viernes, 25 de julio de 2014

28 Gigas

Supongo que es momento de desprenderse de ciertas cosas que hacen daño, que no siempre es bueno ver cuando estamos abatidos. Si es cierto que tenemos que enfrentarlas, pero no tenemos que soportar cosas que no estamos dispuestos. 

Tengo que quitar una cuenta de correo y honestamente, me sentí como en una mudanza: un espacio de internet es una habitación vacía, la cual llenas con tus fotos, con tus mensajes, con libros y con toda clase de tonterías, importantes para ti, pero tonterías al fin y al cabo. 

Lamentablemente lo encontré... decidí hacer una cuenta en Skype y vi a su desagradable persona... recordé que me ofendió, me lastimó y me hizo creer que tenía esperanza. Perdí muchas cosas por estar con él, como mi respeto. 

Lo único que pude sacar de esta experiencia, fue no idealizar a personas, a no creer en personas que nunca creerían en mi, a no confiar en el primero que me diga que le agrado. Porque es posible que nunca haya sentido nada por mi. 

Fue una experiencia desagradable: nos insultamos, nos espiamos, nos perdimos todo el respeto... a mi me parece uno de mis peores errores. 

Pero creo que la mejor venganza para él fue mi éxito: que no me dejé caer, que no permití que me afectara más. Porque él no es dueño de nada, ni siquiera sabe manejar su vida. 

Conocí a personas que trataban con él: sencillamente eran patéticas, necesitadas de atención y amor, víctimas de todo... ridículas. Yo no soy así: seré lo que sea, seré mucho peor, pero no me voy a dejar. 

Yo dije que no: no a ser humillada, no a perder mi respeto y no a rogar a una persona que sólo manipula para sentir que tiene algo qué hacer; no a un perdedor que utiliza y que es un fracasado, un chupasangre que no tiene ni idea de las consecuencias. No quiero estar en esa habitación: ya la vacié y dejé todo. 

Sin más, él es 28 gigas de desperdicio, en un espacio que no voy a llenar con inseguridades, es hora de crecer, de dejar atrás la pésima escuela, los amigos que ya no desean estar contigo, las ilusiones y las ideas que no volverán. Es hora de crecer y dejar atrás a un enano emocional, que no merece la pena. 

Al menos yo se qué es lo que no funciona y no soy como esas personas, las peores a mi parecer, que creen que hacen el bien, pero son malas por dentro. 




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