sábado, 31 de mayo de 2014

Silverio o el amo del caos por el caos

¿Silverio es un artista? Contesto que sí sin dudar. Es un creador y una figura que toma elementos culturales y de la psique del mexicano para expresarse. Plantea el problema del arte como discurso y el cuestionamiento ¿qué es lo artístico del arte? La propuesta de dónde salió, Nuevos Ricos, tiene muchos contraejemplos. 

Tuve una segunda oportunidad de verlo, en este caso en un recinto del centro ubicado en Motolinía. Hubo incertidumbre, fascinación, erotismo y ciertos elementos para discutir como espectadora. Veamos pues, la reseña de Silverio en el Pasaguero. 

De artesano del sonido a su Majestad Imperial 

Su majestad imperial Silverio es un artesano del sonido, porque, intuitivamente aprendió música [1], intuitivamente diseñó su show para provocar, para controlar una parte irracional del espectador y de quien racionaliza fácilmente. Sus bits son reproducidos en vinilos o en cualquier formato, te incitan a escucharlo como drogas auditivas (a la Warhol), en venganza de algunos que tienen alucinaciones musicales y producidas por otras sustancias. 

Piezas como El baile del Diablo, son célebres por inducir buenos viajes de mota. O bien, piezas como El iluminado o Bombeando en Masaryk son ciertamente incitantes al erotismo y la sexualidad animal. Silverio es una representación de la animalidad del hombre: Perro o Gorila, tienen ritmos reguetoneros ciertamente hechos para mover el cuerpo, para sacudirse y para calentar ambientes. Incluso sus juegos de palabras son muestra de su gran ingenio. 

Para convertirse en su Majestad, lo único que le bastó fue autoproclamarse como tal. Nadie lo bautizó así. Para que algo llegue a realizarse sólo basta con creer en uno. 

Lo sexual proviene de lo no sexual 

El público de su Majestad, a últimas fechas, está compuesto de mujeres que por alguna razón, desean ser insultadas o llamar la atención del histrión. Ya he mencionado que él cumple una función dentro de la psique femenina, a saber, el de explorar una fantasía ciertamente ruda sobre la sexualidad y el rol de la mujer hoy día. 

A una mujer le asusta reconocer que le hablen con la rudeza y con la virilidad de su Majestad. Pero, una vez que lo tiene enfrente, una vez que hay un acercamiento, parece que lo tolera y le fascina.  No lo puede dejar de mirar, porque él mismo hace que estés a la espera, que no comprendas lo que pasa. Simplemente sucede: puedes reír de nerviosismo o bien puedes observar atónito. Puede que eso sea excitante, pero si algo reitero es que lo tienes que ver para creerlo.  

Quien controla la psique femenina, controla su líbido. Y esto lo hace su Majestad increíblemente bien: sabe a quien dirigirse, cómo hacer y qué hacer para que lo veas. Que entiende que provocar no siempre tiene que ver con la ira. Tiene que ver con el deseo, con no estar disponible para aquellos que lo ven. 

Una persona hostil le arrojaba hielos a su Majestad, quería provocarlo como él nos provoca. ¿Saben qué hizo? Colocó un hielo en su calzones rojos... para después dárselo a una fan de las primeras filas. Fue un momento de gran expectación, difuso: no podías ni ver la cara de la chica, pero él, era un amo. Hacía lo que quería y aprovechó un elemento que le haría cancelar su show para continuarlo. 

Hay algo en la presencia de este personaje que, aunque lo observemos primitivo, vulgar (una viva figura del peladito [2]), es un hombre que celebramos porque algo nos identifica con él. 

Acerca de sus canciones: abrió y cerró con Yepa, yepa, yepa (en una versión más lenta). Tocó Electrificante, Hagámoslo, El pulgoso mix, Salón de Belleza, El baile del diablo, Gorila, Perro, Circunstración y por supuesto, la canción que se dedica a sí mismo: Superídolo, supremo como siempre. 

Además de la ocurrencia del hielo (o momento, no se cómo describir lo que vi), su Majestad hizo que lo obedecieran y sacaran a la voyeurista dentro de sus súbditas. Simuló masturbarse y cuidó cada detalle para engrandecer su exhibicionismo. En su ropa interior roja había un agujero, se veía deslavada y maltratada por su Majestad. Era como una obra de David Mamet: un detalle que guardó para que habláramos de él. Él es fiel a su frase La elegancia está en el detalle. 

Una pequeña queja

Lo único que creo estropeó esta oportunidad de ver a su Majestad, quizá fue el ambiente tan pesado del recinto en donde toco sus piezas. Honestamente, esperaba menos agresividad y menos hostilidad. Dicho ambiente, percibí, pareció cansar a su Majestad hasta el punto de ir rápidamente hacia la habitación que fungía como camerino. Ni siquiera secaba su sudor, cuando algunos asistentes, con la esperanza de verlo, buscaban un momento a solas con él. 

Aunque fue una gran velada, creo que la intención de su Majestad era alimentar la ira de los presentes, salió un poco tarde pero se movía como pez en el agua. Al final quizá hubo un poco de ineficiencia por parte de su personal y del personal del recinto mismo. 

Muchas personas fueron necios ante la negativa del staff al repartir fotos o al tener un acercamiento con su Majestad. Lo cierto es que, como público, me parece que debemos entender cuándo es que termina un show. El artista es artista de su camerino para afuera, pero dentro hay una barrera que no deberíamos pasar, un espacio para el descanso y para que no se agote a quien le debemos por salir avante. Y no al revés, como creemos. 

[1] González Castillo, Alejandro. Silverio. Música electrónica de la era de las cavernas. http://musitech.com.mx/musiclife/?p=1780 Consultado el 26 de mayo de 2014, a las 3:40 pm. 
[2] Psicoanálisis del mexicano en El perfil del hombre y la Cultura en México. Samuel Ramos Cuadragésima cuarta reimpresión. México: Editorial Planteta 2005. Págs 50 - 57. 



lunes, 26 de mayo de 2014

La paradoja de la sobreprotección

El prejuicio de los hijos únicos

Antes de empezar a formular la paradoja, quisiera partir de los supuestos de que todos tenemos prejuicios acerca de los hijos únicos y de hijos con hermanos. Tenemos prejuicios del lugar que les toca o del rol que cumplen. Presento aquí la casuística en términos de asunción / realidad.

Asunción 1

- De los hijos únicos creemos que son egoístas, mimados, irresponsables y que creen que todo lo merecen. 

Realidad a 1

- Los hijos únicos sufren, incluso más que los hijos con hermanos, no hay manera de delegar la responsabilidad de sus actos. Se les exige y juzga mucho más que los hijos con hermanos. 

Asunción 2 

- Los hijos únicos son en el fondo, rencorosos si alguien les quita sus cosas. 

Realidad a 2

- De hecho, los hijos que tienen hermanos pelean más por su espacio y son mucho más posesivos con sus objetos e incluso con amigos. 

Asunción 3

- Los hijos únicos no se alegran de tener hermanos. 

Realidad a 3

- No siempre es cierto: se pueden volver solidarios o puede que sea un alivio. Por otro lado, parece que los que no siempre se alegran de tener hermanos son los hijos de en medio o los menores. Casi siempre por la preferencia. 

La paradoja de la sobreprotección

1. Los padres protegen en exceso a sus hijos 
2. Lo cierto es que esa protección consiste muchas veces en evitarles sentimientos negativos, malas compañías, experiencias que de alguna forma tienen que vivir para saber cómo es el mundo.
3. Al evitarles esas experiencias los padres no los protegen de nada: porque no hay ayuda alguna para comprender esos sentimientos.  

C. Los padres sobreprotectores protegen de todo y nada a la vez a sus hijos.

Creencias de los padres sobreprotectores

- A menudo quieren transmitir el miedo y la ansiedad del mundo exterior a sus hijos
-Generalmente la concepción del mundo es un lugar terriblemente violento, un lugar en donde hay que tener miedo. 
- El miedo tiende a ser desproporcionado: de la gente, de las circunstancias. No importa qué pase: algo malo va a pasar y es seguro que les pasará a ellos. 
-En la lógica de su sobreprotección no se les ocurre darles herramientas para eliminar esa hostilidad, ni cultivar actividades en donde se fortalezca su confianza. Un deporte, un instrumento. 

A menudo los padres y la familia del hijo sobreprotegido son más crueles, incluso más agresivos cuando el hijo desea cortar la relación nociva de los lazos familiares. No es recomendable que los hijos hagan caso de esa irracionalidad, puesto que la incomprensión  e inseguridades son de los padres o la familia. 

Poco a poco se debe ir negociando, como hijo, qué es lo que hará para buscar independencia de los padres. Salidas a lugares que en verdad nos gusten, con gente que en verdad disfrutamos su compañía y con quien podamos ser nosotros. Solos o acompañados, cosas que en verdad podamos hacer solos. 

Lo que tenemos que entender es que estamos solos de una forma u otra, pero que eso no implica que estemos desprotegidos del mundo o que haya cosas que no debamos sentir o vivir para crecer. Un poco de dolor, sufrimiento y frustraciones son necesarios en nuestra vida, en especial cuando nos ayuda a crecer y no son malintencionados. 

La filosofía provee buenos seguimientos psicológicos para observar, analizar y afrontar algunos problemas. Dicho análisis lo he hecho sin recurrir a manuales u otro tratamiento. 


domingo, 25 de mayo de 2014

Canciones con filosofía: Hold onto your heart

A veces tengo problemas para enfrentar cosas, no siempre quiero entender y no siempre veo la salida de problemas en los que yo me metí... mi carácter me controla. 

Y tengo un pasado, como todos, ése pasado que no se borra ni con todo lo que haga ni con lo que lea o con lo que avance ese pasado a veces intenta reconciliarse, otras parece que es mi enemigo. Parece que todas las heridas sanadas se abren otra vez cuando me equivoco. 

Tengo derecho a equivocarme: no importa lo que sea, ni quien, tal vez a quien haya lastimado, pero tengo que perdonarme de todas formas. No hay nada más injusto que cuando uno lo es consigo.

Dicen los árabes que el corazón es en donde se sincroniza el cuerpo, si aprendes a escucharlo, aprenderás cuál es tu ritmo y qué es lo que te motiva. Motivación viene de movimiento. 

Man man expone la ética del consejo: aférrate a tu corazón. No dejes que nadie lo aleje de ti. Incluso si el mundo no es amable contigo, aférrate a tu corazón, levántalo en aguas muy profundas. El corazón es lo único que tiene que salvarse cuando nada te queda. 

Es cierta la canción de Man man: cuando el corazón está herido, la mente como que se queda en blanco y siempre malinterpretamos todo. Quisiéramos que cambiara esa situación, pero cada vez nos hundimos más. Es porque el corazón está lastimado y tenemos que aferrarnos a él para su cura. 

Muchos pueden herirnos en el orgullo, diciendo que somos inteligentes y eso nos hace malos per se, que nunca nos pasará nada. Pero en el corazón es en donde se encuentra lo que amamos, lo que verdaderamente nos mueve. Cuando alguien te diga: Estás en mi corazón, quiere decir que es mucho más poderosa su asociación que estar siempre en su mente. 

Quien lastima tu corazón, sabe qué es lo que te duele, quizá por eso sobreprotegemos al corazon: porque no queremos salir lastimados. Decimos: no es lo mejor, no me entenderá, qué caso tiene. 

Pero, pese a todo, lo único que puedo decir es lo que dice Man man: aférrense a su corazón, no importa lo que pase. No se pierdan a sí mismos, aférrense a su corazón. 


miércoles, 21 de mayo de 2014

Personas que hablan de filosofía, sin ser filósofos 2

Va otra edición: la comedia y espectáculos. Cómo me encantará recibir críticas. 

6. Julián Lede, a. k. a. Silverio. Otra vez, porque él de los personajes que me han revitalizado a la hora de hacer filosofía: el concepto de Nuevos Ricos es un entramado de su cultura, de la música que escucha y de la decadencia de las personas que acceden a algo que no pueden entender. Es un concepto que juega con el arte sin discurso, pero que encierra una serie de paradojas. Junto con Carlos Amorales el diseño y la factura de esta idea se convierte en una representación del arte de vanguardia mexicano y que detrás del un artista hay una historia que sirve a la gente para saber de dónde viene y en dónde puede parar. 
Llenar una catedral con posters, vender un concepto como algo de culto en muy poco tiempo, tener conciencia cultural expresada en sus composiciones y en cierto discurso muy crítico para el mexicano, son uno de los méritos de Lede y de Amorales. 

Visiten: http://www.claudiopoleschi.com/en/exhibitions/past/carlos-amorales-e-julian-lede-nuevo-ricos/press-release

7. El Warpig. El baterista de Lost Acapulco y conductor de Sonido Gabba Gabba (a las 11:00 pm en reactor) es una de esas personalidades de las que no esperas que se convierta en una influencia metodológica. Su apariencia es más que como de un bravucón que te dirá que entrarás a un reino de dolor... Pero en el fondo es un hombre que argumenta, discute una representación, sus podcast son increíblemente desarrollados, increíblemente reflexivos y con una selección musical que demuestra la cultura de este músico. 

Desarrollo filosófico en: http://www.indio.com.mx/archivo/podcast/warpig Todos. 

8. Doug Walker. El crítico de la nostalgia. Conocí a esta joya de internet por una película mala, como las que reseña. Nos enseña que todo tiempo pasado... mejor que se quede ahí: todo lo que no debe estar ahí, que se quede en el pasado, no tiene caso revivirlo. Pero nos gusta por una razón: quizá el recuerdo o quizá las cosas que nos dieron una buena idea. Se nutre del pasado, pero da un giro epistemológico al hacer una crítica a los argumentos de autoridad: nos muestra que tan mala puede llegar a ser una cosa que todos pensamos que no era así. Expone razones, supuestos epistemológicos. Al igual que Silverio y Warpig expone con humor y contra la autoridad, desde una perspectiva filosófica brillante. Una de sus mejores editoriales, con las que lloré de alegría y me sentí identificada por primera vez



9. Jis y Trino. Jose Ignacio Solórzano y Jose Trinidad Camacho, en especial su programa La Chora Interminable. Vienen de la tradición de no decir nada y que eso sea el contenido mismo de su programa. Lo vimos en Seinfield, en Louis C. K., Cheech y Chung, pero unos herederos dignos son los choreros. Han tratado temas de manera hilarante, han sido presa de la censura y el snobismo cuando estaban en radio Unam. Pero como los integrantes de esa lista, las objeciones sólo los hacen más fuertes: cómo los filósofos que son. 

10. Pilar Boliver. Ella habla de filosofía del espectáculo: por qué tienen que ser las escenas, los matices, los temas que están de moda y lo que debe cumplir esta industria. Toda su exposición parece algo compleja, pero te motiva a investigar, a querer saber y a pensar que todas las personas que son como ella, lejos de ser en un sentido diferentes, hacen del espectáculo una obra de calidad y gracias a Dios que las tenemos, porque tanto improviso no se puede soportar en una industria tan seria como esta. 

Sin más, la lista continuará. Pero después. 

Cosas que no entiendo, aún en la carrera de Filosofía

Y, pues, sigamos con la lista de grandes fracasos... que son mis grandes triunfos. Quizá así con esas paradojas funciona la vida. 

12. La filosofía y el espejo de la Naturaleza. Richard frrreaking Rorty. El analítico más posmoderno pues es de lo peor que leí: no me hizo nada de sentido, sólo me causó molestia su propuesta. Pero era increíblemente bueno argumentando, con lo cual reconsideré ciertas ideas: 
- Los grandes filósofos crean conceptos, con una invención se puede hacer una tradición. Como Descartes, Husserl, Freud, etc. 
- Analítico y continental pueden tener buenos argumentos. No es la defensa a ultranza de cosas como la ciencia, o el arte. Los grandes filósofos hablan de lo que quieren y ven cosas diferentes aunque tengan lecturas rigurosas o un poco más libres. 
- El funcionalismo no se opone al dualismo. Esto es: que haya una conexión del cerebro con el cuerpo puede ser causa de una interacción, pero no necesariamente implica que no haya algo que es cuerpo y que está separado de algo distinto, a saber, la mente. 
De cualquier forma, es de esos libros que no puedes dejar de leer, porque es una catapulta para tu edificio conceptual.  

13. Las vanguardias en el arte. Aunque Gombrich es de mis divulgadores e investigadores favoritos... sus ideas de las vanguardias y del arte son provocadoras. No existe el arte, sólo los artistas es una frase que esconde épicas batallas, no es mera tesis expositiva. Tiene implicación cada que piensas en la estética. Las ideas de Duchamp o de artistas como Verdult... no las comparto, he intentado pero, no. 

14. El fin de la historia y el último hombre. Francis Fukuyama. Si quieres no entender algo de la política... pues demasiadas leída creo que afectan tu salud: en realidad a mí no me gusta cómo escribe, lo he leído muy lento... pero nunca quiero terminar. Algún día nos veremos la caras. Algún día le voy a dar una madriza, como las que me ha dado cuando lo leo. 

15. La conexión Hegel y Marx... Lo siento, pero en realidad, como dice Bartleby, preferiría no. Creo que Hegel podría tener ciertas lecturas de la historia que son buenas, de estética y de religión... pero con algunos comentadores franceses como Jacques de Hont, creo que es un nexo poco claro el paso hacia Marx. Creo que no son inconmensurables, no se si lo pueda entender y no veo cómo es que eso tiene que verse en filosofía. 

16. El posmodernismo. La filosofía es muy bella y apasionante, pero hay cosas en la que sí que me saltan mis prejuicios y si que intento entender. Yo sé que debemos abrirnos a nuevas ideas, pero no siempre habrá cosas que aceptemos con tanta facilidad

17. La condición posmoderna. Jean Francois freaking Lyotard. Aunque es un ensayo que tardas mucho en leer y no ves cuándo terminará (aunque sea un ensayo pequeño). Si que hay cosas que requieren de cierta sensibilidad y de horas nalga de trabajo interpretativo y ciertos conocimientos sobre sociología. 

18. Por qué es filosofía mexicana y no filosofía de México. Honestamente, creo que es un problema semántico: hay libros, personajes, argumentos relevantes y metáforas en la filosofía mexicana. Y también hay trabajos sobre los grandes filósofos. 
Lo que dicen los amigos de filosofía mexicana es que para qué le hablas a un alemán o un francés de sus grandes filósofos nativos, mejor concéntrate en lo que es de tu país para tener algo nuevo qué decir. Dicho argumento no me convence: los filósofos pueden hablar de lo que sea y deben conocer su situación, pero a final de cuentas se guiarán por intereses e ideas que no tienen nacionalidad. 

19. Si el arte tiene discurso. Esta es una paradoja: si tiene discurso el arte no es arte; pero si es que es un arte del cual podemos sacar implicaciones, entonces tiene discurso. El arte tiene discurso cuando aún con el paso del tiempo, con otras ideas y con críticas hay algo por lo que lo seguimos considerando arte, no siempre es el discurso, las ideas de belleza, el concepto, hay algo más diferente del arte mismo, por lo que creemos que algo es bello. Pero casi siempre se apela a un discurso cuando se dice 'esto es bello'. Sigo sin entender. 

20. La filosofía árabe. Creo que nada más son comentadores y divulgadores... pero no sé qué hicieron como filósofos. Acuñaron conceptos como el de viaje, como el de metafísica bíblica. Pero no sé a dónde vamos con ellos ¿a decir que la Edad Media hubo un atraso o a reconocer lo que hacen, filosóficamente hablando, en otros territorios?

Lo peor de esta lista, es que creo que, cuando termine mi tesis, cuando llegue al doctorado, sólo tacharé unas cuántas... ¡pero seguirá creciendo!


domingo, 18 de mayo de 2014

Canciones con filosofía: Send In the Clowns

En ese orden de ideas, los musicales me apasionan: creo que es un escenario en donde cantas de algo desgarrador, pero con luces bonitas, viéndote magnífico y entonando una canción. Hacen de la forma y el fondo un contexto difuso. 

Tal vez recordarán esta canción por un episodio de los Simpsons en donde Krusty es sustituido por un muñeco ventrílocuo llamado Gabbo. Ayudado por Bart y Lisa, Krusty prepara su regreso triunfal, pero antes tiene que hacer las pases con Mel Patiño: la canción que cantan es esta obra de Stephen Sondheim. Tiene razón ese gran maestro que me dijo: si no está en los Simpsons, no está en la vida. Qué gran filósofo. 

Esta canción, como las que he presentado en esta sección, explica metafóricamente una decepción amorosa. El enamorarse como un riesgo que no siempre estamos dispuesto a tomar... aún cuando pasa mucho tiempo, cuando conoces a la persona, cuando crees que mira hacia la misma dirección. Y, simplemente no sucede. 

Una buena canción filosófica, explica económicamente y con grandes metáforas cuando sucede algo tan trágico. No por nada los juglares cifran una filosofía política en su canto. 

En esta canción, se usa el acto de unos payasos, usualmente para distraer al público del desastre que ha ocurrido en la marcha del espectáculo. Pero hay un giro brillante de Sondheim: ¿qué pasa cuando los que tienen que arreglar el desastre son el desastre mismo? 

Se oye: Rápido, manden a los payasos... pero estos no están más, porque el desastre es la decepción amorosa que ha sufrido la artista. Creía que iba a salvar su propio show, cuando sabe que sólo ha perdido el tiempo en esta carrera y él no la estará ahí con ella. Ahora la broma cae sobre ella: un portazo a la realidad. 

Algo que debería representar la risa, la alegría, el absurdo, ahora se vuelve triste, sombrío y tiene que enfrentar que aquello que esperaba, no llegará. Manden a los payasos, se puede escuchar entre sollozos, pero ellos están aquí. 

Los musicales son parte de la vida, la vida íntima de una persona que no siempre sabe expresar sus sentimientos, mas que con una canción. 




Frozen o la dialéctica de lo cerrado y lo abierto

Pues, decidí ver una película de Disney. Decidí ver por qué era tanto alboroto y por qué tanto encanto de las niñas para cantar Libre soy. Quería ver qué era lo que ocurriría... y me encantó. 

Frozen es de esas películas emotivas, que representa un reto intelectual para los niños y para adultos. Trata de dos princesas que son hermanas. Ambas son juguetonas, inocentes y ciertamente se meten en problemas de niños (jugar, salir de casa y hacer tonterías); sin embargo, lo que diferencía a Ana de Elsa, las princesas, es que Elsa tiene el poder de hacer nevar o de congelar lo que desee.

Cierto día, una de sus travesuras se sale de control, lo que deja con una contusión a su hermana Ana. Elsa descubre que tiene que aprender sobre su poder, pero tiene que resignarse a ser sobreprotegida por sus padres, temerosos ante la responsabilidad que tiene la futura reina.

Las presiones de no ser comprendida, aceptada y forzada a esconder sus sentimientos, hacen de Elsa una mujer distante, temerosa e insegura. Contrario a su hermana, tiene que encerrarse en ella para poder cumplir con sus nuevos roles sociales.

Cuando debería ser su gran momento para dirigir el reino, sufre una crisis y su poder se sale de control, así como todos sus miedos. Aunque huye a las montañas y a seguir encerrada (ahora en su propio palacio), Elsa descubrirá que su aparente libertad no es más que su propia prisión. 

La metáfora

El poder de Elsa es una metáfora del carácter: todo aquello que tenemos que re-pensar de nosotros mismos y todo lo que tenemos que enseñarnos a aceptar de nosotros. Creemos, como Elsa, que estar aislado, cerrado en si mismo, pero sólo el amor, la aceptación y la creación con amor es lo que nos salva de ese reino. 

El reino de nuestra soledad, de los miedos, se puede volver prisión. Cuando Lakatos habla sobre el edificio conceptual que encierra nuestras observaciones, habla también de cuidar que este edificio no se convierta en una prisión. Mucha veces esta prisión la construimos con nuestras creencias, inseguridades y, quizá indirectamente, de lo que las personas nos dicen o creen que será lo mejor para nosotros. 

La dialéctica de lo cerrado y lo abierto

Hay muy buenas analogías de las habitaciones de las hermanas con sus respectivos caracteres: mientras que Ana, la hermana menor, es abierta y se mueve grácil por toda la casa, está aguardando a que su hermana salga de ese encierro involuntario, Elsa es rígida, siempre se ve acorralada por su poder, sus circunstancias y por estar dentro de lo cerrado: en su habitación congelada (por sus miedos) y en su gran palacio que es cuando se sabe consciente de su poder. 

Ana se abre a nuevas experiencias, que creen que la salvarán de lo que la vida le ha impuesto (como el primer beso de amor, la búsqueda de algo distinto), Elsa pretende que todo siga de cierta manera, para que nadie la descubra y finalmente pueda resignarse a vivir con su poder. 

Algo que también ilustra la película es, como los grandes poderes se convierte en grandes maldiciones para quien los usa y para quien vive con ellos. Cómo es que las cosas sólo pueden ser controladas cuando hay amigos y personas que te quieran y acepten. 

La creación 

El muñeco de nieve que hace Elsa, Olaf, es una bella metáfora de que nuestro descubrimiento se encuentra en la creación: si bien podemos hacer cosas inesperadas (como la fría nevada), también podemos crear cosas bellas, hechas con nuestro corazón. 

Frozen es una invitación a observar nuestras dualidades: qué dejamos adentro y afuera cuando estamos con las personas que queremos y con las que sólo buscan hacernos daño. La trama es inteligente, es ágil y es una gran experiencia musical. 

También nos invita a identificarnos con los personajes, que, aunque parecen ser un cliché, se descubren ante nosotros como mágicos e inolvidables. 

Termino esta reseña haciéndoles una pregunta un tanto emotiva, una bella secuencia que me hizo recordar que también fui niña: ¿y si hacemos un muñeco? 

viernes, 9 de mayo de 2014

Mi catálogo de obsesiones

Este maravilloso post es traído a ustedes por una razón más para escribir de los temas recurrentes en este blog. Es como cuando cuentas el mismo chiste, todo mundo lo conoce, pero lo sigue escuchando. 

Y, como me obsesionan las listas pues demos comienzo a este recorrido intelectual por lo que me ha ayudado a no enloquecer: mi locura fabricada (vaya que estoy lúcida). 

1. La narratofilia. Aprendí a leer mucho más rápido porque leía cosas prohibidas. Ni siquiera tenían que ver con sexualidad o algo: a veces eran libros de crímenes o de descripciones de asesinatos, o de la vida nocturna y sórdida del df. Eran libros que nadie leía o cosas vulgares: como novelas gráficas de los paraderos, a Jis y Trino, alguna columna de consejos vulgares- sexuales de las doctoras corazón. Chistes verdes, negros, amarillos: leía TODO (lo vulgar) que llegaba a mis manos. 

2. Las referencias a la mitología. Tengo una fascinación por las figuras de los mitos: los sátiros, las ninfas. Recuerdo que mi primera guitarra se llamaba la Lira de Apolo. Me gustaban los centauros (antes de que J. K Rowling los rescatara). Cuando era chiquilla, los mitos y fábulas fueron lo primero que leí. Pero me quedé por las historias eróticas de Zeus y los escenarios tan exquisitos. Qué simbolismo tan perfecto. 

3. Paul McCartney. Un dato curioso de mi vida es que me encantaban los Wings. Silly Love Songs y Another Day eran mis himnos de batalla antes de que me obsesionara con los Beatles. Paul McCartney se me hacía de los mejores rockeros, porque ignoraba todo lo demás. Era romántico, melódico, clásico... era Paul McCartney. 

4. Su majestad imperial Silverio: Está bien, he escrito como 4 post que hablan directa e indirectamente de él. Pero, amigos, es mi blog y voy a hablar de él en el futuro, en mis clases y hasta que prácticamente me canse de él. Lo cual no sucederá porque mi obsesión es sana y de cierto modo se alimenta de una locura que no hace daño a nadie. Ni él lo sabe. 
Un pequeño dato vergonzoso: El iluminado como que despertó mi líbido, pero Bombeando en Masaryk hizo que estallara. Gracias su Majestad




Algo más que diré: él cumple una función: materializa la fantasía del hombre rudo, altanero y obsesionante. Es seguro, representa la animalidad del hombre y el nihilismo de la hostilidad. El desconcierto sobre sus shows, sobre no entender una broma que te mereces de antemano. La genialidad de incorporar el exhibicionismo, el baile, toda la conciencia cultural de este hombre se expresa en su música. Me ha levantado de días malos y me ha revitalizado filosóficamente. Gracias de nuevo, su majestad: No puedo dejar de contemplarlo. 





5. La ciudad de Nueva York. Yo quería ser como Carrie Bradshow, pero es un personaje muy negativo y algo estúpido. Pero la forma en que se retrata Nueva York en esa serie, en las películas de Woody Allen y en el himno no oficial de Frankie... Oh my god! Es mi sueño hecho realidad esa ciudad: Broadway, la moda, la quinta avenida, los rascacielos que describe Ayn Rand, la oferta cultural y musical. La gente, las celebraciones. Nueva York me obsesiona más que Grecia. 
Es mi primer destino filosófico y el primer lugar donde voy a gastar mi sueldo de muchos años en zapatos. 

6. ITALIA. Los italoamericanos, los gángsters, las canciones, la comida, la moda, el diseño. Marcelo Mastroiani, Cinecita, Felini, Eugenio Garín, Malena... La grande bellezza, Scorsesse. Italia es mi obsesión desde que viajé a ella a los 16 años. La música de su idioma hizo que llorara en una góndola en Venecia: es el recuerdo más romántico que tengo. 

7. Los gángsters. Me asombra como un figura tan nociva es tan paradigmática: todas las dimensiones que se pueden aprovechar de estos maleantes. Algunos materiales: Broadwalk Empire, Los soprano, El padrino (1 y 2), The goodfellas, Bullets on Broadway. La lista seguirá, porque los gángsters son fascinantes. 




8. Los musicales. Si, lo confieso, antes de querer ser una Nussbaum o un Turing... quería ser una Liza o una Bianca o una Barbra. ADORO los musicales: desde la serie Glee hasta los clásicos (Cabaret, Chorus Line, Rocky Horror Picture Show, West Side Story, Jesus Christ Super star, Hair, Chicago, Les Miserables, Rent). La idea de que se puede cantar sobre algo que ocasiona dolor, pero de una forma entonada, con luces, colores, maquillaje y vestuario. Es desgarradora e increíble para mí. Un no filósofo dijo que el canto guardaba más dolor: porque es un llanto reprimido. 

Un plus: South Park me encanta con sus referencias; los números musicales de Family Guy y de los Simpsons: son de lo mejor que he visto en la vida. 






9. Los tacones altos. Es un fetiche, pero es de las mejores prendas que hay en el mundo. Este post se torna en una columna de revista de moda. 

10. Seth McFarlane. Este hombre me encanta tanto como Silverio. Pero él tiene una voz satinada, muy sensual. De las cosas en las que se asemeja a su Majestad, es quizá su creatividad y su espíritu por enriquecer su trabajo con lo de otras épocas. Han hecho demasiado por esta servidora, que los amo tanto. 
Por cierto: mi lista de hombres con los que me he obsesionado... pues, cuando publique mis intimidades en un libro, siempre será una moda hacer leña del árbol caído. 

11. La guitarra. Antes de ser filósofa, quería tocar la guitarra como Clapton... Tenía el nombre de mi grupo, la vestimenta, el trasfondo filosófico de una canción... pero no tenía idea de cómo tocar. 

12. La entomología. Suena extraño, pero es fascinante cómo embonan pieza a pieza los insectos, el exoesqueleto, las estructuras, el pelaje microscópico que inspiraría modas vanguardistas. La entomología es uno de los saberes mejor estructurados y más desafiantes: te ayuda a enfrentar tu miedo a los insectos (a mí me curo del miedo a las arañas, me hizo apreciar su belleza). Las fotografías y estudios esquemáticos. Ojalá el hombre fuera insecto.

13. Gatsby. ¿Acaso tendría que explicarlo? Gatsby es Sísifo, es un hombre que se esfuerza, es el último romántico, el artista, el filósofo de la fatalidad, el viajero del tiempo, el amante, el hombre que se hace a sí mismo, el naturalista, el lujo, la virilidad, las contradicciones. Es la gran novela (americana) de todos los tiempos. La representación, la figura de Gatsby es una tesis filosófica de lo que el hombre ha perdido. Su manera de celebrar su amor, de reverenciar a su amada. La forma en que persiste pese a los tiempos, la moda superficial y el desprecio por las cosas. Gatsby es mejor que todos nosotros. Gatsby es quien podríamos ser. 

14. La filosofía. Pues sí: yo la veo en todo: en las fiestas, en lo más superficial, en el sol, en la belleza, diariamente. Es mi proyecto de vida. Me ha costado algunas cosas: quizá mi cordura, quizá mi familia, mi oportunidad de ser aceptada. Pero, caray, es lo que yo quiero hacer. Y lo haría una y otra vez, sin importar el costo. Es lo que más me importa en este mundo tan hostil. 

Aprendí algo al hacer esta lista: creo que las obsesiones tienen sus costos, pero son lo que más conserva la cordura, en donde está la cura y la verdadera felicidad. Por eso, os convoco filósofos y legos a entregarse a su obsesión, hasta que ceda. Sepan que ahí está su hogar, su corazón y la vida que en verdad anhelamos. Sepan que todo ese imaginario es el mejor de sus mundos posibles y sepan que su obsesión no le hace daño a nadie, no aún. Pero atesórenla como si fuera un gran regalo. 

miércoles, 7 de mayo de 2014

Lista y nueva sección: Senderismo Cultural

Decidí acuñar este término tan hipster y pretencioso, pero bien hecho y con elegancia para esta nueva sección del blog. 

Si algo aprendí de Gargantúa y Pantagruel es que hay que caminar para oxigenar el cerebro, en especial para relajarse y para que las ideas aprendidas antes o después de una lección encuentren el tiempo de madurar. Y hay ejemplos varios: los griegos tenían el ágora, el pórtico... Cicerón decía que si junto a la biblioteca tienes un jardín, entonces ya la hiciste. 

Les traigo entonces, esta lista de estos lugares para leer, relajarse, distraerse y pues vagar. Porque eso es lo que los filósofos hacemos mejor: di-vagar (punchline)

1. Biblioteca Isidro Fabela. Mejor conocida como la Biblioteca del Risco. Es una casa museo que perteneció al diplomático Isidro Fabela, sus servicios son: un museo que tiene su colección de arte, la fuente del Risco (que, en serio, tienen que verla porque sería uno de los peores spoilers al describir este lugar); una biblioteca que cuenta con estantería abierta y un archivo de criminología, actividades culturales y tianguis de artesanías los fines de semana. Está atrás del mercado de San Ángel. Imperdible para impresionar a tus amigos extranjeros.  

Aquí está el sitio: http://www.museocasadelrisco.org/

2. Biblioteca Ángel Palerm. Ok, me encantan las bibliotecas (quienes saben de mí, tenía un minitour que se llamaba Bibliófilos y Bibliofílicos, en donde fungía como guía de turista freelance por las bibliotecas del DF, pero esa es otra historia). Digamos que cuando descubrí la Biblioteca Ángel Palerm estaba en el Risco y como que fue una especie de señal para continuar con mis investigaciones: ahí he encontrado muchos materiales de mi carrera y un gran espacio para estudiar, leer la Nexos y no ser encontrada en un tiempo por mis conocidos. 

La construcción es bella y ha sido empleada para brindar un mejor servicio. Es la biblioteca del Ciesas Tlalpan en Ximilpa 39, metrobús La Joya. Muy cerca del centro de Tlalpan se encuentra un mercado y una nevería maravillosa. 

Nota: no confundan CIESAS con CSI (punchline) 

http://www.ciesasdocencia.mx/sistema-bibliotecario/

http://ciesas.wordpress.com/

3. Casa Lamm. Para los amantes del corredor Roma- Condesa, esta es una de las opciones para caminar y de paso visitar la casa. Me parece que es un sitio tranquilo y está cerca de una de las zonas más trendy del DF. 
Se encuentra en Álvaro Obregón 99, por el metrobús Álvaro Obregón o por el metrobús Jardín Pushkin. 

http://www.casalamm.com.mx/

4. Biblioteca Vicente Lombardo Toledano. Está muy escondida: es en contra esquina del parque de la Bombilla. En la calle de Lombardo Toledano. La instalación y los servicios son muy buenos y para quienes necesitan un descanso de las personas y de la agitación de insurgentes, pues es una buena opción. La dirección es: Lombardo Toledano no. 51, Guadalupe Chimalistac. 

http://www.centrolombardo.edu.mx/Historia.html 

5. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. Salgamos un poco del sur para entrar al centro. Este es, por mucho, uno de los lugares más fascinantes que guarda la calle de Bolívar: en lo que parece una Iglesia (como no hay muchas en la capital, ¿verdad?), se encuentra un recinto pintado por Vlady, lleno de inspiración, de representación, de simbolismo. El edificio te grita literalmente ¡mírame! El personal y los servicios son de lo más atentos, hay conciertos de clavicordio, exposiciones y una colección de libros y periódicos de lo más completa en Filosofía política. 

Para llegar sólo tienes que tomar el metrobus ruta sur que pasa por Isabel la Católica. Caminas en contrasentido y enfrente de esa papelería que empieza con L. 

Recomendaciones: lleva una cámara la primera vez y tómate tu selfie: ahí si vale la pena. No en las nacadas de ahora. 

http://www.hacienda.gob.mx/cultura/museo_virtual_biblioteca_lerdo/index.htm

6. Casa de la Bola. Aunque no es una biblioteca, es una de las casas museo mejor conservadas del DF. Cerca del metrobús Antonio Maceo (o del paradero de Tacubaya), la casa propiedad de Antonio Haghenbeck posee una colección de arte, jardines y un patio amplio para eventos culturales y sociales. Puedes pedir la visita guiada los fines de semana, o puedes alquilarla para tus fiestas. Gran lugar para convivir y conocer un poco de historia de México. 

http://eventosmuseocasadelabola.blogspot.mx/search/label/Espacios

7. Museo de la Acuarela Alfredo Guatti Rojo. Para un rato de solaz y esparcimiento, recomiendo este lugar de Coyoacán: todo derecho de la calle Salvador Novo, la ruta más rápida para llegar es saliendo del metro viveros, hacia la pequeña iglesia que se encuentra sobre avenida universidad. Este espacio es uno de los más armónicos: su biblioteca perfectamente acomodada, sus jardines, la curaduría, las exposiciones temporales, las revistas que ofrece. Todo para que el filósofo divague y pase un rato alejado del mundo. 

http://www.acuarela.org.mx/

Algunas conclusiones que obtengo de esta lista son: 

- Los filósofos viven muy bien cuando conocen lugares, ya sea para huir de la gente o para socializar con ella. 
- Los jardines en una construcción logran una armonía y un ambiente mucho mejor que cualquier biblioteca concurrida. 
- Algunos lugares están un poco alejados, pero no es un inconveniente cuando te dispones a trabajar solo. 
- Cualquiera puede ser un guía de turista, así que, este es una embarrada de mundo. 





domingo, 4 de mayo de 2014

Creer en las señales

Eran las 2:00 de la madrugada y no podía dormir, no porque tuviera trabajo o algo. A veces siento mucha angustia por el futuro. 

Me pregunto: qué pasará, qué será de mí, habrá valido la pena. A veces me siento muy segura, dueña del mundo y de mí misma. Otras no pasa nada y me lo creo. 

Creo, a veces, cada cosa negativa (que son más) por cada cosa positiva que han dicho sobre mi persona... creo que tienen razón, que no seré suficiente, que no pasará nada conmigo y que quizá esto que siento es sólo una loca fantasía, que se sostiene por mi pura obsesión. 

¿Qué hacer cuándo sientes que no tienes nada? Tal vez recordar, tal vez buscar la posible respuesta a la objeción (como hizo Alan Turing), tal vez recordar que en unas cosas sí que tienes razón. Pese a que el mundo sea un enorme NO, tú tienes que decirte que sí. 

Y ahí se encuentran las dudas, tus miedos, tus deseos, tus frustraciones: todo lo que quieres evitar, lo que piensas que se reconciliará si la figura oscura llamada Tú tiene lo que desea de ti. Y es eliminar todo ese supuesto problemático. 

A veces el camino es incierto, pero tenemos ciertos consuelos y soles de nuestra colección que nos hacen volver a creer. En lo que sea que creamos: Dios, nosotros, nuestra carrera. Hay señales que a veces llegan de donde menos lo imaginas. Salvavidas en forma de consejo, de libros, películas; a veces son compañeros o son maestros que se quedan en tu corazón. 

Eran las 2:00 am, mi señal llegó en forma de humorista, de crítico. Ya en unos pequeños clips me había hecho llorar: uno sobre el miedo, otro sobre la madurez y otro más sobre la película Donde viven los monstruos. Me hizo reír, me hizo sentir segura. Debí reconocer mi señal la primera vez, señal disfrazada de gusto. 

Es un filósofo sin serlo. Su nombre es Doug Walker y es el Crítico de la Nostalgia. Una personalidad de la internet, célebre por hacer crítica humorística de las películas, comerciales y series de televisión de más de 40 años. Le gusta la filosofía: arma sus argumentos con creatividad, su curaduría es increíble (más de 300 clips de video bien estructurados, actuados y con selecto material para reír, llorar y pensar acerca de lo que consumíamos en antaño), su timing de comedia es de lo mejor que he visto, después de cualquier standupero de Comedy Central. 

Es un clip muy bello: se llama La reseña debe continuar, como debe seguir la vida después de una introspección, después de tomar decisiones sabias y de ser crítico con uno (lo que puede ser más duro a veces). Walker se entiende a sí en un diálogo tan creativo como emotivo. Entiende sus motivaciones, sus ideas y por qué hacía este personaje: porque lo disfrutaba. 

Es cierto que llegó a cansarle, que llegó a desgastarlo de cierta forma, pero una vez que recuperó las ideas de la primera vez, su amor por hacer reír, su creatividad, su tiempo para sí: las reseñas salieron solas y con mejor calidad cada vez. 

Las personas tienden a creer en habilidades sobrenaturales: omnisciencia lógica, superdotación, inspiración inagotable, belleza eterna, grandes cantidades de dinero aunado a capacidades mágicas de administración, control total de una situación, cuna noble, etc., para justificar su falta de talento: cuando olvidan que hay un modo, un tiempo para entender. Que hay periodos de descanso y maduración de la idea. Horas nalga (como diría el gran Silverio), perfeccionamiento de su arte con la repetición (tan monótona como productiva) de lo que hagan, trabajo diario y sacrificio. Un gran maestro me dijo que la vida del estudiante era sacrificial, que había que estar al pie del cañón. Por eso es que es de los mejores maestros. 

Cuando terminé de ver el episodio: estaba llorando muy fuerte, no había pensado nada de lo que había dicho ese maestro del argumento. ¿Qué tal si me pasaba lo mismo? Sólo estoy desgastada por hacer ciertas cosas y no he madurado ni desarrollado otros saberes. Puedo ser tan brillante como cualquiera. Cualquiera que trabaje y que esté dispuesto. Y yo estoy dispuesta. 

Recuerdo cuando leí a Nagel y el librito de Pappas y Lehrer. Había encontrado algo en lo cual perfeccionarme. Cuando leí a Rorty lo detesté, pero es cierto que quería argumentar como él. Quería argumentar y revisar lo que hablaba, quería analizar y hacer formalizaciones y sentía emoción por ello. Como un homínido que se sorprende por primera vez. Mi filosofar vino del thauma.

Recuerdo que: aunque reprobé lógica, mis maestros se desesperaban conmigo, se me olvidaban las cosas, no entendía las pruebas con hipótesis. Había cosas y citas que seguía recordando, ideas que aún seguían ahí. Me rechiflaba hacer argumentos, derivaciones, saltos inferenciales complejos (saltarse pasos, pues), encontrar discusiones y contraejemplos, evaluar argumentos. Sentía esa pasión y quería hacerlo bien, excelentemente bien. Lo cual me desgastó eventualmente. 

El arte tiene reglas, el artista tiene que disciplinarse (a veces con maestros, a veces solo) para que estas ideas fluyan y encuentren el modo de salir. Es por eso que tenemos que darnos tiempo, no desesperarnos y no creer que en serio es una incapacidad. No tener miedo: si hiciéramos caso de TODA amenaza, es probable que muramos de miedo: y ni siquiera podríamos justificar un daño. Nosotros destruiríamos nuestra propia felicidad.

Queramos o no: nuestro destino está en nuestras manos. Las señales que nos lleven hacia él deben ser vistas con análisis, debe actuar el asombro, pero no como pensamiento irracional, sino en la apertura de encontrarnos a nosotros, lo que buscábamos, en ese instante en que dura la señal. Encontrar nuestra respuesta para poder continuar. 

Y encontrar también que no nos equivocamos del todo: que una pelea es de dos, que una familia puede ser un obstáculo o un cohete al éxito, que has encontrado gente que te quiere a pesar de conocerte :). Que hay cosas que no entendiste la primera vez, que no lo hiciste perfecto, pero eso te ayudó a ser quien eres, a ser más sabio y entender lo que piensas y quieres. Aceptarnos por lo que hacemos y lo que somos. 

La reseña, la vida, la filosofía: debe continuar. Espero que esta señal les ayude, como a mí.