viernes, 1 de marzo de 2019

A la mierda, febrero

Por fin acabó este mes tan horrible y tan lleno de mierda: estoy en un trabajo terrible, Wade Wilson se fue, me echaron en cara la ayuda que me han dado, me di cuenta que ni en casa estaré a salvo, los maestros ya no pueden verme. No tengo dinero... me siento un fracaso. 

Todos me odian, odio mi trabajo, no me soportan ni yo lo soporto. Aunado a que sólo tienen envidia y resentimiento y desdén. Llego tarde. Odio mi trabajo y a la gente de ahí. Por más que intento estructurarlo. Hasta el más neutral puede ser un doble cara, hasta un Wade Wilson. 

Hay tantas cosas negativas, empezando por mi nacimiento: nace pura gente horrible en febrero. Es gente extravagante y terrible y además narcisista. Siento que febrero es mi lunes del año. 

Hizo un chingo de calor, todo estaba mal, la gente no quería comprarme, los planes que me propuse no los hice. Murieron actores que no esperaba que murieran. Lloré mucho por gente que no valía la pena, pese a que haya lavado mi alma. Sigo extrañándolo, pero él ya no volverá. Lo perdoné pese a que se burló de mi. 

Todo tiene la culpa ese chingado mes. 

Es que, pensádolo bien, creo que el año nuevo no empieza el 31 de diciembre, sino cuando es el cumpleaños de uno. Ahí empieza todo a descomponerse y uno empieza a revalorar la vida, a entender que no puede perder más el tiempo o, al menos, que lo pierde demasiado. 

Y por desgracia, la vida me ha mostrado que se me ha ido el tiempo en estas estupideces: es un mes terrible, un mes asqueroso, pero es el más breve... y sin embargo, la tortura puede ser intensa y la vida se puede pasar más lentamente cuando uno está sufriendo. 

Y sin embargo, hay cosas en esta vida que cambian de un momento a otro. A veces puedes creer que es un mal día y cambia abruptamente... los príncipes se convierten en pequeños sociópatas, las brujas pueden convertirse en hadas y puedes ser fiel a tus principios, decirte la verdad... dejar de ser invisible. 

Incluso, puedes encontrar un potencial amigo, aunque muchos se vayan y te olviden. 

Y aunque estamos en un abismo de desesperación, las cosas pueden cambiar. 

Vaclav Havel dice que la esperanza es diferente del optimismo, porque la esperanza es creer en algo independientemente de cómo resulte. Havel me ha dado esperanza: porque mañana es un nuevo día. Yo se que estoy en un trabajo que no funcionará y no funciona. Yo se que la vida me ha mostrado que hay buenas personas, que ellos son lógicos cuando les conviene, pero emocionales cuando se trata de mi. Que saben leer a la gente, pero yo se leerlos mucho más. 

Por fortuna, ya terminó este mes tan horrible. bendito Dios. 

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