domingo, 30 de noviembre de 2014

Consideraciones sobre la moda y los trajes típicos

Mi pregunta en este pequeño ensayo es: ¿los trajes típicos tienen que ver con la moda? O bien ¿un traje típico puede pasar como un dress code (código de etiqueta)? 

Haciendo algunas precisiones, si y no, ambos argumentos radican en un elemento importante: la convención. 

Si, cuando es una especie celebración en pueblos o bien, cuando la convención tiene que ver con motivos típicos del estado. Si la convención fuera en premios, en algunas ceremonias, sí que sería de esa forma. 

No sería apropiado para eventos de gala o de ciertos temas. Si ya se ha convenido que la fiesta es con temática del Gran Gatsby, un dress code más o menos formal, podría ser. Lo cierto es que contamos con una herramienta de la moda: la adaptación. 

Es posible adaptar los elementos de un traje: la falda, la blusa (con jeans es un claro ejemplo de moda actual y de adaptación), los estampados típicos en una mascada (como mariposas, flores, serpientes, etc.). Podría ser un ejemplo de la evolución de la moda y estos elementos. 

Personas que llevan el traje típico como ropa de diario, para mítines, como imagen aparentemente transgresora o excéntrica no aparecen en esta convención: su imagen me parece ofensiva para los trajes mismos. Su discurso es nacionalista, con tendencia a polemizar acríticamente y que abunda en forma, mas no en fondo. 

Recordemos que, al ser la moda invención, estilo, no está peleada con lo que convengan las personas. La moda no está hecha por una industria, ni corresponde a una ideología: está hecha por nosotros, para nosotros. Por lo que hay que tener una mente abierta y una actitud de respeto hacia los integrantes que la componen: diseñadores, críticos, creativos, editores, fotógrafos, modelos, etc. 

Recientemente se agredió a Horacio Villalobos por una aparente crítica al traje típico. La crítica no fue ni al traje que se aludía, no fue hecha por él (fueron más ácidos los comentarios de las compañeras del programa Fashion Police, Ileana Rodríguez y Olivia Peralta) y ni siquiera era una crítica tan despiadada: era sobre respetar el dress code, sobre entender el evento al que se asistía y hacer una elección acertada: el crítico hacía su trabajo. 

Y el trabajo era sobre un constructo humano: la moda, que es un fenómeno tan serio como la filosofía, la ciencia, el arte. La moda también es eso: filosofía, ciencia, arte. Es un fenómeno natural, no sólo nacionalista o ideológico. 

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