sábado, 5 de octubre de 2019

Canciones con filosofía: Una mañana

El pasado 28 de septiembre murió José José, el Príncipe de la Canción y parte del soundtrack de la historia de vida de muchos mexicanos. 

Como en la escuela de Juan Gabriel, tenemos a aquellos que celebran el amor, la tristeza, la belleza de la introspección, con algunos destellos de felicidad: porque ¿qué es esta vida sino una colección de soles? 

A José José se le debe la interpretación de la tristeza, una tristeza épica y sobrecogedora, en donde el dolor no es una opción, sino una constante. El saber lidiar con la tristeza es una facultad que tenían la mayoría de los éxitos del príncipe: saborear el dolor, caer en el profundo abismo de la desesperación, ser adictos a una relación que nos compromete y destruye... No todo José José fue así, pero sí la gran mayoría. 

Hay una frase que me puede y me ha definido: Me digas que no sientes temor. Nina Simone hablaba de la libertad y decía que ser libre es no tener miedo. Amar es igual, en cierto sentido, a la libertad: no tener miedo de ser uno mismo, de equivocarse y de entregarse, con toda la vulnerabilidad que eso implique. 

Una mañana para despertar con el amor, o marcar el inicio de un día decisivo en el que dejamos atrás nuestro miedo, nuestra inseguridad y nuestro rencor... Ese día será brillante, majestuoso y significativo, porque fue el instante en que nos decidimos a amar. En que nuestra libertad comenzó. 

Habrá muchas cosas que saldrán mal en nuestra vida (y vaya que son muchas), vaya que se puede ser un príncipe en el reino de la tristeza y del dolor... pero un día todo cambia. Uno se deja de sentirte triste, un día ya no se siente temor y ese día lo decidimos nosotros. 

José José vivió una vida muy dura, pero interpretó como nadie el dolor, la alegría y la esperanza, como una especie de Sísifo que, sin embargo, sonríe. 

Porque una mañana que nos entreguemos a nosotros y sepamos amar, será cuando amemos a alguien más: una bella aventura ha comenzado. Algo sencillo, directo, la brevedad y levedad de un mensaje que comienza en un solo momento del día.