miércoles, 2 de junio de 2021

Un Amor Incomparable

Me han comparado muchas veces en la vida, todas con gente imaginaria: desde personas que defienden a gente con la cual no viven, como ex parejas que creen que estoy para satisfacer sus deseos y necesidades porque no importo. 

Pero a todos ellos los he mandado a la verga. Antes sufría mucho, mucho por la idea de que alguien fuera mejor que yo, pero rara vez veía que en la otra opción hubiera competencia. 

Y no me paro el cuello, como que la gente cree que eso por lo que te cambia vale más la pena, que ahora si vamos a aprender (ignoro qué), que ahora si se les va a amar correctamente. Pero ves sus vidas y dices: pues claro, es sólo lo que está en su imaginación, pobre infeliz. 

Cuando me compararon con una mujer más delgada, al principio me molesté, pero fue muy cómico esto porque le sugerí al tipo que saliera con mujeres delgadas, que fuera tras la que le gustara, que si le daba asco, mejor que se acostara con la que no le diera asco. Pensé en todo eso, menos en bajar de peso. Si no lo hago por salud, por las mejoras que esto conlleva, menos por un pendejo. 

Si es que hago una dieta es para un asunto específico: mejorar mi condición, reducir azúcares, aumentar mi energía. Todo esto con un médico de por medio (que yo he pagado, porque ningún muerto de hambre me ha dado de tragar ni sabe lo que necesito). Mejorar mi piel o cabello, blanquear mis dientes, mejorar mi digestión, asuntos importantes para una mujer. Nunca lo he hecho por coger mejor ni hacerle el favor a don puñetas. 

Un pendejo, que no me gustaba, se ardió porque le dije que no quería salir a tomar con él. Creo que le dolió no sólo que no fuera su tipo de mujer, sino que me veía como una víctima, no como la mujer que él quería que fuera. Yo, con sobrepeso, con mi cara de lela, con todo lo que odiaba de una mujer, este pendejo de mierda pensó que estaría necesitada y le diría que si. No se imaginó que yo salía con un hombre que me gustaba y que yo le gustaba a él. 

¿Es tan difícil entender que es mejor hacer cosas con el que te atrae y que te sientes del asco si las haces con otro por lástima o por compasión o soledad? ¿Han notado que el sexo es más compromiso que lujuria, seas como seas, con el cuerpo que tengas? Así como hay personas mierda, rock and roll mierda y trabajos de mierda, también hay sexo de mierda. ¿Es tan difícil entender que no quieres eso? 

Y era de esos pendejos que decían que ser delgada era igual a amor propio, él un guey marchito, sin cuello y precoz, que cree que una vieja lo tiene que salvar de su vida de cagada. Que abusaba de su pareja que era más fea que él y para el que ninguna vieja era suficiente, porque era un enano mental y mediocre. 

Otro, aún más marrano que yo, se atrevió a recomendarme dietas que él seguía. Pero no gracias, no quiero verme como tu, por eso no sigo tus consejos. 

Viejas más feas: delgadas o con cuerpo medio amorfo, con cuerpo de adolescente, cara de vato, cara del Pinguino que interpretaba Dany DeVitto, cara de Musculoso de Un Show Más, cara de Alice de Superjail, o del burro de Shrek con cabello largo: todas unas criticonas, unas amargadas de que uno se arregla o tiene una cita. Todas criticando tu alimentación cuando no saben ni comer. Todas diciéndote lo que deberías ser, cuando nunca se bajaron del árbol ni se pusieron zapatos. 

Ojalá la comparación te hiciera apreciar aspectos de una personalidad, pero la realidad es que te aleja de ella. No te hace poner en perspectiva las cosas, ni te hace mejorar, sólo evidencía tus carencias y tus deseos frustrados, sólo te hace ver como la persona pequeña que eres. 

Yo, por mi parte, cuando me pedían algo o cuando me buscaban, siempre les decía la misma respuesta: ¿por qué no vas a buscarla a ella o a eso? Diles a ellos, no a mi. 

Y me sentía en paz conmigo, con quien era yo, con mi gordura y mi personalidad tan difícil y cortante. Porque, en el fondo, aunque la gente no me elija y no me acepte, yo me he elegido a mi. 


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