miércoles, 2 de marzo de 2016

Cambio de gustos o cuando probé la langosta

Por fortuna, tengo un nuevo trabajo cerca de una plaza al sur de la ciudad. En esa plaza hay distintas opciones de comida, lo que me ha acercado a nuevos sabores y probar nuevos platillos.

En la marisquería dentro de la plaza, venden un platillo con salmón y camarones, puedes pedir una guarnición y te dan una ensalada. La langosta que probé no era roja: estaba en su punto, bien sazonadita que perfumaba la boca, el salmón sabía delicioso y los camarones sabían a mantequilla. Pedí una papa al horno... la cual no terminé porque comí como nunca.

Y yo recuerdo cuando adoraba el pollo del coronel, cuando bastaban dos hamburguesas de un puesto cerca de la casa para saciar mi apetito, cuando dos pastelitos de esos de kinder servían de postre y de comida y a veces de merienda.

Nada de eso: ahora ya cambié de gustos, ya trabajo y puedo hacer lo que quiera. Es la vara mágica llamada sueldo, las cosas supuestamente aspiracionales, el comprar algo porque así todos ven que tienes dinero.

Y si, las personas creen que eres presumido, pretencioso, pero la vida se torna diferente, puedes ver otras cosas, tener ganas de hacer algo: de salir, de conocer otro lugar de moda, ir al museo sin credencial o simplemente comprar el libro, sin ir a la mugre biblioteca.

Probé la langosta y me siento la más rica, la más poderosa, aunque reduzca presupuesto de libros o de cosas supuestamente necesarias.

Que falte todo en mi vida, menos el lujo, la buena comida y las buenas cosas. Lo que dure en mi trabajo, eso durará mi suerte y eso durarán los caprichos y las invenciones.

Y me criticarán por no hacer un presupuesto y apegarme a él, pero el dinero es libre empresa: hay gente que no come por gastar en libros, gente que prefiere un kilo de dulces a uno de pollo o carne, gente que gasta en tratamientos carísimos y se ve barata como un celular con bisutería. El dinero muestra mi verdadera personalidad.

Próximamente, en The goodphilosofellas, mi reseña de Cluny, un lugar en donde filosofa gente que nunca se ha parado ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario