domingo, 25 de enero de 2015

Esos pequeños estallidos de ira

Soy una persona que siempre se contiene, rara vez doy un problema, rara vez me defiendo. De hecho, varias personas creen que no me sé defender. Los detestaba. 

Pero, cuando estaba en el metro, el espacio de agresión por excelencia, ahora si que me enchilé: fue maravilloso. Saqué toda mi ira, bueno, un poco, en un patán que quería manosearme.

Lo insulté: le dije hasta de lo que se iba a morir. Me miró, mojigato, incrédulo, como si me tuviera que gustar lo que me hacía... Estúpido: no me inspiraba nada, bueno, únicamente odio, desquite. La forma de estallar. 

Quizá no hubiera estallado con él, de no ser porque no tenía dinero, tenía que trabajar, mi tarjeta tenía poco saldo, soy bajita, el metro venía lleno, todo está mal en mi vida, ya seré un año más vieja, mi calcetín tenía un hoyo... Quería gritárselo a alguien, agredirlo, decirle de cosas, estallar, mentar madres. Quería odiar. No more miss nice girl

Me encantó, reitero... Es que tenía que sacarlo de mi sistema. Como filósofa, de vez en cuando es bueno estallar, poco a poco, no todo: hay estallidos que son figuras de globo y otros estallidos que son holocaustos nucleares. 

Pero los holocaustos nucleares conllevan demasiada ira. Acumular no es bueno, porque aunque tires y tires, jamás terminas de hacerlo. Honestamente, después de estallar me sentí un poco mejor. Respeto y todo, pero de vez en cuando creo que es bueno no quedarse callado. La afrenta está, eso lo acepto. Pero el hecho de gritar, insultar y decir de peladeces... ¡ay cómo relaja!

Me encantó ver su cara de idiota cuando reaccioné lo opuesto a lo esperado: él, pensando ligar con manoseo, siendo un patán... a una chava que sale del trabajo, una chava que se ve bien mansita (o mensita, me vale), creyendo que a lo mejor no decía nada o me iba con él. Ni madres: que le contesto, le dije de cosas. Y los del metro nada dijeron, nada se grabó, nadie se dio cuenta. 

Ni Lady ni nada: era una chava hasta la madre, de que agredan, de que piensen que porque una va en el metro va a agarrar cualquier cosa... Ya estoy cansada de este trato. 

Sostengo que son buenas oportunidades. Mas no siempre se puede y tenemos que cuidar de hacerlo más grande. Por lo demás, regresé a mi casa como soy: tranquilita, tranquilita. 

Gran inicio de año. 

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