martes, 21 de diciembre de 2021

Filosofía Moderna: de cuando te sientes cobijada desde el más allá

 Mi sudadera del Gato en el Sombrero es de las mejores prendas que he tenido: es cómoda, es roja, calientita. Sirve para el día y para la noche, combina con mi guardaropa, con mis abrigos cafés se ve increíble. Duermo cómoda, me gusta hacer mis labores con ella. Me encanta ponérmela con un blazer negro para verme elegante, o con otra chamarra en invierno. 

Es increíble cómo se adapta a mis necesidades y como me hace sentir cobijada. Es magnífico cómo me trae buenos recuerdos, grandiosos recuerdos de cuando todo estaba bien. Con ella vi a Silverio, a Paul McCartney, a Camilo Lara y Billy Joel. Casi se está desintegrando, pero la verdad es que, es una sudadera que me gustaría conservar por mucho tiempo. 

Antes estaba adelante de mi clóset, la dejé de poner en un gancho porque se estaba haciendo grande. Luego pasé a alternarla con otra sudadera que tuve... Luego ya no quería que se me gastara. 

Con esa sudadera pasé también cosas horribles. Me acompañaba en los inviernos, cuando enfermé de Covid y cuando lloré mucho por cosas que hoy no parecen importantes.

Esa sudadera tengo desde muy chica, tal vez, quince años conmigo. Parece que estuvo conmigo toda la vida. Ahora es tan difícil dejarla de lado... No parece correcto que lo haga, tengo que pensarlo mucho. Voy a permanecer con ella para siempre. 

No puedo tirarla, me cuesta mucho trabajo deshacerme de ella. 

Esa sudadera del Gato en el Sombrero me la regaló mi tía Consuelo. No teníamos la mejor relación, pero ella se preocupaba por mi, yo la quería, aunque no lo pareciera. Solía tejer, pero no siempre terminaba su tejido. Me dejó algunos camisones y vestidos para dormir, los cuales atesoré por mucho tiempo, hasta que se rompieron. Pasé mucho para deshacerme de ellos cuando ella se fue. 

Igual tengo un reloj que mi papá me compró en uno de nuestros tantos viajes al centro. Estuvo conmigo mucho tiempo, ya no tiene pila, pero uno no puede evitar sentir que si se deshace de él, es como lo único que te une a esa persona. Me costaba mucho trabajo ver el reloj, pero lo guardé y eventualmente, pienso volver a usarlo. No sólo es que sea útil, es que me recuerda que mi papá estaba ahí. 

Recientemente vi la ropa del Gato en el Sombrero y recuerdo que me iba a comprar muchas cosas para mi y una sudadera exactamente igual. Una que me acompañara, porque, después de todo, nunca pensé que mi vida fuera a cambiar tan drásticamente en cuatro años. Me detuve mucho tiempo, pude haber hecho la compra... estaba lista para comprarla y me detuve, ya no la hice y no se sintió tan bien. Es que, es algo que no puedo explicar, pero me siento protegida cuando me la pongo. Como si hubiera sido hecha para mi, para que yo me tapara y no tuviera frío en el invierno. 

Es como si todavía ella estuviera aquí, conmigo. Y en ese universo las cosas buenas pasaran. 

Recordé esa canción de Silvio Rodríguez: y aunque tuviera dos, yo sólo quiero aquel... Yo sólo quiero mi sudadera más que a otras cosas y quiero ese reloj aunque pudiera tener otros. Quiero eso que es único e irremplazable de ellos, eso que es especial y me hace sentir igual de especial. 

Ahora entiendo qué pasa si llegas a perder un bien al que te has apegado mucho. 

La nueva temporada de Modern Love está en la plataforma de Amazon Prime. Uno de los episodios va de esas cosas que atesoramos, que no podemos reemplazar, va del último vestigio de la conexión con los seres humanos.