domingo, 20 de abril de 2014

Silverio o el mundo externo.

Esta nueva sección es traída a ustedes por la composición Cómo pasé mis vacaciones de verano, semana santa, puente por fecha que no recuerdo, lo que sea 

Lo único interesante que hice en estas vacaciones (de lo que hice mejor ni hablamos, porque no fue nada...) fue el presenciar a uno de los más grandes artistas de todos los tiempos. Uno que me hizo despertar de mi sueño dogmático (sí, así de cabrón está); me hizo ver las cosas de otras manera: el amo del misterio, míster Silverio: su Majestad Imperial 

La anécdota

Me enteré del evento que se anunciaba: Jueves santo con Silverio. Fue en el Imperial, un lugar muy cerca del parque México. Aunque iban personas muy estándar de su público, debo decir que su Majestad, como me referiré en adelante a Silverio, atrae demasiadas attention whores: aunque siempre hay más hombres adelante, en este caso había muchas chavas en grupos. No se si será así de ahora en adelante. 

Una attention whore es un individuo (hombre o mujer) que desesperadamente va a un evento, o sale a la calle a hacer cualquier cosa con tal de que lo veas, lo escuches, sientas que está ahí. Generalmente lo consiguen en ambientes muy concurridos y planean que una persona como su Majestad se las brinde. Pero a su Majestad es muy difícil que tales whores llamen su atención, por lo que con algunos insultos y desplantes se las quitó de encima. Bravo, su Majestad, bravo. 

Canciones

Comenzó su Majestad con Yepa, yepa, yepa, que es la consigna obligada para que empiece la fiesta; siguió con Disco Triple X (un poco setentero, pero increíblemente fresco y original); Hagámoslo, Perro, que es su nuevo sencillo. Salón de Belleza (feat Otto von Schirach), Electrificante, El pulgoso mix (lo reconocerán por el coro que interpreta su Majestad: esta canción la canto yo / todo / el día / esta canción la canto yo / todo el día ay /). Bombeando en Masaryk, gran canción, gran video. Una de mis canciones favoritas acerca del sexo, la cual se llama El iluminado, El baile del Diablo (que en este caso duró 7 minutos, en otras presentaciones dura 9). Gorila, la cual hizo que su Majestad bailara en la barra del Imperial, ante los sorprendidos como yo y los que ya han ido a sus shows. 

Terminó con Super ídolo, la que para mí es una de sus mejores piezas. Yo le grité que la tocara, a lo cual contestó: Tú no me mandas guey. En ese momento pensé: Su Majestad imperial me insultó, pero en el mundo de lo extraño significa que le simpatizo

Y, considerando que a muchas de las attention whores les escupió, aventó mocos, les enseño la verga, les hizo mentadas con sus aparatos, aventó y les dijo toda clase de groserías... creo que a mí no me fue tan mal. 

Las mejores frases de su Majestad

¿Frases o insultos? Con ese gigante no hay diferencia: 

- Esto es lo mejor que tendrán en su puta vida. Valen verga 
- ¡Mamacita chupo todo! Frase ya inolvidable de su Majestad. 
- Pinches aguados (al momento que imitaba que bailábamos de la verga)
- Su Majestad besa a una attention whore y le dice: Esto es lo único que tendrás en tu vida, pendeja. ¿Existirá algo mejor que eso?
- Su Majestad se suena la nariz y sale un moco transparente, le dice a la misma whore: Ahí si quieres te lo guardo para cuando gustes
- Su Majestad remata a la attention whore: Muñeca, estás de la verga, pero me caes muy bien. 
- Su ya conocida frase: Música moderna... para gente pendeja.
- Gritando: CÁAAALLATE IMBÉCIL 
- Tragan camote a bocanadas.
- Cuando salpicó de sudor a los presentes: Pura pinche agua bendita cabrones 

Ante todo esto: reí, lo grabé en mi memoria para siempre. 

Lo más alucinante

Su Majestad rompió de un patadón, la mesa en la que estaba su Octapad, aventó cerveza, se peleó con algunos imbéciles, bailó como Beyonce (quienes conocen a su Majestad lo entenderán) y saltó al comenzar el show, imagen que dio a pie a muchos memes. 

Su vestuario era su traje azul de poliéster, con su camisa roja. Un cinturón brilloso con aplicaciones de pedrería roja. Sus botas negras con calcetines del mismo color, el casco romano harto sudoroso cuando acaba el concierto y sus ya conocidos calzones rojos, en los que bailó para las damas. Bravo, su Majestad, una y otra vez

Tomó la gorra de uno de los que estaban hasta adelante del escenario, se la metió en el pantalón y la devolvió al público. Su majestad es célebre por devolver sudadas las prendas que le avientes, dado que se limpia con ellas la verga y las axilas. Las personas a las que les ha pasado eso, he visto, reciben el gesto como un gran regalo. 

Mi reacción al principio era de nerviosismo total: el show de su Majestad Imperial es una de esas cosas que tienes que ver, experimentar y entender al menos una vez en la vida. Silverio no sólo es un grande, es necesario: para tocar un botón que dice Destroy yourself, que hace que explotes con gritos, insultos, exhibicionismo y baile hasta que duele el cuerpo.  

Era como una niña o como un homínido que descubre algo por primera vez: los sentimientos a flor de piel, como si viera al que será una leyenda, al que se hizo a sí mismo. Mis manos estaban en mi cabeza, impresionada, a un lado de la acción como espectadora. Pensaba: ¿¡No puedo creer que lo hizo!? ¿¡Alguien más lo vio!? ¿¡Vieron eso!? ¡Hey, whoa, hey! Cuando tiró la mesa de su octapad le grité fuera de mí: ¡Estás cabrón Silverio!  

Pero su show es pura energía, locura total e incertidumbre. Llegué muy tarde a casa, me dolieron las piernas y el cuello, me levanté tarde... Pero ¡por eso fue que me gustó tanto! Si en mi vida tengo la oportunidad de verlo otra vez, mi búsqueda tendrá un nuevo sentido, uno más fresco. Y es que toda la semana anhele un evento que no me decepcionó para nada, un evento que fue mejor de lo que había en la videoteca de internet, un evento que me hizo muy feliz. Filosofé y dormí como bendita después de verlo. 

Promoción desvergonzada

Los shows son algo que te despiertan de tu sueño dogmático, te hacen consciente de que hay un mundo allá afuera: donde existen artistas fascinantes como él, que son capaces de hacer que tu cabeza explote en toda clase de detalles que regala en sus videos. Que mientras crecías, el ya era un fenómeno en sus presentaciones. Que ser agredido, arrestado e insultado sólo lo hizo mucho más fuerte y que sus posibilidades son infinitas. Sus videos hacen que quieras ir a verlo, no para ser hostil, sino para experimentar el fenómeno Silverio; te hacen pensar: ¡Carajo! ¿Cómo no estuve ahí? Pude haberlo visto... 

Su discurso es hacer arte sin hacerlo, es tomar al rock star vale madre, bravucón para darle su merecido a todos los que quieran ser hostiles: Silverio, su Majestad imperial, no se deja de nadie. 

Y eso también es un arte, hay tanta hostilidad en el mundo, que con su nihilismo se torna en comedia, en instantánea inolvidable y en un estilo que No hay en este país. Porque si algo tiene su Majestad es la creatividad y originalidad para darnos algo nuevo, en LP, disco, show, envuelto en unos calzones rojos que estrujamos con agrado. 





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