miércoles, 18 de junio de 2014

Documental: El cuerpo de las mujeres

¿Cuál es el papel de la mujer en los medios? ¿Qué es lo que se muestra de ella? 

Tales son las respuestas que pretende responde este material de corta duración, pero muy conciso. 

Básicamente, la tesis de la que parte es: 

Las mujeres partimos de una estética machista para ser valoradas física y profesionalmente. Por ejemplo: pensamos en operarnos los senos de forma que les gusten a los hombres, nos operamos la cara de forma que no se note lo que escondemos, nos vestimos para atraer a hombres que, a ciencia cierta, sólo se sienten atraídos por un estereotipo de la mujer. 

El documental es conmovedor, filosófico: porque aborda una tesis de estética con relación al género. El modelo que tiene que seguir la mujer, en relación con lo que de hecho es. 

El modelo que presentan las mujeres es: 

- Cómo fenómenos de circo
- Mero atractivo visual, adorno: es un cuerpo que no es real. 
- No hay otredad: la mujer no se reconoce como un ser distinto 
- Una representación deformada, operada, sólo para satisfacer los deseo masculinos. 
- No es auténtica, aunado a esto, le es difícil saber qué es lo que le hace feliz. 
- Sólo compite con otros mujeres, en edad, en belleza, en hostilidad. No es algo intelectual
- Es como la observación de la mujer bajo la estética de un pornógrafo.  
- La mujer ya está condenada a ser una infante eterna: porque así es diligente y no tiene poder

Si no es bajo esa valorización, no existimos, no somos. 

Tesis del empoderamiento

Pareciera que, si no somos de una manera agresiva, sexualizada, no somo modernas, no podemos salir adelante y no hay ninguna razón para escucharnos. Pero este modelo arroja contradicciones: 

- Si somos de esa manera, prácticamente dependemos de un espectador que entienda eso, entonces, en el fondo, no tenemos poder sobre nosotros. No lo hacemos porque estemos convencidas, es porque necesitamos ser escuchadas y no hay otro medio, otra forma

El rostro

El otro argumento de la feminidad versa sobre esta parte: es en el rostro en donde representamos nuestras marcas de vida, la experiencia, lo que sufrimos. Si lo operamos es como una máscara, o bien, en aras de imitar a las otras mujeres, pierde su esencia, lo que lo hace auténtico. 

La cirugía estética adquiere así otro significado: mientras que era un medio para corregir ciertos defectos, ahora es un vehículo para evadir la insatisfacción permanente. Es el síntoma de una dismorfia. 

Parecer es mejor que ser

Es una creencia que se tiene desde la infancia, pero ¿por qué es tan importante? ¿por qué no podemos mostrarnos como lo que somos. Parece que es una cuestión de inseguridad: tenemos que imitar un modelo masculino, pero perdemos nuestra identidad. De ahí que modifiquemos nuestro cuerpo, que sucumbimos a la manipulación, nos enfrentamos contra otras mujeres. 

Nunca entenderemos quienes somos si vivimos para los demás. Muchas veces podemos autoafirmarnos diciendo que no. No al estereotipo, al ocultamiento y a la mentira que se esconde detrás de un cuerpo intervenido. 

Sin más, observen y conmuévanse. 





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