domingo, 10 de febrero de 2019

10 señales por las que tu trabajo será una mierda.

Básicamente, quiero aportar mis conocimientos sobre lectura de situaciones a un tema que me apasiona y me asquea al mismo tiempo: el trabajo. 

Me gusta el dinero, pero admito que nunca será fácil ganarlo ni ahorrarlo. La frustración crece cuando ahogas tus vacíos con cosas y de repente ni el dinero es suficiente para resarcir el daño. 

Yo espero que estas señales te ayuden a poner en perspectiva para que puedas enfrentar mejor la frustración y entender que, en vez de enojarte, lo mejor es ser pesimista y no recibir toda esa mierda que te quieran echar:

10. Chisme como alimento. El trabajo es como la familia... en términos orwellianos: el autor de Rebelión en la Granja decía que la familia es una asociación de espías: en la cual todos se acusan con todos y todos son recelosos de todos. El chisme pretende atacar tu seguridad personal y legitimar el poder de los de arriba. La creencia es que ellos tienen ojos en todos lados y que tarde o temprano, cualquier transgresión, cualquier idea, cualquier cosa diferente que digas o hagas, se sabrá. No puedes escapar de ese gran hermano, que todo chismea. 

Cómo contrarrestarlo: siendo aburrido, pero también, siendo correcto. No trates de buscar sentido a todo, porque acabarás frustrado, confundido y enojado. 

9. Policía bueno, policía malo. Toma nota de este truco: cuando hay dos o más autoridades a quien seguir, actúan de policía bueno (son permisivos, comprensivos, te "ayudan", te "escuchan", te "apoyan"). Pero basta que cometas un error o que tengan un enojo atorado o desquite contra ti para que se inviertan los papeles. 

Cómo contrarrestarlo: créele a todo mundo la mitad y dudando. No seas partidario de uno ni de otro. Al final ellos están con su equipo... el equipo conformado ANTES QUE TÚ LLEGARAS. Al final, uno de ellos, será siempre uno de ellos. 

8. Mejor ni nazco. No es ahí si resultados o logros laborales son idénticos a tus decisiones personales o vida privada. Por desgracia, muchos jefes usan eso para establecer comparaciones crueles o injustas. Y para desprestigiar tu trabajo y todo lo que hagas. 

Cómo contrarrestarlo: Ten en cuenta que las personas no son sus logros, busca a personas que puedan apoyarte independientemente de que no estés en tu mejor momento. Busca ideas o cosas que te ayuden a seguir adelante: un autor que te guste, un buen amigo, una frase de la gente de tu trabajo en la que tengan razón. No siempre es todo negativo. 

Lo que me lleva a: 

7. Crítica, no agresión. Alain de Botton afirma que es una crítica si hay información útil para mejorar tu trabajo. Y, spoiler alert: las críticas disfrazadas de agresión no existen. 

Cómo contrarrestarlo: si es agresión, generalmente es personal y si no te dice nada que puedas cambiar, no lo aceptes (como por ejemplo: tienes cara de estúpido, siempre te equivocas en todo, nunca haces nada bien; estas declaraciones NO DICEN NADA, porque hay muchos escenarios en donde esto no es el caso). 

6. Apego intermitente. Si primero son muy buenos contigo y después como que se alejan de ti y de lo que haces, o a veces te aíslan. Por desgracia hay que adivinar todo y nunca estás cómodo con ellos. 

Cómo contrarrestarlo: Con distracciones, con hacer cosas o simplemente preocuparte por tu trabajo. Todos los trabajos son enajenantes y provocan neurosis y terribles rumiaciones. Si no haces algo o si haces algo de cualquier modo habrá alguna consecuencia: perdónate y cree que la siguiente vez lo harás menos peor. 

Y que algún día lo harás mejor: hasta Sísifo sonreía. 

5. Hombro frío. Es cuando no te hablan ni te contestan ni nada. Te aíslan y te dejan de lado. Jamás estarás a su altura ni les parecerás. 

Cómo contrarrestarlo: por desgracia, navegar con bandera de tonto es lo mejor, saludar pero generalmente. No hacer hincapié a eso, porque todos pueden ser dobles agentes o sociópatas potenciales. Aunado a que no podemos saber hasta no hablar con esas personas. Finalmente, tienes que hacer una coraza de ser indiferente a su indiferencia. (Véase el punto 8). 

4. Personas tóxicas, narcisistas, psicópatas, hipócritas, dos caras y anexas. 

Cómo contrarrestarlo: con un pesimismo consolador: la mejor forma de no enojarte es siendo pesimista. ¿Para qué explicar y luchar con alguien que NO ENTIENDE? Y lo que es peor de todo, ¿por qué perder el tiempo? 

Haz una lista de las cosas que no van a cambiar: ellos no me quieren, me odian, son ojetes. Y pónla en tu teléfono, para que te ACUERDES que eso es lo que no va a cambiar. Pero tu puedes hacer otra cosa, tener tus amigos, tener tus ideas, hacer de hecho, nuevos contactos, buscar cosas que te gusten, por muy mínimas, de ese trabajo. 

3. Conspiraciones. Es muy sencillo: cuando te toca a ti, hacen todo lo posible porque no sea y cuando le toca a otro, pues, parece que todo se alinea. 

Cómo contrarrestarlo: Hay que ejercitar la tolerancia a la frustración: uno va a perder muchas cosas en un trabajo: la sonrisa, el tiempo, la fe en la humanidad, la fe en uno mismo y va a perder cosas que importan como prestigio, dinero y dinero... Pero ya en serio: habrá días en que le toque a uno y aunque hagan lo imposible, saldrá todo bien. 

Por otro lado, siempre habrá favoritismos, alianzas, traiciones y comportamientos terribles hacia otros o hacia ti... Ante esto sabemos que sólo una buena reputación nos precede, pero tampoco vamos a agradar a todos: es una posibilidad que no encajemos, que nos detesten y que crean que estamos en un error. Pero lo importante es tener en mente por qué estamos ahí, qué queremos y qué creemos sobre ese trabajo, que es por lo que estamos ahí. 

2. Burlas disfrazadas de comicidad. Un acto de transgresión nos ayuda a salir de la rutina y del trabajo, pero ¿qué sucede cuando invaden nuestro espacio personal? Recuerdo haber perdido los estribos porque un compañero me ofendió, no respetó ese espacio y lo peor, lo disfrazó de comedia, pero me di cuenta que él sólo quería hacerse el interesante. 

Cómo contrarrestarlo: Por desgracia, son años de leer la hostilidad de las personas los que me han ayudado a ver esas prácticas: si tu abres la puerta, ellos entran, te dejan sus cosas, su basura, sus porquerías, rompen sus ventanas, después entran ratas y porquerías, después entran unos vagabundos y conviven con prostitutas y todo por abrir en el momento equivocado. 

1. ES A PROPÓSITO. Parecido a las conspiraciones: ya sabes lo que ellos traman y no tienen empacho en hacerlo. Ellos saben qué hilos mover y te dicen qué es lo que te van a hacer. Ellos leen tus debilidades y creen que te poseen o que eres inferior, pero no creen que haya gente más débil que ellos. 

La hostilidad es prueba de un gran dolor y de una falta de control de impulsos: estar enojado permanentemente (y no por causas injustas que es para lo que es el enojo en primer lugar), requiere mucha energía. Es común que gente que se enoja no haga bien su trabajo y sea invasiva e impertinente, pero también que crea que tiene la razón. 

Cómo contrarrestarlo: Hay que desarrollar la fortaleza mediante el pesimismo. Hay algo que tenemos qué aprender y es que, por desgracia, cada vez hay menos compasión y más narcisismo. Hay que buscar una forma de responder y no de reaccionar. Entender que es una dinámica tóxica, que harán que todo sea difícil, que todo sea horrible y que todo cueste trabajo por cualquier razón... Pero no podrán hacer que toda la gente piense lo mismo y que todos sucumban ante la presión: siempre habrá alguien que diga no, que no le importe la dinámica o que crea algo distinto. 

Tal vez por eso es que esas acciones no tienen precedente, tal vez por eso, las dinámicas se han de replicar. Sin embargo, es cuestión de nuestros actos cambiar una narrativa de abuso y de sumisión, porque es lo que alimentan esos trabajos enajenantes. 




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