domingo, 31 de diciembre de 2017

2 canciones con filosofía: Being Alive

De lo que me di cuenta este año, en esta crisis de sentido espeluznante, todo parece ser más difícil, todo se ve incierto. Pero tenemos ciertas ideas en mente, tal vez es momento de salir de nosotros y, como diría Bertrand Russell poner nuestro esfuerzo en cosas internas. 

La siguiente canción es de la autoría de mis filósofos y compositores favoritos: Stephen Freaking Sondheim. A quien agradezco recobrar mi fe a la filosofía de la música y el análisis de planos en el cine. De él es mi película favorita y también cinco canciones que me conmueven y me hacen cantar con sentimiento. Por él quería aprender teatro musical. 

Pero, basta de hablar de mi, lo que quisiera compartirles, es que me di cuenta de que muchas personas sufren demasiado, mucho más de lo que yo sufriré. Si, hay algunos desgraciados que quieren que vea la vida con sus lentes de amargura, pero es poco su impacto en mi vida como lo podría ser el de un amigo o de un escritor o un buen maestro. 

Company es la historia de un soltero que sufre una crisis de sentido: porque está solo pero tiene todo para tener pareja, sin embargo, no quiere avanzar o bien, sabe que ahí no estará lo que busca. En un momento de la obra se plantea que sus ideales son muy altos y su soltería sólo es un tabú a una búsqueda que no ha terminado...

Pero Sondheim va más allá ¿será mejor vivir en nuestros ideales o confrontar con la realidad? Queremos sentirnos vivos, queremos que nos amen, que nos lastimen, que se rían con y de nosotros, queremos sentirnos menos solos, sobrevivir y además que nos necesite. Todo eso importa, aunque nos de vergüenza o extrañeza de nosotros mismos. 

Bobby quiere todo eso, pero muy en el fondo, no encuentra lo que busca en su vida real. O tal vez, en el fondo creo que no lo está buscando. Aunque no sea perfecto, sabe que tiene que intentar. 

Tal es la reflexión de este filósofo: atrevernos a vivir y encarar lo que la vida presenta. Arriesgarnos a ser heridos por quienes queremos amar. Y conservar a aquellos que SÍ nos quieren. Ahora que aunque nuestras ideas sólo estén en nuestra cabeza, necesitamos a aquellos que nos hacen sentir vivos, que quieren estar con nosotros. 

Yo quiero a alguien así, el sólo hecho de pensarlo me hace feliz, pero, por mucho tiempo, no me di cuenta que estaban ahí siempre: buenos amigos, buenas relaciones, familia que me quiere y que está ahí. Familia que cumplió con verme y después hicieron sus vidas. Creo que es justo. 

Aun falta mucho, aun podemos sentirnos vivos, aunque no se desvanezca nuestro temor a la soledad. No crean en finales, no siempre se encierren en ustedes, intenten un poco más y busquen tratarse mejor. 

Sepan que alguien estará aquí, que los quiera, los hiera y los haga sentir vivos. 

Mucha suerte el año que entra.






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