Siempre escribo en los títulos o, porque me gusta como
suena. No es nada filosófico en realidad.
El filósofo está en el cine: como director, guionista, actor
(no siempre, pero cuando sucede, qué gran hazaña). Pocas veces vemos lecciones
de filosofía en las películas: inmediatamente pensamos en Von Trier, Tarkovsky,
Fellini, cine de arte para resumir). Ignoro qué suceda con una película tan
obsesionante, erótica y enloquecedora como The Wolf of Wall Street.
Quizá no pensamos en Scorsese como un director de cine de
arte, quizá menos como un filósofo. Pero defiendo que sus obras nos plantean
reflexiones tan profundas como Dogville o El sacrificio. Que no los engañe la
manufactura, la frescura del tema o el actor. Esta obra, desde el título, ya
nos adentra a la antropología filosófica, al tema de la virtud, del capitalismo
en sus premisas más fuertes y enajenantes.
Aunque censuremos a esos ejecutivos (que en realidad son
ladrones con dinero y un traje) la película en cierto modo es invitante y
erótica: ¿acaso tú no lo harías? Es en la tentación en dónde nos descubrimos,
nuestros deseos más pedestres, en donde la orgía de lo posible tiene realidad.
Y si esnifara cocaína y estuviera con las mujeres más candentes que el dinero
pudiera comprar, si gastara todo el dinero que quiero… Es una oferta que no
puedes rechazar, ni en tu fantasía. Martin Scorsese conoce al hombre, sabe que la
mejor manera de vencer la tentación es cediendo a ella.
Jordan Belfort es el hombre que se hace a sí mismo, que se
reinventa y que sabe a quiénes dirigirse: porque el hombre siempre creerá que
su suerte puede cambiar, que el dinero alcanzará esa posibilidad que, quién
sabe si sea cierta, quién sabe si me acercará a lo que quiero lograr… pero se
oye taaaan tentadora, que no la descarto ni por un segundo.
Un lobo de la filosofía me dijo que uno de los mitos más
fuertes es el mito del éxito. Pero es difícil vencer un conflicto
representacional si no entendemos qué ideas hay detrás de esa representación: a
menudo son las más idiotas y pedestres. ¿Por qué funcionan? Sencillamente es
porque es lo que Nosotros queremos; la realidad, a veces es lo que menos importa.
Y si, las escenas de sexo son poderosas, las imágenes de los
adictos y de la avaricia. Nunca pensé que el ponerse en peligro fuera de lo más
excitante. Quizá hay por eso hay tanto encanto en el porno: el peligro, la
imaginación y la tragedia de que eso no lo puedes hacer.
El lujo
¿Por qué el lujo triunfa sobre una vida modesta? Será porque
añade algo que no estaba ahí, a algo tan común le resta lo cotidiano y lo hace
especial. ¿Un desayuno? Claro, en un yate, con alcohol y con una atmósfera
seductora. Con un hombre en un conjunto deportivo y con una mujer cuyo vestido
sea de diseñador y que resalte sus formas. El lujo nos muestra una versión
mejor de nosotros mismos: una que es fácil de ver. El lujo es un invento puramente filosófico, pero comercializado y excelentemente vendido.
Y la filosofía
Explico el disyunto del título: o la animalidad del hombre.
El hombre tiene una naturaleza animal: el hombre es el lobo del hombre; el
hombre también puede emular a los animales (manso como un cordero, fiero como
el león, astuto como el zorro). El lobo es feroz, es carroñero y salvaje.
Una parte del filme muestra los excesos: la cocaína sobre el
trasero de diosa griega de una prostituta; las cogidas en la oficina como algo
cotidiano, divertido y en ciertas ocasiones desagradable. Los cocteles de
alcohol y drogas como sucedáneo del sexo y de todas las adicciones que se
derivan de ellos.
Importa el ser adicto, no a qué, eso le resta poder a la
droga misma porque cada vez encontraremos algo más fuerte.
El poder, la avaricia son un afrodisiaco (y motor) de estos
animales. Animalidad pura y pensamiento con las entrañas. El más fuerte es que
el desarrolla mejor su animalidad, en un capitalismo salvaje y un egoísmo que
hasta el más radical repudiaría.
No es que no importe la virtud: es que eso es la virtud. Hay
una secuencia que es como de reality show en donde Belfort nos describe su casa
y sus posesiones, incluida a su esposa trofeo. Y lo vemos: dejamos que pase, no
nos importa si es un adicto asqueroso, un naco, un ladrón de medio pelo. El
dinero lo tapa todo: nos compra gafas para ver otra realidad, drogas para
aumentarla y hace pasar lo falso como lo verdadero. El dinero nos compra
virtud, en donde sólo hay oportunidad y cálculo.
La animalidad del hombre se nos presenta como antítesis a la
metáfora del tribunal de la razón: porque sin importar qué tan racionales
seamos, las bestias son las más agresivas para sobrevivir, las que
cuestionan esa racionalidad como inherente al hombre.
Les dejo la canción que musicaliza perfecto esta reseña. Pura animalidad.
Les dejo la canción que musicaliza perfecto esta reseña. Pura animalidad.
La leí una primera vez pero al terminar y ver ke había un video de ambientación la releí y por desgracia acabó la música antes ke terminara de leer u.u
ResponderEliminarPero supongo ke tengo ke ver la peli para entenderte cabalmente :v
Pero hay un tema ke de hecho es una crítica ke hace Nietzsche a la tradición filosófica desde Platón: la razón es la presunta cualidad ke otorga dignidad y primacía al hombre sobre los demás animales, y con Aristóteles se alcanza su más alta cumbre cuando dice ke "el hombre es un animal racional". Nietzsche, con su genial análisis genealógico del sentimiento y el desenmascaramiento, les grita HIPÓCRITAS!!!! y les restriega en la cara ke no es cierto, ke de hecho, el hombre es un animal pasional y ke la razón es solo un instrumento con ke ha sido dotado el hombre para pelear la guerra de todos contra todos por la supervivencia. Aunke, claro, ya antes ke Nietzsche Spinoza y Schopenhauer lo habían dicho, pero lo genial de Nietzsche es la violencia y el nivel de agresión con ke lo hace. Francamente admiro a Nietzsche porke tiene los webos para ponérsele al pedo a todo mundo y darles en la madre. Así ke la razón no es en medida alguna lo ke define al hombre, sino akello ke la naturaleza nos dió para sobrevivir. Algo así encuentro en esta entrada.
KIzás esto esté de más, pero me admiro de ver ke me he hecho un buen nietzscheano :P o eso creo :v
No he revisado a Nietzsche... en parte porque estoy en mi etapa analítica, silveriana, perversa... Pero ya en serio, pues sólo he revisado a un Nietzsche joven y académico, pero el mero, mero, pues ya lo leí y como que fue una fase de locura adolescente. Me siento bien bajo la jerga analítica, pero me hacen falta algunas relecturas Nitzscheanas y de Edad Media... lo cual no veo la fecha para hacerlo.
EliminarSin más, luego me recomiendas algo ¿no?