Bienvenidos

Una confesión es poder decir a alguien yo lo hice: usar esa palabra, el yo. Que rara vez usamos y que siempre nos impide comunicarnos. Si las personas supieran que sentimos y qué pensamos, seguramente les aterraríamos. 

Hace no mucho intenté hacer otros blogs. Ambos fracasaron porque no tenía tiempo, calma o porque las personas que los leían no estaban listas para mi pensar. No me arrepiento de nada. 

Soy filósofa. Nunca me interesó ser otra cosa más. He redescubierto la soledad, la vida privada y los vicios privados. Nunca me he interesado por las personas, no realmente. Si tuviera que decir algo de mí, es que me interesan más sus ideas: por valiosas, por sintéticas, elegantes y provocadoras. Soy escéptica, por eso mismo es tan fácil que cambie de opinión.  

Nunca he buscado nada más que hacer lo que yo quiero. El éxito que he obtenido de ello me ha traído cientos de enemistades. Nada detestan más las personas que alguien que se sale con la suya, alguien que se hace a sí mismo sin necesitar de otros. 

Sin más, esto es The good philosofellas: un blog de filosofía y divulgación. A veces tendrán algunas cosas que no parecen filosóficas. Otras sólo pondré por llenar, por escribir. Algunas verán que no me interesan las personas, otras que mi problema es que me interesan demasiado. 

The good fellas es de mis películas favoritas, como Casablanca, El padrino, Toro Salvaje. Pero la elegí porque el título originalmente iba a ser para un grupo de música (que tocaba algunos covers de Dylan y de los Traveling). Pero me dí cuenta que primero tenía que saber muy bien hacer música y no sólo tocar la guitarra de forma cool. Después supe que tendría que trabajar con gente. La verdad es que nunca he sido partidaria de eso. 

Lo cierto es que vi el juego de palabras con la filosofía: philoso...fellas, the good philosofellas. Pensé conservar el nombre para otro proyecto. He aquí este blog, mi vertedero de basura personal, así como de mis momentos de lucidez. 

Si alguien lo plagia: por nada, yo lo pensé primero. 

Y si alguien se mete a comentar, a echar habladas... deduciré que no tiene nada mejor que hacer. 

Una cosa más: mi personalidad es más como la de Joe Pesci, De Niro sólo está en etapa.