jueves, 12 de noviembre de 2015

The Skeleton Twins o la verdadera familia

Maggie: Es que tan diferente de los perdedores con los que estuve. 
Milo: Tal vez lo tuyo no sea lo bueno.

A Lalo mi gemelo esqueleto. 

¿Qué significa ser familia? ¿Será acaso compartir un parentesco? ¿Tener otros familiares en común? ¿reunirse a celebrar triunfos, fiestas y felicidad propia y ajena? 

¿Qué es la felicidad? ¿Es acaso ser delgado, hacer lo que uno quiere en la vida, tener una pareja, una familia, una madre amorosa, una buena vida, sea lo que sea que esto signifique? 

The Skeleton Twins explora esas posibilidades de forma filosófica, emotiva, humorística y retadora. Son dos hermanos gemelos, Maggie (Kristen Wiig) y Milo (Bill Hader), que después de diez años se reúnen para solucionar sus respectivas crisis existenciales. La muerte, el suicidio, el amor, la estabilidad mental, la familia, la identidad sexual y la felicidad, son temas que se cuestionan en este poderoso filme. 

Wiig y Hader, ambos del elenco de SNL y este último de South Park, son conocidos por sus papeles de comedia, pero esta película destruye toda asociación posible con sus personajes en las series. Ambos interpretan a dos seres humanos en el límite, con todo el dolor posible pero también con el sentido del humor que los salva y libera. 

Salvación, ese algo que viene con personas que genuinamente amas. No con lo que te hacen creer que es la felicidad, la familia, el amor maternal, la escuela o carrera. Maggie y Milo tienen una salida: ellos mismos, su capacidad de ser libres sólo con ellos, su lenguaje y su forma de compartir la intimidad. Es tan buena su actuación, tan humana, que a veces uno puede descubrirse en Maggie, o bien en Milo. 

La verdadera familia 

La familia a menudo se presenta como una estructura podrida, fallida, una asociación de espías que es tan corrompida como la misma sociedad de la que pretende proteger o preparar. No es un espacio donde haya comprensión, donde alguien puede ser uno mismo y donde no se puede sentir amenazado. Donde siempre se perdona aunque se digan cosas que duelen. 

Y es eso lo que nos queda después de ver el fracaso de las relaciones humanas: después de ver a las madres ausentes, psicólogos idiotas y reduccionistas, escuelas en donde carecemos de educación emocional, familias rotas en donde no hay comprensión ni amor siquiera. En donde tapamos una cosa con otra pensando que es la cura y sólo es un paliativo para este eterno dolor. 

En Skeleton Twins se observa que tiene que cambiarse la concepción de familia. Familia es la que te salva, la que te complementa, en donde te apoyas y te proteges. ¿De qué? De ti mismo y de hacer estupideces. En tu familia, la verdadera, se puede decir la verdad sin temor a ser descubierto. 

Y es en la familia en donde se busca la felicidad, no la que te venden como el mito del éxito, no es la que te dijeron que debía ser. No es la que está en esa empresa de la insatisfacción. No es lo que nosotros pensamos. 

La verdadera familia es en donde te sientes cómodo, pero no es una zona de confort: te abres, eres crítico contigo mismo, no necesitas decir de más. Porque ya saben qué es lo que ocurre. Es con quien te reúnes a compartir intimidad, en este mundo donde todo tiene que ser exhibido, hasta la propia integridad. 

La familia es el apoyo, es lo que permite que salgas a flote después de sumergirte en ti mismo, como propone la bella metáfora visual que ponen en la película. Nada detendrá ahora a la verdadera familia. 




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