Él, con su porte, su virilidad y su sonrisa, me atrapó. Yo me pregunté: -¿Quién es él?-. Cuando él me hablaba, sentía que existía. Yo me enganché a él, porque lo necesitaba. Él supo leerme: yo, la introvertida, la seria, la nerviosa, la que no podía hacer nada bien, de repente le sonreía y me abría.
Y él, empezó a hablar conmigo, a bromear, a hablar de superhéroes, de la tristeza, de bibliotecas y de lo mucho que significó para mi conocerte.
Obviamente, un hombre así siempre estaba rodeado de gente: porque era encantador, masculino, a veces irreverente y con un imán muy poderoso. No puedo negar que eso era también un defecto.
Y estoy estancada en ese momento, en que me sonreíste. Jamás pensé que alguien tan atractivo como tu me hablara, que se acercara, que me dijera algo que sirviera como voz interior.
Pero tengo que recomponerme, porque estoy estancada en ese momento y tengo que salir de ahí. La ayuda tal vez no llegué, porque yo soy mi propia ayuda. Y, francamente, no hay nadie más. No mejorará nada.
Tal vez no has hecho del mundo un lugar mejor, pero hiciste de mi mundo un lugar más bello: porque me devolviste la ilusión, el deseo y la belleza. Una bendición para una pesimista incorregible como yo.
Tal vez me enamoré un poco, tal vez sólo era deseo... pero me desarmaste completamente. Y eso dice algo de mi: de mi ridiculez, pero también de mi bondad y de cómo vi en otros lo mejor de ellos.
Por un momento, mi mundo se llenó de color. Fuiste amable conmigo, pero eso no lo voy a olvidar. Yo te perdono por lo último que pasó. Yo te perdono porque te hayas ido. Al final, no iba a ser, por mucha desesperación que hubiera en nuestros corazones.
Por un momento, mejoraste mi vida, espero haber mejorado un poco la tuya.
En ese momento, fue instante y yo me enamoré, pero para salir necesito tiempo, este tiempo, que seguramente, pasará.
Mírame: salté al vacío y me perdí. El vacío miró dentro de mi. Pero el amor es un salto de fe, así que ese momento, en que perdí la cabeza, también pasará.
Me alegra haberte conocido, Wade Wilson.
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