viernes, 22 de diciembre de 2017

Quiero sentirme mejor

Quiero aceptar mi tristeza, pero también quiero aceptar mi alegría. Quiero sentirme bien otra vez... tal vez sea una ilusión, pero me he cansado ya de mi misma, de mi tristeza, de la pesada carga que hace que mi barranco se despeñe. 

Quiero aprender a perdonarme y con el tiempo, perdonar a algunos. No se si a todos, pero por algo he de empezar. 

Como cuando empiezas a recuperarte después de una larga enfermedad, cuando sabes que tendrá una cura o al menos tratamiento. Siento un extraño presentimiento de que puedo salir de ahí. 

Y si no, puedo vivir con mis problemas. 

La idea es que quiero recuperarme... muchos de mis pensamientos se los dedico a la tristeza, tal vez no es suficiente, tal vez debo afrontarla de otras formas, pero a veces me canso y digo: es suficiente, ya no quiero estar triste. 

He tenido pesadillas de tristeza: esto es porque no he podido olvidar, no me he perdonado y siempre quiero hacerlo mejor. Me he torturado repitiéndome que podría ser de otra manera. Tal vez no... 

Algo tenía que aprender, también creo que hay algo que no veo, que me resisto a aceptar y eso me ha hecho tropezar muchas veces. Tengo que aprender a solucionar o pensar mejor mis problemas, eso es cierto. 

Cuando enfermé por los excesos en esta temporada, un buen doctor me dijo: tal vez no es que no puedas resolver tus problemas, tal vez es que no has encontrado una solución

Eso es cierto, pero también, se que no puedo solucionar cuanto ocurre. No he querido regresar a muchos lugares, porque aquello que pasó, simplemente debo dejarlo ir. Ya pasó, ya no puedo solucionarlo. 

No puedo dejar que me afecte: quiero recuperar mi vida, una vida que muchos pueden arruinar. Y estoy consciente que si, estando como está levanta ámpulas, cuando mejore tendré que enfrentar peores. 

Y aún así, quiero hacerlo, no hay mejor revancha que el éxito. 

Aprendí que mucha gente quiere dejar huella, quiere que la recuerdes, aunque sea de la peor manera: es su manera de compensar que no son nada, que detrás de todo su odio y sus bajezas, hay una neurosis, un trastorno y una amargura que pretenden contagiarte. 

Creen que si les das poder, tienen la victoria, pero nunca podrán llegar a ti. Un maestro decía: aunque el torturador crea que te tiene, jamás te tendrá del todo. Hay un mundo interior que es nuestro, que tenemos y que nos define y no pueden llegar a eso. Jamás podrán llegar a nosotros. 

Ahora que... cuando entran quieren destruir todo lo que puedan. 

No obstante, yo creo que las cosas mejorarán, se acomodarán y aceptaremos nuestras nuevas realidades, lo que no podemos cambiar y lo que, de hecho, cambiamos. No siempre pueden llegar a nosotros. 

Hay una voluntad de vivir, aún con todo el horror que es el mundo que se nos presenta. 

Quiero desarrollar mi voluntad, quiero sentirme mejor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario