sábado, 31 de diciembre de 2016

2 Canciones con filosofía: My favourite things

Fue un mal año, ni dudarlo, pero hubo una cosa que alejó muchos de mis pensamientos malos o vengativos... y siempre eran mis cosas favoritas. Era algo sorprendente. 

Hace poco vi la película La Novicia Rebelde. Y fue una película mágica, algo sin igual, que nunca había visto en mi vida. María llega no sólo a dar consuelo a esos niños malcriados, sino a enamorarse y derretir el helado corazón del capitán. 

Y llega con su canto, su distracción, su impuntualidad y su frescura, a cuidar y salvar a una familia, a desarmarlos con su amabilidad. Los enseña a jugar, a reír otra vez. Y lo más importante, los enseña a tener esperanza. 

Cuando los niños tienen miedo, en esta escena memorable, ella los calma y les da una receta mágica, no obstante que no alienta el pensamiento mágico: es pensar en sus cosas favoritas. Y si funciona: ella lo hace funcionar. 

Vaya que he seguido este consejo en este año tan horrible: han visto que cuando me va mal escribo mucho más de lo que me gusta, escribo sobre lo que pasa y mis sentimientos y de cómo en alguna serie, canción, evento o película me ayudó a entenderlos y superarlos. 

Se que vienen cosas peores... que hay mucha envidia, que no se puede luchar contra un ambiente enfermo y que el enemigo está ahí para desmoralizarte, humillarte, hacerte dudar de lo que puedes ser y puedes tener. Pero eso puede revertirse, hay esperanza y hay forma de hacer frente: es saber quién es uno y pensar en sus cosas favoritas.

Cuando pensamos en algo que nos gusta nos sentimos renovados, sentimos que pertenecemos, que somos quienes tenemos que ser en ese momento y nos sentimos cómodos con nosotros. No tenemos que ser nadie más. 

Cierto día una persona que era hóstil conmigo me cuestionó sobre por qué no le hablaba y cómo es que no quería pertenecer con esa gente... pero no me malinterpreten, yo se a dónde pertenezco y se quién soy. Aunque muchas personas no me permitan ni existir. 

Cuando recuerdo las cosas que me gustan, mis cosas favoritas, siento que hay algo para mi, que no tengo que estar triste y que, aunque haya miles de cosas malas en el mundo, las cosas que quiero estarán ahí para mi. 

Titán, mis amigos, mis maestros, mis libros favoritos, Scott Fitzgerald, las ferias de libro, mis caricaturas y series favoritas, la bella Scarlett O'Hara, las películas de Bergman, de Fassbinder, los musicales de Sondheim y de Gershwin, incluso de Parker y Stone. El guapo Lede, Montgomery Clift, Father John Misty. Cada biblioteca que he visitado. Yo se quien soy y se que no quiero ser otra persona para que alguien me quiera. 

Incluso me di cuenta que a las personas les agradaba más si estaba enferma o grave, pero una vez que sanaba, solían ser unos imbéciles conmigo. Por lo que prefería mi salud a los hipócritas

Prefiero también mi humor, mis llegadas tarde, mis malos chistes y mi escritura con las entrañas. Incluso me observo mejor que cuando escribo con mi cerebro. Me gusta mi férrea racionalidad y mis cerrazones. Yo se que estas cerrazones se convertirán en aperturas y se que mis defectos se volverán una virtud y viceversa. Uno sólo lo sabe. Yo lo acepto. 

Y se que cuando un perro me quiera morder, cuando una abeja me ronde, cuando me sienta triste, de repente recordaré todas esas cosas y ya no me sentiré tan mal. 



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