martes, 1 de diciembre de 2015

Cuando tener sexo se volvió complicado III

Esta es mi gustada sección en donde hablo de temas no filosóficos, en un blog supuestamente de filosofía, pero que está lleno de chismes. 

Ahora, más chismes, pero con una moraleja. 

Sucede que prefiero el celibato... mas bien, no quiero estar en circulación por un tiempo, un largo tiempo. 

Y antes que me pongan o digan comentarios, me anticipo (ya la has visto, pues como es no me extraña, qué preocupado me tenías, ni que estuvieras tan buena... y demás bajezas que me han dicho).

Lo que descubrí, más bien, estaba por todas partes fue lo siguiente: 

Por más accesible que seas, más apertura que tengas, más complaciente busques ser... Los hombres no lo son. 

Recientemente sucedió lo de Charlie Sheen, ¡vaya noticia! Pero en vez de indignarme a lo tonto o de pensar mal de él... simple y sencillamente dije, NO ME EXTRAÑA. 

¿Y por qué? Porque la diferencia entre Sheen y los hombres, al menos los que conozco, es que el tiene dinero y fama. Los otros no. 

Sheen es el tipo perfecto para una fascinación sexual: macho, irreverente, que no le preocupa nada, que no se calla y que, pese a que la cague descomunalmente, se siente un triunfador, un ganador, que cree que nada le va a pasar. Que no hay consecuencias. 

Si yo les platicara de la cantidad de machos que me ha tocado conocer, que arguyen las siguientes razones: 

- Con condón no se siente nada... pierdo la erección. 
- Es que con condón no puedo 
- ¿Qué problema con que te pegue algo? ¿De algo te tienes que morir no?... Esta, sin comentarios. 
- Ni que estuvieras tan limpia
- Es que se resbala... clásico. 

Y mientras, friéguense otras... 

Aún se observa, pese a la liberación sexual y a la información, una bola de machos que han secuestrado el sexo, el placer sexual de una mujer, la apertura para escuchar y hablar, la accesibilidad para intentar cosas nuevas. 

Y por desgracia, una ya no desea volver a conversar, salir, ligar, intentar conseguir una cita y un momento placentero. Ni siquiera es moral, ni siquiera es guardarse para alguien más especial. Es simplemente no querer escuchar, ni aguantar, tantas estupideces. 

Yo quiero sexo seguro, estoy harta de que exijan una supuesta limpieza cuando ellos no practican higiene sexual. Harta de que se metan en mi intimidad cuando sólo es para juzgarme como persona, en vez de un propósito lúdico en el sexo. Harta de que manden, que ellos sean los que siempre quieren, llamen, tienen la última palabra, mientras que una es una muñeca inflable y cuasi estúpida. 

Yo defiendo el sexo casual, el sexo sin compromiso y el sexo con servicio de citas rápidas. Lo que no soporto, es que cualquier imbécil que lo busca en los mismos sitios, quiere imponer sus reglas, vivir sin consecuencias y ejercer violencia sexual con el pretexto de que si una mujer está ahí, tiene que aguantarse. No es justo. 

Si eso se tiene que soportar para tener algo de sexo... renuncio, no me interesa. No vale la pena intentar. 

Y lo peor es que hay miles de pruebas, de que los mismos que piden fidelidad están en portales de sexo casual, en donde exigen prácticas riesgosas, invitaciones a fiestas, miden tus aptitudes como si fueras una actriz porno... Ugh, prefiero darme un balazo en medio de los ojos. 

Y si una los escucha y comparte cosas con ellos, las divulgan, hablan de ti, eres una prostituta. Pero si una no comparte con ellos, no ha intentado algo, entonces ¿qué sabe hacer, qué es, qué hace? Si no soy un pinche perro. 

Empiezo a pensar que años de insatisfacción, en sus expectativas, no en el sexo mismo, es lo que propicia que sean unos cretinos con las mujeres. Creen que encontrarán a una actriz porno, que no le importen sus enfermedades (porque de seguro es inmune a todo), que no le importe si es casado o comprometido, creen que no importa si le dicen que es especial, aunque esté con otras mujeres esa misma semana y todas den asco. Quieren a alguien que no piense y que exista por medio de ellos. Quieren un sexo simulado, pero que ellos sientan real, como la pornografía misma, sólo que lastimando a una mujer que sólo quiere estar con alguien. 

Sigo sin entender por qué de repente ponen tantas trabas, que si el físico, que si las prácticas sexuales, que si los lugares para convivir, que si platicas un rato, conoces a alguien y ves si te gusta. Con cada cita, esto ya no es excitante, sólo estás a la espera de lo que te vayan a decir, de cómo te van a juzgar, a atacar. Castran nuestro deseo, nuestras ganas de volver a ver a alguien más. Es cansado. 

Hoy es el día mundial de la lucha contra el sida. Una enfermedad devastadora, no por los síntomas ni la discriminación... sino por los prejuicios y las creencias idiotas de la gente, que se siente aliviada porque no se cuida, no hay consecuencia, que cree que hablar con alguien no es esencial para que se sienta cómodo, que cree que el sexo es idéntico a las películas porno: sin protección, sin acercamiento, con gente aceptable; que cree que los demás no merecen respeto, ni siquiera para hacer que se sientan bien. 




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