viernes, 11 de mayo de 2018

2 canciones con filosofía: Wide Awake

A O. Campos. 

Por desgracia, estaba entre comprar boletos para ver a David Byrne o a Katy Perry. Ganó Byrne por lo único de la experiencia y lo místico del evento. 

Pero también me hubiera gustado ir a ver a Katy Perry. 

Katy Perry es una mujer empoderada, que habla de la seguridad de una mujer para encontrar su voz, para dejar de creer en los cuentos de hadas, en el amor imposible que es vendido como posible. Los amores que guardamos en nuestro corazón y que no pudieron ser por orgullo. La credulidad en los cuentos de hadas, la reconciliación con la vida, el despertar sexual y el amor juvenil. 

Sus detractores que oculta la belleza de su canto en artificios y brillos innecesarios, pero, al igual que los grandes artistas, cada artificio que usa la Perry no diluye su discurso, sino que lo acentúa. 

Se que es un cliché al estilo Meg Griffin, poner de mujeres empoderadas a chicas como Katy Perry, en comparación con Virginia Woolf, sin embargo, creo que la síntesis y el poder de sus letras, de sus videos y de su forma de actuar (un rasgo que no se ha explotado cinemáticamente), encantan al público, la hacen digerible y además conectan mucho más que con otras artistas de su generación. 

Además de la emotividad de sus canciones: muchas versiones acústicas han sido interpretadas por Darren Criss o ella misma, dando mayor poder a su voz y su mensaje. 

Tal vez Perry usa esos artificios para hacer ruido, pero una vez que la escuchas, puedes apreciar su belleza, su sencillez y su capacidad de conmoverte. 

En esta canción, Wide Awake, Perry dice despertar de un hechizo de una relación fallida: de un espejismo que ella se fabricó mediante creencias y necesidades emocionales no resueltas. Aunado a un despertar que le dolió muchísimo. 

Dicha canción relata que hay que despertar, para tratar lo que dejemos pendientes con nosotros mismos. Eso nos puede dejar en un estado lamentable, pero hay que encontrar fuerza para destruir lo que nos hace daño y reconciliarnos con la vida. 

Porque nadie va a salvarnos, ni ser ese príncipe, ni cuidador, ni mentor, ni voz que nos ayude a resolver nuestros problemas, ni siquiera nuestro amigo o pareja. Ni un padre intelectual, que sepa de nuestras necesidades y problemas sin que tengamos que decírselo; alguien con quien hablar de filosofía y música... Quizá sólo existe en nuestra cabeza, o no existe. 

Dicha fantasía fue alimentada por creencias, que no eran muy racionales, que aunque sean sinceras, pueden hacernos vulnerables ante alguien que no aprecie lo que somos. O bien, que se aproveche de nosotros. 

Caemos así, de la novena nube. Pero después tenemos que despertar. 

Yo me pregunto, al igual que la bella Katy ¿si hubiera sabido que sería así me hubiera arriesgado? Tenía que caer, estrellarme desde lo alto, pero también tenía que dejarte ir. 

Aún así, te agradezco por haber sido mi amigo. Yo se que no estábamos listos el uno para el otro. 



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