lunes, 2 de octubre de 2017

Canciones con filosofía: Free Fallin

Soy una ñoña y lo acepto: me gusta leer, salir a caminar, salgo con poca gente y mi idea de diversión no involucra sexo, drogas o rock and roll. De hecho implica cine de arte, té helado y una tabla de quesos. Aparte de ñoña soy medio mamona. 

Básicamente mi conocimiento de rock es proyección: me gustan todos los rockers que tienen lo que yo quiero ser, mas no los envidio. Me gusta un Julián Lede en la guitarra y gritando rolas épicas; me gusta un Springsteen cuya energía me levante un sábado al mediodía; me gusta Dylan tanto como me gusta la filosofía; me encanta Jack White y su genio para sonar bien en cada canción que hace. Y Tom Petty, uno de mis Wilburys favoritos. 

Recuerdo cuando compraba mis Guitarra Fácil y, más adelante, cuando tuve internet, bajaba los acordes y las tablaturas (si, intenté apestar menos, jajaja). Y entonces lo encontré: Free Fallin, una catedral del rock, para mi, disponible en mis manos y con mi guitarra. 

Y recuerdo que eran 3 acordes: la mayor (A), re mayor (D) y mi mayor (E), tres acordes, facilita, y sin embargo, yo me sentía una rockera, me sentía invencible, me sentía una chingona, que podría escribir una rola así en 5 minutos. TODO era posible. 

Y fue gracias a ese gran compositor, yo entendía del amor y de la música, me transformaba, me hacía sentir que no era yo, que era algo mejor... que podía tocar y entender el rock y que Andrea podía hacer algo. 

Me estoy enamorando, saco la catarsis y quiero que esos tres acordes duren para siempre, quiero aprender el bajo y cantarla cuando todos puedan escucharme. Tom Petty lo hizo posible. Apenas suena el primer acorde y me siento un música experimentada. 

Pero mi guitarra se rompió de la caja, dos cuerdas se reventaron y lo peor de todo: escuché a aquellos que seguían pensado que era una ñoña, una aburrida, que la filosofía era mi carrera perfecta porque no servía para nada. Si, me han dicho todo eso y cosas más feas. 

No obstante, hoy que murió Tom Petty... oigo esa canción y me dan ganas de ponerle cuerdas y barniz a mi guitarra, tomar mis impresiones empolvadas y salir a cantar otra vez. Estoy en caída libre, porque la música nunca muere y Tom Petty jamás morirá. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario