miércoles, 28 de enero de 2015

Ser inteligente no es ser millonario

A menudo la gente inteligente es admirada, puesta como ejemplo, llena de elogios y de muchas maravillas. Creemos cosas de ella... pero la realidad es otra. 

La gente inteligente es también criticada, ridiculizada, agredida y castigada por no pensar igual que las otras personas, por revelarse contra la autoridad. Se tienen creencias acerca de la forma de actuar y de pensar, por ejemplo: 

- La gente inteligente no se equivoca. 
- La gente inteligente no tiene problemas: por su inteligencia misma puede salir de ellos, y resolverlos de la mejor manera o evitarlos. 
- La gente inteligente no tiene problemas económicos. 
- La gente inteligente no puede ser desempleada
- La gente inteligente tiene los mejores puestos. 
- La gente inteligente tiene la vida comprada. 

Mentira: todo es la misma creencia estúpida, todo es la misma idea tan tonta de creer que la inteligencia por sí misma basta para tenerlo todo. Para hacer las cosas sin límites. 

Dudo que haya tal cosa, mas bien es un prejuicio orientado por el pensamiento mágico y por enemistar con las personas. Rara vez cuando se habla de una persona inteligente, se hablan de sus amigos, sus sentimientos, sus decepciones y fracasos, que por tenerlos NO te hace menos inteligente. 

Antes de cualquier calificativo, somos personas. No deberíamos tener una etiqueta que sólo sirva para que otros nos hagan a un lado. 

La calidad de personas inteligentes muchas veces nos aleja de amigos, padres y de personas con las que queremos establecer una relación: creen que son prepotentes, que las cosas tienen que ser como ellos diga, que tenemos que competir. Aunque es cierto esto en algunas etapas de la vida, es cierto que la gente inteligente también se frustra, es increíblemente comprensiva y buena amiga cuando lo desea. En especial, cuando no se les tacha de inteligentes todopoderosos. 

He contemplado, con mucha decepción, que las personas inteligentes también son envidiosas y groseras... porque les cuesta trabajo entender que no todo es su marco conceptual ni sus ideas. En especial, esto no sucede con otros inteligentes: muchas veces tienen conflictos con personas con otro tipo de inteligencia o con una inteligencia menor. 

En lo personal, yo admiro a las personas inteligentes: pienso que con ellas se hace el mundo (porque el mundo para mí, está hecho de sus ideas). No estoy ardida por lo que saben hacer, para nada: las felicito, pero también condeno su actitud de desprecio cuando ellas también han sido despreciadas. 

Yo se que su vida no es fácil: se que su mente los rebasa y dejan de lado otras cosas, el mundo, sus amigos, su tranquilidad y su estabilidad emocional. Yo los comprendo porque tengo familiares muy inteligentes y se que no siempre hay un espacio para ustedes. 

No tienen que enemistar conmigo. Usen su inteligencia para entender que somos diferentes, mas eso no nos hace lejanos. 


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