miércoles, 13 de enero de 2021

Canciones con filosofía: Será que hoy

Acepté un trabajo en Santa Fe, de esos trabajos que detestas pero que te acercan a cosas. A partir de marzo fue un infierno, porque dos narcisistas me acosaron hasta querer acabar conmigo. No lo lograron, pero el sentimiento agridulce sigue. 

Todo comenzó un día que iba tarde. Ni modo, se lo regalé a la vividora esa y a la narcisista asquerosa. Ni siquiera tuvieron piedad y las dos se unieron para insultarme, para decirme cómo hacer mi trabajo. Me decían que no mintieran y ellas robaban, una cometió fraude pese a tener dinero, la otra se dio su encerrón con el ex jefe de su esposo. Mentiras, gaslighting, insultos y constantemente, se veía comprometido mi espacio personal. 

Por desgracia a la narcisista asquerosa le dieron mi trabajo, porque supo aliarse con Ximena y porque supo causar lástima, me hizo esa porquería y nunca tuvo ninguna consecuencia. 

Un día de agosto, cuando todo pasó, me desperté pero ya no quería levantarme de mi cama. No sentía nada, todo me daba asco. La vida, esas malditas ogetes, me daban asco. Seguían ahí y no había nada que pudiera hacer

Y se abrieron todas mis heridas: aquella de sexto año en que una estúpida me agredió, otra en donde me pendejearon, mi familia me dio la espalda, mi familia me insultó y me quedé sola. Mi mamá me confesó que me iba a regalar. Me sentía muy sola. 

Pero era que él ya no estaba. Mi padre había muerto y no había procesado su duelo. No me importaba tanto haber sido abusada, igual vivo enojada conmigo por la porquería que son otros. No era nada más eso... era la infinita tristeza porque siempre me faltaría. Eso fue la vida haciendome pagar todo lo que no hice, o una injusticia cósmica. 

No era sólo el abuso que había sufrido, era que me sentía sola e indefensa, era que vi toda mi vida pasar y no valía la pena. Debí haber hecho más, debí haber sido mejor hija. 

Me levanté con el pie izquierdo desde que supe que él moría. Y en mi necedad y egoísmo quería que se quedara conmigo. Porque la vida no sería igual sin mi papá. 

No estaba lista para volver al mundo. Debí haberle dado voz a mi dolor. El no hacerlo me generó una depresión terrible, de la cual me tomó tres años salir. Y nadie se compadeció de mi, nadie tuvo piedad conmigo. Ni la vida, porque viviría un duelo tres años después y acoso sexual al siguiente año. 

Porque nunca me había hecho tanta falta como hoy, era él el que faltaba. 

Armando Manzanero, el Burt Bacharach mexicano, murió el 28 de diciembre del 2020, una pérdida irreparable porque con sus composiciones le dio voz al dolor y al amor de muchos mexicanos. 

Descansa en paz.