martes, 20 de septiembre de 2016

Razones por las que me detestan

Solía recordar cosas con ira, pero ahora las recuerdo con humor, ahora me dan risa. ¿No es así como debe ser? 

Al principio me sentía mal, enojada, increíblemente fastidiada de todo lo que me habían dicho sin razón... pero ahora veo, los imbéciles son ellos. Y créanme, si tienen enemigos, con el tiempo van a ver por qué cambian los papeles. 

Sin más, comienzo este exorcismo. 

1. Por ser hija única. No hay más. Tengo hermanos por elección, no por destino. Pero qué castrante es cuando te molestan por cosas que tú no elegiste ni tuviste que ver. Ser hija única me ha abierto las puertas a un mundo maravilloso: en donde sólo importas tú, todo es para ti y toda la atención recae sobre ti. Pero también es cagante ver cómo te sobreprotegen, te espían (true story), te echan la culpa de cosas en las que tú no estuviste, compites con niños y personas abstractas, y toda la atención recae sobre ti, porque eso nunca ha sido bueno. Ser hijo único también es una cruz. 

Ser hijo único nunca es sinónimo de sacarse la lotería. Ni es nacer en cuna de oro, ni significa menos responsabilidades: ser hijo único sólo es que no tienes hermanos. Observé en mi corta vida a mi psicólogos, un desfile interminable de idiotas, un montón de resentidos que creían como si lo hubiera dicho Kant que una persona que era hijo único era egoísta, malcriada, estúpida y ávida de controlar cosas. Profesionales que afirman la existencia del Síndrome del niño emperador, sin comentarios.

Y en parte es cierto, hasta que una persona MADURA, CRECE, ELIGE. Que, spoiler alert, es lo que TODOS, en esencia, tenemos qué hacer. 

Y si yo les contara la cantidad de bajezas que he escuchado de los hijos con hermanos, casi no dicen que se muera mi hermano, porque hay algo llamado ética o freno moral o no lo se... pero los hijos con hermanos son egoístas, mamones, increíblemente resentidos. Quiero creer que es porque no son los favoritos... pero ¿quién lo es? Díganme... no he encontrado a un hijo único ni con hermanos satisfecho, nunca he visto a alguien que nazca y que automáticamente no tenga problemas. Eso, queridos lectores, se llama PENSAMIENTO MÁGICO. 

2. Por ser inteligente. Me han castigado, a veces golpeado, humillado y excluído por ser inteligente. No estoy ni remotamente cerca de la superdotación, pero he demostrado que se y que puedo. Tal vez no es el hecho de ser inteligente, es que puedas ser feliz siendo inteligente. Yo solía serlo, a veces creo que me invade la tristeza, pero se que puedo hacer muchas cosas con esa inteligencia, pese a la bola de imbéciles que me rodean. 

Pero, el quid de la cosa es que, he sido agredida por personas que supuestamente son más inteligentes y con más cualidades que yo... es triste, pero la gente que sabe, que entiende, que tiene (supuestamente) la vida comprada con su inteligencia, su belleza, sus capacidades, su eterna felicidad, sus ideas taaaan revolucionarias (nótese el sarcasmo), son los que me usen de chivo expiatorio. No se si sea tan importante... ¿o si? 

O bien, mi respuesta preferida ¿no será que ellos no eran tan felices / inteligentes / guapos / revolucionarios / brillantes? Una cosa es ser hábil para agredir y otra ser un genio que maquile las ideas para quitar a sus enemigos y conseguir sus objetivos. 

Imaginen que es más fácil, querido público. 

3. Por que no me gustan los mismos programas de tele / radio / internet y sus derivados. Hago otra lista: 
a) En la primaria no me gustaba Dragon Ball Z ni Rugrats... lo siento, a mi me gustaban los Simpson, me gustaban los programa de cable, de mtv, no se me hacían estimulantes. 
b) No me gustaba el Chavo del 8 ni los derivados del difunto Roberto Gómez Bolaños. No lo culpo de algo que ha estado en el ADN de los mexicanos. Es sólo que es una comedia repetitiva, fofa, poco estimulante y que el creador de Chespirito dista de ser un humorista. 
c) En la secundaria no me gustó la película School of Rock con Jack Black. Se me hace un cliché de malas películas de los 90, además de que Black me cae en las bolas y eso que no tengo. 
d) No me gustaba Rebelde ni su serie de la Familia, pero admito, me gustaría ir a una escuela en donde me pudiera vestir como prostituta. Recuerdo que son esos materiales para fantasía sexual, que van rejuveneciendo con el tiempo y es un buen canalizador de odios 
e) No me gusta Maroon 5 y no se me hace guapo su vocalista, se me hace una prosti de atención. Mi más oscuras fantasías tienen a un caballero como Silverio, no a un hombre más bello que yo. 
f) En la universidad un pobre mamón me tachó de burguesa porque me gustaba Glee. Y no sólo eso, me descalificaba cada que emitía mi opinión. Pero eso si, el muy idiota nunca había visto musicales, porque consideraba que en cine era un género menor. Creía que Swenney Todd era gore (imbécil) y que no era un musical. Un verdadero dolor de bolas que no terminó la carrera, como varios que me han atacado. 
g) Me han fastidiado porque me gustan Twin Peaks, Black Mirror, Charlie Brooker, Dave Chapelle, Daniel Tosh, Monty Phyton, Ricky Gervais, SNL. Y creen que todo es poco para mi. 
h) Pendejos han intentado darme cátedras de cine sólo porque no me gustó El pianista, El paciente inglés, Mullán o Titanic. Si supieran que todo es la misma basura. 
i) También por que no me gustaba Audioslave, Velvet Underground ni Oasis. Oasis son los genios más mamones de la música. Y si, también se me echaron encima porque defendí a Kim Deal, en vez del gordo mamón de los Pixies. Mamones, es el único calificativo que se me ocurre, aunque ellos no me bajen de estúpida. 
j) Y me han criticado que me gusten Jaime López, Silverio, Titán y los Rolling Stones. Nada les parece en el mundo de la música. 

La verdad es que no hay crítica que sustente mas que tú eres tonta y yo listo. O es tu opinión. Así ni cómo hacerle. 

4. Mi sentido del humor. Si, aunque no lo crean, tengo sentido del humor, pero, como todas las personas geniales... aparece cuando menos debe y con cosas que, aparentemente no se juega. Hubo un momento de mi vida en que quería ser comediante. De esos que aparecen haciendo stand up y que hacen sus propios guiones. Mi familia se encargó de ridiculizarme y ofenderme en cantidades industriales. Y fue por eso que lo dejé.

Hasta que resurgió en mi, porque no era un gripe, no me lo quito para comer y había muchas situaciones y personas que lo pedían a gritos, gente que se ponía de pechito para un buen chiste. Y, obviamente, yo prefería al chiste. Prefiero los chistes que a las personas. 

Siempre he dicho que la frase El humor es universal se refiere a que hay un sinnúmero de cosas de las que se puede hacer un chiste. Mi humor es más agudo y sutil con los años, a la vez que menos le gusta a las personas. Recuerdo una vez que conté un chiste y ninguna de las personas a las que les caía mal se rió, pero cuando el mismo chiste lo contó otra persona, sin tener siquiera creatividad o cambiar algo, esas mismas personas se rieron. Así de absurdo es. 

Pero cuando sale un buen chiste, cuando sale de mi persona, la gente no lo perdona, no se ríe, no cree que yo pueda hacerlo... además de que le molesta de sobremanera que no se les haya ocurrido a ellos. Eso también me ha acarreado muchas enemistades. Por lo cual he decidido que así se quede. El humor rara vez se puede hacer, pero hay muchas personas en el mundo. 

5. Por mi curiosidad. No me considero inteligente, no me considero humorista, no me considero buena alumna y no me considero tan buena para hacer cosas... pero soy muy curiosa, en el mal y buen sentido de la palabra. Me he enterado de cosas que no debo y eso lo he usado para tomar mejores decisiones. He indagado y he visto cosas que no comprendo, cosas muy elevadas y muy vulgares. He visto cosas que nunca hubieran podido imaginar y he visto las mejores mentes de mi generación destruídas por la locura. 

Pero eso hace que por alguna razón, por algo que no me gusta, la gente me deteste: el querer saber, parece que es un castigo. Parece que si sabes un dato, que si memorizas, que si tienes ganas de ver, de saber... me tratarán como a Pandora 

6. Por mi salud. Por desgracia, un buen día supe que si estaba enferma, que si era una víctima y que si parecía que estaba muriendo, la gente era amable, compasiva y hasta maravillosa conmigo. El problema es, que como siempre me recupero, eso no es fácil de sobrellevar para la gente... Supongo que se alegrarán cuando me enferme, pero no los creo tan valientes como para decírmelo de frente. Y no los creo tan valientes como para eliminarme ellos: tienen que recurrir a una enfermedad... Ni hablar. 
  
7. Porque no creo en el populismo. México es un estado en donde los ciudadanos creen en la eliminación de impuestos... lo cual es contradictorio con el gobierno paternalista.  Creen que llegará un líder que nos haga sentirnos orgullosos de ser mexicanos y que será un candidato de izquierda. Ese mesías implementará el comunismo y a la gente le dejará de gustar el dinero. Rechazaremos el TLC y habrá un progreso. Yo creo que todo esto es una mierda, un cuento chino y que gente como yo, que le gusta el dinero y que ha trabajado con empresarios, desaparecerá. Pero me niego a que eso suceda y me niego al pensamiento mágico chairo-izquierdoso-lópezobradorista.  

8. Por mis ideas sobre el sexo. Yo creo en el sexo casual. Pero si lo mencionas, las personas (más algunas mujeres), creen que apoyo la prostitución y la pornografía: la primera entendida como sexo sin protección y sin intercambio. Y la segunda como una especie de libertinaje. Pero el sexo casual, el que defiendo es: si alguien quiere tener relaciones sin tener necesariamente un contacto o una relación sentimental, es libre de tener sexo. No tiene que se juzgada ni tiene que ser descalificada por tener sexo con un hombre o mujer que no se convertirá en su pareja. Si queremos dejar de lado el estigma, tenemos que empezar por dejar de fastidiar a las mujeres como hombres: dejar de agredirnos entre nosotras y dejar de justificarnos con eso. Conozco a tantas mujeres que creen en el sexo para conseguir cosas, para someter a los hombres, para convertirse en lesbianas... y no las juzgo. Pero no apruebo su motivación porque está torcida desde entonces: ojalá todo el sexo trajera un beneficio económico o social, pero a veces es meramente hedonista. A veces es sólo una necesidad que podemos solucionar sin hacernos daño o hacerle daño a otro. 

9. Porque no me gustan los animales. Aprendan algo chicos: si es amable y cariñoso con los animales, es una mierda con la gente. Salvo algunas excepciones, este parámetro lo he visto en personas terribles: darían todo por un perro o un gato, más con las personas REALES, son unas perras, unas gatas o unas ratas. Tal vez eso es el quid de la cosa. Denme una supuesta virtud y encontraré un verdadero defecto. 

Y no sólo eso: si ustedes argumentan a los amantes de los animales sobre el veganismo y sobre que los animales no tienen consciencia, sale su verdadera personalidad: unos fascistas, llenos de rencor contra la gente que no piensa como ellos. Unos animales que no pueden aceptar que hay gente que no está acostumbrada ni quiere estar acostumbrada a los animales. Y que no necesita a los animales para sentirse completa y menos mala, como ellos mismos.

Epílogo

Observo ante estos problemas: 

- Una inclinación al pensamiento mágico. Siempre la solución es que yo me quite o me eliminen para que puedan crecer o puedan hacerlo mejor. 

- El argumento del chivo expiatorio. Yo actúo sola, mas no soy solamente la culpable de una problemática planteada. 

- Una lucha contra la inteligencia. Por desgracia, aunque una persona no sea tan inteligente, basta con que lo sea un poco para que le aparten. O no lo puedan someter. 

- Falsas creencias de las personas. Las cuales llevan a pésimos argumentos motivados por la ira y la envidia. Hechos por gente que no quiere aprender, que siempre estará resentida y que nunca se calla. Y que por desgracia... no puedo callar ni detener. 

Una última aclaración. 

¿Qué si voy a cambiar algo por agradar o por hacer cosas con gente inepta? No, no lo creo, todas esas cualidades sé que son mis peores defectos. Pero a diferencia de la gente que me detesta, yo actúo sola y no he necesitado de nadie para ser quien soy. Tal es mi declaración de principios. 

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