domingo, 20 de julio de 2014

Mitos y realidades de los filósofos

Tomando la tradición de los tabloides y de la crítica con todo el escarnio posible, hago llegar a ustedes una serie de estereotipos, tonterías y verdades sobre nuestro respetable oficio y profesión. Este es un blog de divulgación y supongo que se tienen que hacer de vez en cuando estas ridiculeces. 

Empecemos ya. Y recuerde: lo más doloroso de los estereotipos, es que son ciertos. 

1. Los filósofos no se preocupan por el mundo externo. Mito, aunque algunos niegan el mundo externo (partiendo de la premisa, plausible, de que ES UNA MIERDA), los filósofos interesados en temas políticos, históricos y sociológicos, si que se interesan de lo que pasa en ese espacio abstracto conocido como mundo. A veces es bueno fijarse en él, pero únicamente para cosas que te interesan o que lo justifican. 

2. Los filósofos son gente buena y amable y cálida. Bullcrap, es decir. Mito. Aunque negamos la competencia, generalmente siempre nos medimos (filosóficamente hablando, aunque también parecen concursos de virilidad de cantinas). Siempre medimos lo inconmensurable y esa competencia muchas veces es evidenciada sin la mayor discreción posible. Hay una descalificación a mujeres que se quieren dedicar a la filosofía analítica, a los filósofos analíticos, a los de derecha (al menos en doctrinas económico - políticas), a los que no son dóciles y a los que hablan de sexo. Bueno, eso es en todas partes, eh. 

3. Los filósofos son rectos en hábitos... Mito. Aunque hay caricaturas de filosofía analítica = rutina, la verdad es que tendemos al desorden, al cambio de horario, al ser calmudo (tomarse el tiempo, pues) a la vagancia, a la necesidad compulsiva de decir algo y a ver series y cine como práctica de campo. Lo que el libro no dice, en la pantalla aparece (guiño). 

Se dice que la procrastinación (la postergación, pues) es el enemigo del hábito, pero, como engendramos paradojas como ideas... pues la procrastinación es EL HÁBITO del filósofo. Es en donde encuentra su expresión. 

4. Los filósofos trabajan en la política. Verdad. Es cierto que la aspiración de muchos es destruir el sistema desde adentro, pero también quieren hacer ciencia política y ser personalidades polémicas. 

5. Los filósofos saben más que tú. Verdad. Cuando estás en un grupo, tiendes a volverte acrítico sobre sus límites y detractores. Lo defiendes la mayoría de las veces y quien no, casi siempre es más tonto (o menos brillante), que tú. Siempre queremos, me incluyo, demostrar que pensamos más, que vimos otra cosa y que lo nuestro si que sirve. Lo que me lleva a: 

6. Los filósofos son raros. Verdad. Todo gusto exquisito y peculiar puede encontrar mercado en los filósofos: ¿qué otra profesión te da el permiso de ser raro en gustos? ¿Qué otro grupo puede ser tan diverso que se funde en una pizza de tonalidades varias? Que yo sepa: si usted sabe filosofía es raro. Lo que lo convierte en una persona normal, con mucha información. 

7. Los filósofos no sirven para nada. Mito y realidad. Todas las ideas, conceptos y seguimientos son incipientemente filosóficos, pero esto engendra una paradoja: la filosofía está en todo... que está en nada a la vez. Sirve para todo, pero no sirve para nada. Este apartado no lo puedo contestar, tendrás que averiguarlo por ti mismo y ver si la paradoja se diluye o nunca se resuelve. 

8. Los filósofos son una secta de comediantes. Verdad. En especial porque se toman muy en serio: sus ideas, sus intereses, sus tesis... cuan Silverios se dicen iluminados y se creen parte de la aristocracia del pensamiento. Pero esto se diluye con sus aficiones y con la personalidad estándar reflejada en sus distracciones. Truco gratis: si quieren saber qué es lo que detesta un filósofo, fíjense en el discursete que defiende, ejemplos: 

a) El mundo es racional = son un desmax, necesito estabilidad. 
b) La lógica es la reina = irracionalidad gobierna (y es más interesante) 
c) Autogestión = los locos dirigirán al manicomio
d) Soy liberal = soy conservador
e) Quiero ser un educador = puto el que pregunte
f) Tenemos que clarificar el discurso para que no se pervierta = me creo mis propias mentiras / trago mi propia mierda
g) Darle voz al que no la tiene = digo lo que se me da mi gana, para ser más inteligente
h) La filosofía es ciencia = estoy aterrado porque no creo en lo que hago
i) No hay sentido = creo cualquier cosa
j) Soy diverso y tolerante = bienvenido a mi dictadura
k) Soy muy raro = soy una persona normal, que le aterra la diferencia, como a todos
l) Sé más que los demás = no quiero aceptar que soy muy estúpido a veces
m) Soy ciudadano del mundo = ¡¡¡¡viva México cabrones!!!

Muchos de mis compañeros me ayudaron a ver este punto. Gracias, los recordaré a veces y luego nada. 

9. Los filósofos no tienen vicios. Mito... Nuestro vicio puede ser pensar abstracto, tener ideas raras, hacer de la contemplación un trabajo. Pero siempre se disfraza con sustancias propias del vicio: alcohol, mariguana, café, cigarros y el polvo blanco que nos vuelve súper imparables: el azúcar, claro, en todas sus presentaciones. 

10. Los filósofos son incomprendidos, adelantados (o atrasados) a su tiempo. Mito. Si deseas entender algo y eso encuentra sentido en el tiempo presente, entonces está vivo, si tú eres el emisario, entonces eso no se olvidará. Incomprensión es una licencia romántica para una figura idealizada: mucha de la gente con la que convivimos nos entiende y a veces discrepamos porque estamos de acuerdo en lo básico. 

11. Los filósofos son tontos. Verdad. De vez en cuando nos damos tiempo para ser complejamente estúpidos: en una línea, en cierta oscuridad, en la poca plausibilidad o en el goce del hombre común, que tiene de filosófo lo mismo que nosotros. 

12. Cualquiera puede ser filósofo. Verdad, pero esta verdad sólo se encuentra en el corazón del hombre: en el que quiere saber, quiere darse cuenta de que está equivocado, el que encuentra fascinación en el mundo y en las ideas. El que hace todo de donde nada hay. Ése cualquiera puede serlo. Y tú también. 

13. Los filósofos son vulgares. A huevo, verdad, mil disculpas. Explicar con peladeces es un arte filosófico, encontrar la elegancia en lo pedestre, en lo provocador, descender al otro mundo que decía Hesse en el Demián, hasta los círculos de Dante y los placeres de Sade, eso es nuestra puta especialidad. Lo que me lleva a: 

14. Los filósofos no tienen prejuicios. Pues si, conocemos cosas raras, estudiamos cosas muy diversas. Pero juntos, nos partimos la madre. 

15. Filosofía es una carrera fácil. Verdad: mira cuánto pinche titulado, cuanta gente que en verdad tiene algo qué decir y que se dedica a enseñar (si, es sarcasmo). 

16. El filósofo baja de su torre de marfil. Contestaría eso... pero tengo que leer a Eco en compañía de mi agua Perrier y mi café. 

17. Los filósofos son desempleados. Mito. Pero algunos moriríamos por serlo. 

18. A los filósofos nadie les entiende. Mito. La misma filosofía hace que no cometas ese error: que hable con las personas, que entiendas a las personas. Y que eso es importante para sobrevivir. 

19. Los filósofos tienen amigos. Verdad. Contadores, arquitectos, químicos, ingenieros, políticos. Pero nunca, nunca otros amigos filósofos. Ughhh. 

20. Los filósofos son inteligentes. Mito. Algunos nunca debieron ni de pasar la primaria, pero, pues ya están aquí... La filosofía tiene hijos no deseados. Verdad

21. Los filósofos aman argumentar: 
 1) Si no amáramos argumentar, no seríamos filósofos
 2) Somos filósofos

 C. Amamos argumentar. Q. E. D. 

No formalmente, pero como diría Sagan: en cada rincón del mundo hay un argumento esperando ser formalizado. 

22. Los filósofos sólo hacen filosofía. Mito. Sabemos hacer muchas cosas: el clima de diversificación aunado a la falta de empleos y la estupidez de las personas, nos obliga a tener que desarrollar muchas cualidades para sobrevivir. Muchas de las cuales no tienen que ver, pero que son maravillosamente relacionadas por nuestra cabeza

23. Los filósofos no hablan de sexo. Verdad. Cuando hablan es muy cómico ver lo solemnes y racionales que son. 

24. Los filósofos son ateos. Yo rezo porque eso no sea cierto. 

25. Los filósofos son científicos. Bajo su propio paradigma, pero, a ciencia cierta, no. 

26. Los filósofos son misántropos. Verdad, pero por eso queremos mostrar, imponer y protestar: el misántropo es sincero, porque en el fondo ama a la humanidad. 


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