viernes, 11 de enero de 2019

2 canciones con filosofía: Pure Comedy

Estuve pensando mucho en la segunda canción con filosofía... Mucho en verdad. 

Porque no tiene nada que ver con la canción anterior... y generalmente, tienen algún tema filosófico y están relacionadas con la melancolía y la tristeza. Este, mi periodo azul, me sirvió para entender mejor mis frustraciones, la verdad y la realidad en torno a lo que me pasa. Y me ayudó a ver que nuestra vida está en nuestras manos. 

Gracias a que me sentí triste aprendí a leer la hostilidad, las situaciones y la toxicidad de las personas. Me han humillado muchas veces y siempre usan los mismos mecanismos: hacer como que tú eres la única que existe, descalificar todo lo que haces, compararte, hacer personal algo que es académico o laboral. Ya me sé todo de memoria, ahora sólo falta cambiar mi reacción. 

A veces me da mucha risa, todo lo que intentan aplicarme y hacerme sólo por cosas tan insignificantes, de esas que sólo enajenan. Creen que si tu tienes problemas eres un fracasado, pero si tienes privilegio, eres un imbécil consentido, que no valoras nada... ¿Quién demonios los entiende? 

Y sin embargo, es lo único que tenemos. 

Balzac intentó describir la comedia humana, Dylan sintetizó la hostilidad de la hipocresía y la verdadera naturaleza. Pero Father John Misty perfeccionó la narrativa del antropocentrismo: todo es una comedia. 

No quiere decir que todo sea un chiste ni que hay que abandonar el sentido, quiere decir que hay que abrazar la contradicción. Yo soy una persona que no soporta el narcisismo, pero peca de narcisista intelectual. Cuando alguien me miente y lo descubro, trato de encauzar a la verdad, pero no tengo problemas con encubrir la mentira. 

La gente no me soporta y yo no soporto a la gente... pero, honestamente, a veces busco la aceptación. Y a veces me afecta lo que piensen de mi, aunque piensen puras estupideces e incoherencias. 

Pero esas contradicciones me han hecho confrontarme, aprender a decir la verdad y entender que la gente creerá lo que quiera. Eso me ha servido para defenderme y tratar de afrontar la tristeza. 

Muchas personas que me detestan, me han traído mucha suerte: porque he evitado cosas que no quiero para mi y que no quiero en una relación. Su odio me fortalece, porque de todo lo que me han echado en cara y de mala entraña, me ha ido bien. Esa gente tiene mucho dolor, aunque mienta y dé de sí una imagen de éxito. 

La gente muy feliz o encantadora, por desgracia, me ha tocado ver cómo es una máscara para su dolor, creen que no serán descubiertos, pero eso es lo que están pidiendo. La gente con supuesto privilegio, es una inútil que no sabe trabajar ni producir,pero tampoco quiere aprender. 

Tal es la comedia humana que me ha tocado presenciar: tanto destructiva como fascinante. 

Este año aprendí a pedir, aprendí a ser una amiga, pero observo esta comedia humana y me lleno de desesperanza.También comprendo que en la vida siempre nos perseguirá esa comedia: la que nos dice que no hay sentido, que sólo hay hostilidad y que tenemos que ser complacientes para que la gente no nos odie tanto. 

Esa misma comedia nos hace decidir: qué queremos, quiénes somos y qué vamos a hacer, qué nos da miedo y asco de esas contradicciones, cuáles vamos a abrazar o quizá a tener qué ocultar para no volvernos locos. Si nos maravillamos con la existencia o nos aferramos a ella como quien no posee nada. 

Un Father John Misty filosófico dice que nuestra idea de libertad es estar encerrado en una prisión de creencias, con un lenguaje confuso y con comportamientos crueles, pero siempre de la mano de otro ser humano, ya sea como compaña o como enemigo. 

Y aunque nuestra existencia es banal, la maravilla de esta comedia, política, existencial, filosófica, jamás termina. Es como una especie de reality show, cuyas temporadas son increíbles y decadentes a la vez. 

Porque nosotros somos lo único que tenemos, tal vez no haya nada más... pero ¿realmente necesitamos más? 

Feliz año, philosofellas. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario