lunes, 8 de abril de 2019

Ponerse a salvo

El ambiente de mi anterior trabajo era narcisista: ponían cuatros, cambiaban tus palabras, te hacían gaslighting, querían que pagaras por trabajar, te tomaban fotos, te acosaban sexualmente con preguntas de tu vida íntima. 

El secreto a voces de Los Autobuses, era que tenías que tener una relación sexual o íntima con un conductor, el cual te pasaba las ventas que ayudaban a subir tu comisión. Por desgracia, dichos conductores no eran discretos: los que hacían esa práctica hablaban pestes de las mujeres que alguna vez estuvieron con ellos, por romance o por negocio. 

Por supuesto que había conductores que eran príncipes: caballeros educados, con una dignidad que ya quisieran varios. Que hablaban contigo si había chisme y que hacían caso omiso de ellos: PORQUE SOLUCIONABAN LAS COSAS COMO FREAKING ADULTOS QUE ERAN. 

Bueno, debía sacar de mi pecho eso. 

Si algo me enseñaron las vloggers de Identifica a un Narcisista, Fundación Alice e Inner Integration es: 

- Cuando hay un ambiente enfermo, tú te enfermas. Y no porque haya síntomas clínicos, como sugieren las psicólogas ignorantes: no puedes dejar de pensar en el daño que te harán, te crees tus propias mentiras, aceptas que estás derrotado, tu apetito disminuye, quieres llorar pero no puedes. Tu mundo se vuelve más sombrío. 

- Un narcisista hace que todo sea difícil: desde levantar una piedra hasta pedir un favor. 

- Cuando un psicópata o narcisista te amenace o te vea como un futuro suplemento: HUYE, es mejor vender donas o churros dignamente a tener un vínculo traumático de por vida, yo lo aprendí eso con Luis Martín Sordo y me costó muy caro. 

- Trata de afianzar algo antes de huir o bien. La mejor venganza ante ellos es tu bienestar. Sí, seguirán hablando de ti, ladrando, incluso se reirán si estás peor o si estás bien. Y te dolerá mucho, mucho en verdad, pero créeme que es mejor a soportar cualquiera de sus resentimientos. 

- Puede que cualquier cosa, hasta la más insignificante, sea usada en tu contra, como haber llegado tarde, cuestionar a un supervisor o alguna falta menor. Eso es normal cuando es un sistema corrompido. 

A veces sé que no hay esperanza, pero imaginen el estrés constante que eso sea a diario, a sabiendas de los altos mandos, de recursos humanos, de los supervisores, de los licenciados que son apasionados del turismo. 

Imaginen a una mujer joven que quiera ganar su propio dinero y vea estas prácticas como una opción para subir en sus números, imaginen que los supervisores se ensañan con ella, pero ven en un chófer manipulador o grosero una forma de tratar de encajar... Imaginen si llega a aceptar o creer que sólo así se puede. 

Por fortuna, siempre me han dicho que hablo bien inglés y que tengo trato con la gente pese a mi trastorno de ansiedad, también me han dicho que debo pulir mi imagen, pero no es mala. Incluso tener cara de tonta (me han dicho peor) me ha abierto las puertas. Algunos de mis defectos son virtudes. 

Por ejemplo: muchos me dicen que soy dejada y miedosa. Pues ¿saben algo? se necesita ser muy valiente para vivir con miedo: porque el miedo a perder mi alegría me llevó a tomar una de las mejores decisiones de mi vida. Mi miedo a una confrontación sin final me orilló a buscar otro lugar, en donde no me molesten, donde no me odien, donde no sean pasivos-agresivos y envidiosos. Elegí ponerme a salvo. 

Good day, Sir. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario