curar a su esposa cree que la muerte es un enemigo a vencer y no un proceso necesario. Es el rebelarse contra la naturaleza para encontrar algo mayor. 

Y por supuesto, aquí hay menciones honoríficas: 

- The Stranger. (1967, Luchino Visconti). 
- Inception. (2010, Christopher Nolan). 
- A Clockwork Orange (1971, Stanley Kubrick). 
- Solaris. (1972, Andrei Tarkovsky). 
- Rashomon (1950 Akira Kurosawa). 
- Lake of Fire (2007, (Tony Kaye). 
- Cartesius (1974, Roberto Rossellini). 
- The Shawshank redemption. (1994, Frank Darabont)
- 12 Angry Man (1957, Sidney Lumet). 

Consideraciones sobre la lista (verborrea): 

- ¡No está Von Trier! Sinceramente, qué bueno, creo que hay cierto efectismo en sus películas, no tanto que sea filosófico... aunque a veces me ha engañado muy bien. 

- No hay tantas comedias, creo que la comedia es un asunto puntilloso en sí, o es un reflejo de los tiempos de persecución política de la comedia por la corrección política. 

- También me sorprende no haber visto a Haneke (¿Amour quizá?) a Paul Thomas Anderson, a Charlie Kauffman... creo que nunca habrá listas ideales, pero si me queda a deber. 

- No pensé que una película de animación se colara, sospecho que la animación también es engañosa, porque hay muchas ventajas tecnológicas e historias para niños más retadoras que ahora. 

- Por otro lado, no hay películas de terror. Y el terror psicológico es filosofía de la buena. 

Sin más, espero ver más películas de contenido filosófico, me ha dado idea para hacer mi lista. Porque todo es incipientemente filosófico, y el cine, más. 


Hacernos weyes

¿Vieron el video en donde el conductor sombrerudo le toca la chichi a la conductora con el escote, después de que le hace bromas sexuales y le dice que tiene unas cosotas? 

La naturaleza humana es una fábrica de maravillas.

Vi el video por morbo... pero perdí mi tiempo. Sólo me ofendí a lo pendejo: resulta que los conductores estaban bromeando. ¡Vaya! No pensaron que se hiciera viral el video, aun cuando saben cómo funciona la tecnología y cómo funcionan las opiniones de las personas. ¡Qué maravilla!

En la vida real, lo que esto sea que signifique, los conductores son amigos, se llevan así y el segmento fue actuado. Sólo querían notoriedad. 

Fue curioso lo que pasó: al principio le dieron la razón a la conductora, le sugirieron ir a Conapred porque había sido acosada sexualmente en vivo. La reacción de este machales fue, como todos los machales, decir que no había pasado nada, que ella estaba hormonal, que merecía la crítica porque ella no le había gustado y no quería. 

Pero después que se supo que era una broma, salió de por sí más misoginia hacia la conductora que antes. Fue obvio lo que pasó... pero ¿prestarse a eso? ¿Permitir esa humillación? 

Imagino a mujeres que si han sufrido el acoso y que ni se lo imaginan, ni siquiera se defienden (porque era obvio que no tenían por qué hacerlo si ni siquiera habían provocado nada). Imagino lo difícil que es confiar en algo que aparece en internet, dada nuestra vulnerabilidad hacia las causas y nuestra manera de ofendernos por todo. 

¿Hay una falta de seriedad o de criterio? Salen las peores emociones de las personas en un medio que favorece el anonimato y salen también, las peores imágenes y actos para presionar todo botón de la susceptibilidad humana. 

Pero ambos extremos son en donde menos razones hay. Donde más personas sacan a relucir sus frustraciones, sus heridas, sus confusiones metodológicas. Lo cierto es que, cuando hay ese tipo de polémicas y de reacciones, es por un problema que no han admitido: se muestran cómo realmente son. 

Y no me malentiendan, pero nadie puede hablar sobre nada, porque si hay algún supuesto, una verdadera creencia que no agrade a todos, que no sea lo que quieren oír, inmediatamente es motivo de censura, de insulto, de agresión. 

Cómo la conductora en cuestión no fue agredida, automáticamente es una puta. Si se hubiera quejado, entonces es una chillona, no aguanta nada. Y el conductor sombrerudo es un macho, a ese si hay que aplaudirle. O no, porque es un imbécil por habernos engañado. 

Lo peor de estos problemas es que comienzan porque nos queremos hacer los chistositos. Y después no admitir lo que dijimos, no decir lo que realmente pensamos, a saber: 

- Las mujeres son inferiores. 
- Las mujeres no merecen respeto.
- Todas las que tienen escote son unas golfas. 
- Está bien ser macho. 
- Las mujeres son idiotas. 

Yo soy lo menos feminista posible, al contrario, pienso que todas las feministas se enderezarían con un macho (ese chiste lo escuché en una cantina); ni tengo un prejuicio favorito, pero lo cierto es que cuando emitimos una opinión hay una especie de discurso que quisiéramos decir, pero no podemos. Y entonces lo sublimamos, lo ocultamos, hacemos un discurso inconsciente, nos mentimos porque en realidad, eso no lo pensamos.

Y es ahí donde empiezan los problemas: todas las discusiones podrían evitarse si uno se diera cuenta de cuáles son sus creencias, cuáles sus prejuicios, cuáles los temas que le hieren o a lo que somos sensibles. Se podrían tratar de mejor manera. 

Es como las alergias: si no sabemos cuáles son y por qué son, podemos prevenirlas. Tenemos que tenerlas en cuenta, saber por qué nos hace daño eso y no otra cosa. Y saber con qué se erosiona.

Detrás de esos profundos prejuicios hay años de poca educación, de maniqueísmo, de metodología deleznable, de ideas perpetuadas por idiotas. Aparentemente pensamos que hay libertad, pero lo cierto es que nos sentimos cómodos en el odio y en las creencias que no tienen correspondencia con la realidad. 

Con cada insulto que me han hecho veo un profundo desprecio hacia lo diferente, hacia la gente que argumenta, hacia los que no son de una manera y no tienen que escuchar a otros para ser felices. Y sin embargo, no me entrometo en sus creencias y los dejo ser. Yo no soy como ellos. Yo si creo en lo que creo. 

Y sé como hacer para que no me afecten sus comentarios: les respondo con algo que los haga pensar, con algo fuera del esquema. Con algo que saque cómo son realmente. No es para que continúe la cacería de brujas, pero al menos el agresor se va a dar cuenta de lo que está pensando. 

Yo reconozco que he agredido, que he odiado, he sido prejuiciosa: se lo que se siente vivir en el odio, se lo que es profesar una falsa superioridad moral, se lo que es crucificar y ser crucificado. Pero aprendo del error, intento entender lo que me pasaba y aceptar las cosas. De arrepentirme si hice mal y lo siento, o de ACEPTAR LAS CONSECUENCIAS DE MIS ACTOS. 

Cuando vi el video, no me indigné... sólo pensé: lo que unos están dispuestos a hacer por fama. Y pensé también en todas las personas que quieren sentir la adrenalina de molestarse por algo, lo que sea, pero el chiste es hacer ruido. 

Y después, ya que todo haya pasado, ya que no importe o no esté de moda, hacer como que no pasó. Hacernos weyes como siempre. 

domingo, 25 de octubre de 2015

Cuando el tiempo se volvió rápido

Y de repente... casi estamos al final del año, faltan dos meses para que se acabe este año de mierda. Un año que parecía no terminar nunca. Que se volvió lento gracias a la tragedia y la tristeza. 

Cuando festeje, festejaré de verdad. Son los segundos que faltan para que el año me deje de succionar la vida. Voy a empezar el otro maldito año como si me hubieran quitado un peso de encima, voy a comer langosta en la cena y en la comida. 

Y es que sólo tuve trabajo horrendo y lento. Me estanqué en mis proyectos, me invadió la tristeza y decidí no volver al ruedo hasta que se me aclare la mente. 

No salía de mi casa, sólo para la escuela. Además de que me perdí muchos eventos. No lo sé, la verdad es que no tenía ganas de salir. Ni siquiera quería levantarme. 

Mi pesimismo aumentó considerablemente: me di cuenta que la gente me molestaba mucho. Tanto cerca como lejos. Los hombres me parecían todos unos tarados, que ni siquiera les importaba cómo me sentía mientras pudieran salir a pasar "el rato". 

Dejé de hacer lo que quería, todo se convirtió en una especie de lastre. El tiempo comenzó a pasar más lento... como cuando te sientas a ver la tele local cuando te encuentras sólo y deprimido. Cuando no tienes nada que hacer y sólo quieres escuchar el ruido de fondo. 

No era el tiempo en sí... era sólo la tristeza: porque la vida duele cuando tienes que madurar, entender procesos y entender que no te puedes escapar de la realidad, de la responsabilidad. 

Supongo que se había juntado todo: tristeza, frustración, decepción. Estaba agotada: todos los días era siempre lo mismo, la misma rutina, el ver cómo se derrumbaba el mundo que conocía. 

Ya cuando todo pasó... terminé el trabajo, volví a los proyectos, supe que las personas que hacía daño debían irse; acepté que es necesario dejar ir para poder crecer. 

Terminé con ese año de mierda... en octubre. Cualquier momento es bueno para empezar a cambiar. 

Y el tiempo se volvió rápido: quiero hacer otras cosas, quiero retomar mis proyectos y terminar cosas. No dejarlo ya para mañana. Ya no me aplasta el pinche mañana. 

Tomaré mi tiempo, no viendo estupideces y esas cosas: tengo que planear mi estrategia, terminar cosas y compensarme, ponerme al corriente conmigo. Que esta vez sea de verdad. 

Porque el tiempo se pasa demasiado rápido, pero con la tristeza y la pasividad, puede volverse una prisión, puede congelarse para quitarte el espíritu. 

viernes, 9 de octubre de 2015

Yo vs los gays

Hace no mucho tiempo, en la secundaria, fue que empezó mi rivalidad con personas que eran homosexuales. En ese entonces eran lesbianas: el pleito comenzó porque no quería ir a una fiesta que me habían invitado. Yo no quería ir porque nunca les simpaticé y nunca conversamos siquiera. Terminó en un pleito estúpido con una de ellas y con una maestra, lesbiana también, que las apoyó, pese a ser mis argumentos superiores y mi apelación a la justicia. 

En la preparatoria me tocó un problema peor: que son los homosexuales que no aceptan su homosexualidad y la subliman defendiendo a sus amigos, apartando a mujeres de ellos y criticando a mujeres como lo harían otras mujeres. Homosexuales que se ensañaban con alguien, en este caso conmigo, y que no era posible hacerlos cambiar de opinión. 

Y no sólo eso: también había personas que fingían ser gays para la obtención de beneficios y ventajas sociales. Como más atención, atención de sus papás, amigos homosexuales... neutralidad académica. Desconozco por qué era yo su chivo expiatorio. 

Y ya en la universidad, muchos de los homosexuales (sorprendentemente más hombres que mujeres), pese a estar en una carrera en donde impera la racionalidad, el pensamiento analítico y el cuestionamiento de los supuestos, eran una bola de envidiosos. Miraban mi mejor ropa con odio, me criticaban a mis espaldas, tenían celo profesional. 

Todos, absolutamente todos los homosexuales perpetuaban el estereotipo que tanto querían evitar: el del gay envidioso, promiscuo, hipócrita, heterofóbico y bisexualfóbico; superficial y exagerado. Incluso hasta dogmático.  

Sobra decir que muchos pretendían hacer de su homosexualidad la personalidad de la que carecían. Se comparaban con activistas, pugnaban por la tolerancia, imponían a veces sus ideas argumentando los años de agresión, de ocultamiento, de ridiculización. 

Pero ellos a su vez ridiculizaban, ocultaban y agredían. Además de que partían de ese supuesto: 

Si me criticas, eres homofóbico. 

Bajo ese supuesto, la homosexualidad parecía como incuestionable, incluso parecía una especie de comodín para evitar caer en polémicas. Pasó de ser un fenómeno natural a una especie de entelequia, a una especie de representación errónea. Dejo de estar sujeta a crítica... se convirtió en maniquea y falsa. 

No se podía hablar de nada: que si el sexo bareback, que si tal dramaturgo utilizaba el aspecto de la promiscuidad como una alegoría, que si Larry Kramer no era tan homosexual como decía, que había que aplaudirles por todo, que había que ser todos gays para que el mundo, la economía, la filosofía, incluso la tecnología funcionara mejor y correctamente. 

Todos empezaron a ofenderse y el que cuestionaba era un paria homofóbico... dejé de juntarme con ellos no porque fueran gays: era porque eran unas personas terribles. 

Y es que lo reitero: años de ser discriminada (por mis ideas, por mi peso, hasta por mi color de piel, por no ser alta), me han sensibilizado para entender que no está bien poner etiquetas: que es mejor conocer a una persona. Si coincide con nosotros, juntarnos con ella. Si no, tal vez anteponer nuestros juicios. Mas no al revés. 

Yo estoy abierta a las críticas, a los cuestionamientos. No a los insultos ni a ser chivo expiatorio de gente que sublima su odio por sí mismos disfrazándolo de intolerancia.

Varios homosexuales se creen una combinación de Chris Colfer (el de Glee), Alan Turing, Beckham y Ellen Degeneres. Ponen de estandarte a gente que no quiere serlo, se apersonan los discursos para legimitimar su falsa representación. Creen lo que quieren pese a que las evidencias aportadas por su misma comunidad representen lo contrario. 

Y todos sus años de ser discriminados los hacen odiar, pero acríticamente, ciegamente, a gente que podría apoyarlos, que los acepta e incluso puede ser inofensiva.

Ante esto recuerdo a Larry Kramer, cuando esgrimió el argumento de las revueltas de Stonewall y cuando cuestiona el estatuto de la homosexualidad: 

- Los gays de Stonewall lucharon por su derecho a la promiscuidad, en vez de luchar pos sus derechos sociales.
- Odio como los gays nos hacemos las víctimas, cuando en realidad somos unos cabrones. 

Y yo odio ver cómo los gays que me han agredido, no tienen ni la belleza de un Colfer ni la genialidad de un Kramer ni un Turing (denominado prematuramente mártir de los gays). Y creen que la masa los cobija, se creen valientes sin actuar solos, necesitan auditorio, proclaman que no quieren a una persona en específico como cuando critican al mismo Kramer, pelean por quimeras... 

Si criticarlos me hace ser homofóbica, intolerante y odiosa, como ustedes han sido conmigo... quiero decirles que acepto todos sus calificativos. Como los acepto como personas y como acepto que su preferencia sexual no es ni amenazante, ni un problema para mí. Así de homofóbica me encuentran. 

Y en palabras de Ned Weeks: yo no voy a aceptar que me tachen de rara o de enferma, tenemos el mismo corazón. 

Vienen mil cosas mejores

La esperanza es un estado peligroso pero eficaz: la esperanza genera una especie de pensamiento mágico. Esperas algo, lo que sea, da la ilusión de movimiento: porque eso que esperas "va a llegar", llegará y te sacará de ese estado miserable y terrible de miseria en el que ahora te encuentras. 

Ahora vamos a la parte de traumas de la niñez. Pero no quiero hacer el cuento largo: cuando mi amiga de tres años me dejó, creí que comenzaba una especie de maldición en donde nada, absolutamente nada me duraría más de tres años. Y por mucho tiempo así fue, hasta que llegó mi gran verdadero amigo. Tenemos nueve años juntos, a la fecha. Conocí a otros buenos amigos. La supuesta maldición sólo estaba en mi cabeza. 

No soy feliz pero me gusta ver las cosas buenas de la vida, porque de hecho vienen cosas mejores. Fin del post. 

No, la verdad es que no. 

Cuando esa ojete me dejó sólo sentía odio, ira, mucho coraje. Me echó la culpa de que esta amistad no funcionara, se convirtió en mi enemiga... cambió totalmente. No digo que los amigos no cambien con el tiempo, pero, ¡carajo!, creo que pueden aceptarse pese a los cambios. 

Yo creo que su problema fue que ella nunca me quiso, ni me aceptó ni me tuvo nunca con buen concepto: siempre me odió, sólo quería a alguien para que le diera cosas, para que la sacara de su estado aunque sea por un tiempo, para sentir que tenía algo seguro. Pero la verdad, que bueno que no fui yo. 

Al menos de mi parte, nunca hubo malos tratos, había regalos (que jamás devolvió la muy "digna"), salidas, buenas conversaciones, buenos momentos, buena comida. Modestia aparte: pero a mí si me gustaría tener una amiga como yo. Como ella, huevos. 

Ese fue un paso para superarla más rápido: saber que yo no tuve la culpa de que esto no funcionara: siempre di lo mejor, no todo, pero lo mejor. Siempre fui un oído comprensivo, una persona generosa, una persona dispuesta. Reconocí mis errores, mis ideas, siempre me vi como una persona que le decía la verdad. Y yo si me sentí diferente. 

Y aunque le guardé luto, porque es bueno aceptar que algo nos duele y nos molesta... no fue demasiado tiempo, tuve y tengo apertura para volver a querer. Para tener otra amistad. 

Y fue entonces que conocí a mi gran amigo, que a la fecha, fue el bueno. Me abrió las puertas de su corazón y de su casa, conocí a sus familiares, a otros amigos. Me ha prestado dinero (que he pagado), a todos sus favores correspondo con reciprocidad. Vive en el estado, pero me gusta trasladarme para verlo, incluso trazo nuevas rutas para llegar más rápido. 

Yo estoy fascinada con él: es superdotado, es desafiante, y si peleamos nos contentamos. En su cumpleaños hablé de él: yo no sabía lo que iba a pasar, no estaba segura de muchas cosas. Pero sí estaba segura de que él y yo seguiríamos juntos. 

Incluso, prometo ante ustedes, philosofellas, que él y yo iremos a Nueva York. La ciudad que nunca viene. Y vamos a vivir como reyes. 

Y estaremos juntos toda la vida, porque somos iguales: él rompió la maldición de que nada me duraba tres años. Él entró a mi corazón y a mi vida. Me ofreció su casa cuando me corrían de la mía. Él es mi único amigo. 

Pero gracias a él, si, a él, fue que volví a creer en la amistad, en el bromance, en el amor. Me ayudó a ser quien soy. Con él soy quien soy. Por él se que el futuro puede ser bueno. 

Y para la amiga anterior, ya no ojete, ya no hipócrita, ya no odiada. Puedo decirle que gracias a que se fue, lo encontré. Nos encontramos. Ella me preparó para amar al que en verdad me quería y aceptaba. 

Y hoy, cuando un poco de rencor se borra, miro a mi amigo y veo el futuro que nos espera: grandioso, eterno y feliz como nuestra amistad.  

domingo, 4 de octubre de 2015

Cuando tener sexo se volvió complicado 2

Si bien esta no es una sección, aún tengo mucho de qué quejarme (hay una primera parte en este blog).

Decidí volver al ruedo... bueno, no estoy segura. Pero lo cierto es que quiero salir otra vez. Pero no hay nada seguro... pero quisiera sólo que no fuera tan formal y a la vez algo pasajero... Pero la verdad, prefiero no volver al ruedo. 

Opciones... bueno, hay opciones. No se trata de cuerpo, no se trata de planes a futuro (no siempre), no se trata de cualidades amatorias (ser bueno en la cama o no). Se trata de tener claro lo que quieres y encontrar alguien con quien tener química. 

La química es muy poderosa, pero tiene la desventaja de acabarse, de ser cosa de un momentillo. De hacer que te quedes con una persona que no quieres, que no tiene nada que ver contigo. 

Pero tienen química, y veo las cosas tan maravillosas que se me olvida que no es perfecto, lo veo hasta guapo, lo veo como la mejor persona del mundo. La verdad, es que deja mucho que desear. 

Y es que el problema es que no nos ponemos de acuerdo: él cree que todo vale porque yo no le digo nada, porque quiero hacerlo feliz en todo. Quiero que él me quiera, que se sienta cómodo conmigo, que no piense en ninguna mujer mas que en mí. Y fallo miserablemente. 

Porque nada de lo que tengo en mi cabeza es plausible siquiera. Todo lo que quiero ni siquiera se lo dije: le digo a todo que si, por lo que él cree lo que cree. 

Y si me lastima, es mi culpa: porque yo no le dije, yo no le especifiqué, y él era más maduro y yo no tengo nada que hacer mas que reclamarle. Yo me asusto ante tal o cual problema. Y mi extremo es más o menos igual: él tiene la culpa, él no me quiere, no me responde como yo le digo. 

Y todo se va al carajo, porque si a algo estaba destinada esta relación, era a que no funcionara. Uno puede querer a alguien, pero al parecer ese alguien no le corresponde. 

Y así es como tener sexo se vuelve complicado. No porque que haya un género que es más problemático que el otro. Es porque los extremos hacen daño, porque nadie especifica lo que quiere y nadie habla de cómo se siente con el otro. Ni le importa cómo se siente el otro. 

Si el otro no habla... dudo que se puedan poner de acuerdo. Dudo que algo pase, dudo que algo bueno surja, si sólo buscamos culpables y peleas, y ni siquiera sabemos por qué estamos tan enojados... No lo sé, sigue siendo complicado. 

Y por eso es que decidí no volver al ruedo. No hacer nada, no enfrentar nada... Prefiero hacer otra cosa. 

Como recordatorio: 

La semana pasada mi pareja me lastimó de manera muy baja, me sentí traicionada. Me dolió tanto: como si me dieran un puñetazo, me apuñalaran a lado de las costillas, como si hubiera caído de diez pisos y hubiera sobrevivido, pero no con una buena vida. Lamento la desastrosa analogía, pero se siente de la verga. 

Creo que en vez de sustituir a alguien, quisiera dejar de lado todo. No es bueno enfrentar ese tipo de problemas, cuando tienes otros peores.