jueves, 6 de noviembre de 2014

¡Leggins para todas!

Los leggins no son pantalones - decía la chica flaquita, que prefería usar otro tipo de ropa - Muchas chicas gorditas se los ponen así, tienen que entender que no- continuó, como si se tratara de un hecho científico o de la fórmula del mundo. 

Otros dicen que los jeggins (una combinación de jeans con leggins) son para una especie de prostitutas: esas que les gusta exhibir sus formas y sus tangas minúsculas con lo que parecen pantalones. Tan pegados que se puede sentir como una segunda piel. 

Dicen que hay reglas para llevar los leggins: que debe haber un blusón que llegue a los glúteos, que se puede combinar el denim con una camisa de mezclilla y un sombrero. Pero (si eres obesa, aclaro) más vale no te atrevas a llevarlos como pantalones. Una regla que nunca había escuchado. Como no llevar dos estampados o como no combinar ciertos colores. 

Yo he visto a mujeres más flacas que llevan leggins con tops, crop tops, bikini en la playa, o con una especie de blusa del mismo material, para que sea una especie de cat suit, o bien de traje completo. Se ven bien quizá porque se sienten sexy. Quizá porque eso es lo que les gusta y lo reflejan. Mis ejemplos son: Naya Rivera de Glee, Isis Valverde (Suellen) en Avenida Brasil, Lady Gaga, Kesha, Nicky Minaj, Rihanna y Courtney Stooden (una rubia que posa en bikini con zombies, la revista se llama Girls and Corpses). 

No quiero pensar que el discurso es porque sean flacas. 

La moda es una industria llena de prejuicios: que si sólo la pueden hacer homosexuales, que es para gente superficial, que no es una industria filosófica (cuando se basa en preceptos filosóficos y en psicoanálisis). Pero uno de los peores es el prohibirle a la gente ropa por su cuerpo, sólo por ser cómo es. 

Una cosa es usar prendas que te favorezcan, pero otra cosa es ocultar el cuerpo y sentir vergüenza por el tipo de cuerpo que uno tiene. Creo que no es un debate sustancial, porque se basa en que unas mujeres se oculten sólo porque molestan la vista de unos y porque no son como las otras. Tampoco se usa una prenda por querer agradar a otro grupo de personas ni identificarse. Eso es absurdo. 

No todas las chicas que son delgadas son sexy. Algunas se verían bien con curvas, pero por su fisiología no es posible. Otras chicas se verían mejor si pierden kilos de más: pero en ambos personajes sólo está la decisión de que quieran cambiar. No porque eso imponga. 

Es cierto que las dietas de las modelos generan expectación, es cierto que nos gustaría sentirnos sensuales usando las prendas con las que son motivo de loas. Pero no siempre se pueden hacer las cosas de esa forma: hay que ser realistas de qué es lo que queremos y de qué estamos dispuestos a hacer. 

Conocer nuestra forma de vestir, nuestros gustos, el no depender de la opinión de los siempre inconformes, que sólo provocarán neurosis y estupidez, en una sociedad que cada vez pide una idea más irracional y poco sana de la belleza. 

Belleza no es aceptación, porque la aceptación no vende: el sexo si. Y aunque creamos que lo rechazamos porque no compramos una soda, una marca, irónicamente lo demostramos cuando celebramos a la flaca con proporciones aceptables y condenamos a la obesa que se pone esa misma ropa. 

No debería haber tal cosa como: ropa para flacas y ropa para gordas. Sólo debería haber ciertas tallas, estándares, pero acorde a los cuerpos de las personas, a los diseños y a la etiqueta de ciertos eventos. Ser flaca o gorda no implica que alguien se vea bien. Todas deberían poder verse bien y eso es trabajo de la moda.  

Creo que es tan nocivo el extremo de la mujer que se pone glúteos de silicona y los enfunda en leggins como la delgada que los usa como pantalones, como la chica obesa que les dio el mismo uso. O lo usan como es, o nadie los use como prefiera. 

Ni usar la ropa que tu quieras te define, ni porque quieras acentuar curvas mereces otra clasificación. La ropa es una extensión del mundo interior de las personas, no una dictadura a la que puedes entrar si eres flaca u otra si eres gorda. La ropa es para divertirse, para expresar creatividad, para adornarse. No para dar discursos, para no sobresalir ni para ser tratado superficialmente. 

Pónganse los leggins que quieran, vístanse como deseen y expresen lo que quieran expresar. La ropa es para realzarnos, no para ocultar con un discurso estúpido e inconsistente. 

Y por cierto, quiero aclarar esa costumbre de usar los leggins como pantalones, viene porque las delgadas los usan. Las operadas y las naturales también. Las que son fáciles y las decentes. Son para todas y tienen el uso que tú les des. 


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