martes, 24 de abril de 2018

A mi (ex) amigo Frank

Recuerdo cuando te conocí, no sabíamos qué decir. Ambos nos unimos por nuestras desavenencias. De esas veces en que no crees que una amistad se hace por la vulnerabilidad. 

Me conociste por mi blog ¿recuerdas? Te hice sentir muy incómodo, luego muy cómodo, luego incómodo otra vez. Hablábamos a través de tus gustos musicales y tus sentimientos. 

Pero Frank, de la delegación aledaña, yo no estaba lista para ti. Yo te quería mucho, pero había algo que no podía aceptar. Yo no quería salir lastimada y no estaba lista para abrir mi corazón. 

Frank... eres un buen hombre, eres un buen amigo, pero lo nuestro no podía ser. Porque nuestra música era intensa, como una buena canción de Dylan o de Patti Smith. O de The Cure, se pone y se disfruta de cada cuando, pero la emoción no es para vivirla diario. 

Me enseñaste mucha música... creo que fue algo especial. 

Yo te quería mucho... todo lo que me decías, me hablabas. Cuando me escuchabas. Cuando querías evitar tu dolor, como yo... empiezo a pensar que pudimos haber aprendido mucho juntos, si yo no hubiera sido tan cobarde. 

Cuando vimos a ese patán en la tienda... tu me consolaste y te le quedaste viendo y ese ridículo sólo nos devolvía la mirada... Frank eras mi único amigo en esa tienda, pero yo me sentía fuerte como nunca antes. 

Nunca te guardé luto, como a Ana o Katia o Marco... pero ahora todo cobra significado: el momento llegará, sin importar qué tanto me oculte de él. Todo llegará y será tan intenso como tú quieras. 

Frank... siempre te recordaré, pero lo mejor fue que nos separáramos. Yo, que no estaba lista para sentir, ahora siento todo al doble... ahora quisiera dejar de hacerlo. Supongo que todo, aunque suene a cliché, fue para bien. 

Un buen día, no te contesté el teléfono. Aún me arrepiento de ese día. O creo que no estaba, pero sabía que ya no podría ser. Y me siento muy triste. 

Frank, siempre serás de mis mejores amigos. Aunque ni siquiera haya sabido ser tu amiga. 

Nunca te guardé luto, ahora ya sé por qué. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario