sábado, 24 de diciembre de 2016

Un 2016 de mierda

En todos lados aparecen listas, pero ninguna como la mía... en donde relato lo peor que me pasó en el año y lo contrasto con lo mejor. 

Este fue un año raro... no digo que fue peor que en 2013 (un verdadero año de mierda en mi vida). Pero fue un año agridulce. Digamos que me di cuenta de que la realidad está allá afuera y que no puedo escapar de ella. Además de que todos son una amenaza y que soy una persona muy odiada, por mucha gente, incluso por gente que no tiene ni idea de quién soy. 

Redefiní mi relación con la verdad y es que la verdad poco importa: lo que les digas a la gente que no espera nada de ti y que te detesta de todas formas; las personas creen lo que quieren, creen con su entraña y su furia y sólo desean verte en lo más bajo. Pero lo que se dicen para continuar con sus miserables vidas es peor que lo que te dicen a ti. 

Sin más, tengo que sacar esto de mi sistema: 

23. Me corrieron del trabajo: fue una conspiración (sí, así de importante soy), entre la sobrina idiota del dueño y la lacaya aún más idiota. Hubo de todo: clasismo a la inversa, prepotencia, envidia, pasivo-agresividad, amenazas hipocresía, amargura a los 22 y a los 30 años, además de un montón de caca que les salía y que por fortuna, me quité para evitar el crayolazo. Honestamente, solía pensar que no era una mala idea, incluso llegué a admirar al jefe. Pero cuando vi lo naco que era y lo innecesariamente complicado de su idea, pues como que me dí color de por qué fracasaba. 

No quiero volver ahí. Por mucho tiempo los detesté, pero no voy a cambiar lo que soy ni voy a cambiarlos a ellos. Además de que no tendrán mis pensamientos ni mi odio. Para odiar a alguien tiene que tener una mente maestra. Y, honestamente, calumniar a alguien, causar lástima y creer que le agradas a la gente, me suena a una persona deprimente, con demasiada ira en su ser y con demasiada prepotencia. No quiero eso para mi. Yo no soy tóxica, ni estoy amargada, pese a que fui la parte agraviada. 

Lo único que me dolió fue ya no recibir mi pago de 2500 por ver películas, comer comida rápida e irme en taxi en días lluviosos. Me dolió no recibir un gel de baño para navidad y no poder comprar más cosas de Silverio o Titán. Me dolió no ganar el varo más fácil de mi vida, pero la verdad es que me ven como si fuera una especie de capitalista acaparadora. Y como que les da envidia y cosa mis privilegios. Así ni como hacerle contra las jodidas y jodidos. 

Y aclaro, mi acepción de jodidas y jodidos no tiene nada que ver con la riqueza: mi ex jefe era naco y medio jodido, porque era dueño rico y empresa pobre. Tuve otro jefe jodido con empresa jodida y compañeros jodidos, que si bien no tenían la gran carencia, eran bien resentidos sociales y querían siempre un trabajo mejor, pero sin miras a lograrlo. 

22. Me di cuenta de que en las plazas comerciales hay tres tipos de personas: 

a) Gente que terminó (o no) la prepa.
b) Gente que tiene verdaderas necesidades
c) Gente que sólo quiere usarte, de alguna forma u otra. 

Fuera de ese nivel, yo era la única con estudios y que no necesitaba trabajar, en primer lugar. Pero siempre me enfrenté a ese resentimiento y mala vibra de esos pocos. Porque de esos pocos son de los que obtenemos servicios. 

21.  Me dí cuenta de que la relación con mi familia fue como una película de guerra: lo que más dolía no era que se cayera el mundo. Duele la incomprensión, el poco apoyo y lo muy resentidos que están contigo de hace como 8 años. Se burlan de ti, te dicen que lo superes, pero ellos no son capaces de superar, ni mucho menos hablar, contigo. 

20. Muchas veces me desperté odiando a los que me hicieron daño, estuve un rato hibernando, distrayéndome siempre para no afrontar la realidad. Pero abracé mi absurdo y se que jamás dejaré de ser quien soy: una hija única, consentida, que  juró que nadie se metería con ella. Y que quien se la hace, se la pagará. 

19.  Mis celebridades favoritas murieron este año - Exclamé junto con otros 100 000 000 millones de personas. Neeeeeeeeeeext! 

18.  Me redescubrí y acepté como una persona inteligente. Lo cual me traerá, me ha traído y me seguirá trayendo un chingo de problemas en mi vida. Sepan que aquello que los persigue, no les dará tregua hasta que hagan algo, es una promesa. 

17.  Nadie acabará con mis groserías, ahora diré más que nunca. Las digo porque eso es mejor a hacerlas sin decir verga, pinche, pendejo, popo, caca, chichis, pelos, agregue la favorita. 

16. Me dí cuenta de que los pendejos ganan bien fácilmente: juntan a los resentidos y se unen cuan Leviathan a darle en la madre a un fuerte. Observé las fallas de la democracia, la estupidez del sesgo de género, la idiocia de una personas resentidas. Muchas veces quise terminar con todo, cuestioné el sentido de todo, pero sé que habrá una venganza o al menos que encontrarán su castigo. 

15. Perdí muchas cosas: relaciones importantes, trabajo, tiempo, cuan Hillary a Trump, osea, en contra de pendejos. 

14. Supe lo que era estar resentida, osea, me convertí en muchos de mis enemigos. Aquellos que quieren verme triste. Ganaron una batalla. Pero yo no he perdido la guerra. 

13.  Me dí cuenta de que no tengo mucha salvación, pero la salvación que ocurre es personal y dificilísima. 

12. Supe que el mundo está listo para destruirte, en especial si no tiene motivos para hacerlo. Toma una pequeña parte de ti y mediante eso te juzga. Eso se llama snobismo. Agradezco a Alain de Botton el término. 

11. También supe que mucha gente que dice que es tan feliz, con su familia perfecta, con su casa, su trabajo, su novio y toda la gente que la quiere... sorprendentemente, está llena de odio y odia la diferencia y al genio de la multitud. Y siempre quiere desquitarse con las personas que no tienen nada... honestamente, creo que tampoco tienen todo en primer lugar, creo que la idea de la felicidad siempre difiere con la de la vida perfecta. Eso es aterrador. Lo que me lleva a: 

10. Por desgracia, ni un hijo, ni una pareja ni los reconocimientos logran llenar el vacío de esas personas. 

9. Y esa gente es el 98 por ciento de la población y está en todas partes. Es la peste de Camus y la roca de Sísifo. Son el infierno en los otros. Y si, varios filósofos existencialistas tienen razón. 

8. Tengo que buscar ayuda para manejar todo esto. No quiero que me lleve la chingada como a toda esa gente. Es demasiado odio y eso se va a donde menos quieres. 

7. Mis obsesiones han crecido, en especial si se mezclan con anhelos. Y eso es muy triste. 

6.  Veo que una vez que las personas se meten en un patrón tóxico, es como si tuvieran una adicción. Lo cual es triste y decadente para la gente en quien lo he visto. 

5. Creo, como Dante, que hay muchos hipócritas, pero que no alcanzarían los círculos del infierno para castigarlos a todos. 

4. No volveré a confiar en mi madre nunca jamás. Es triste, pero en este año confirmé que me ha detestado en secreto y que además, nunca se arrepintió de sus puntos de vista anteriores. Ni cree que esté equivocada en algo. Tengo que largarme de ahí.

3. Y creo que las personas me perciben como una especie de persona egocéntrica. Pero no las escuché porque estaba atendiendo mis necesidades. 

2. Me atrasé en mi tesis, un poco, pero por ese poco, perdí oportunidades. 

1. Ah, y muy importante: los patrones abusivos y clasistas quieren a alguien que les regale los mejores años de su vida, para después echarlo con miles de reclamos porque encontró a alguien más estúpido, menos problemático y que le cae mejor (sea lo que esto signifique). Y después darte una patada en el culo porque nunca tuvo los huevos de decirte que no la primera vez que falló la relación. Así, es comprensible que mucha gente, se case con su trabajo: es el balance perfecto entre la rutina, la toxicidad y el odio. 

Parece un matrimonio, pero no lo es, es el trabajo gente. Es igual que todo. 

Y es fácil deducir por qué la gente con talento, inteligente e íntegra se encuentra sola y desempleada. 

Feliz Navidad a todos, mierda. 

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