Cuando trabajaba convivía con mucha gente que fingía: sobre lo que era, lo que quería en la vida, lo que buscaba o lo que pensaba de la gente. El ambiente era tóxico, parecía que no tenía nada de lo que quería, que todo eran meras apariencias. Decían mentiras que se creían con aterradora facilidad, creo que tenían la autoestima más baja que yo.
Yo sustituía a las chicas que estaban antes, a las que las empleadas acusaron sin pruebas, parecía que todo era bueno y todo funcionaba... pero la verdad es que todo eran apariencias.
Hace poco comparé al trabajo con una especie de relación destructiva: no te gusta estar ahí, no te gusta realmente, es alguien que te trata del nabo, pero estás ahí por necesidad (a veces sólo por el dinero)... pero se siente el rechazo. Se va a tu autoestima: aún aunque la persona que te haya dejado sea un imbécil o haya sido un trabajo de mierda... los sentimientos están ahí, el rechazo, la pérdida de tiempo, un poco de vacío.
Tienes tiempo libre, demasiado. Y no siempre sabes con qué llenarlo, no sabes, a su vez, como sustituir ese tiempo que tenías ocupado, aunque fuera en tareas poco importantes. Recientemente me sentí feliz de que cerraran y de que no funcionaran. Fue algo bueno, aunque, no lo se, quisiera seguir recibiendo dinero por no hacer nada. Eso es lo que más extraño.
Y cuando veo a las personas, me cuestiono: ¿serán sustitutos de sus propias vidas? El rock también puede ser un estatuto ontológico, un estado de naturaleza: la gente que ha sustituido algo ¿tiene alguna forma de pensar? ¿será cierto que un clavo saca a otro? ¿Qué se sentirá enterarse de que sustituyes a alguien, en vez de ser su primera?
Las mentiras tiene ese toque ambivalente: cuando te ayudan a salirte con la tuya, cuando te protegen de un ataque y te acercan a la verdad. Pero duele y molesta que las personas, que sabes perfectamente lo que no es verdad. A veces es mejor (y es más perverso) que te mientan con convicción.
Cuando te mienten y tu sabes lo que está pasando, no es ni siquiera divertido, ni crea tantos malentendidos como se piensa... tú sólo observas lo que ha pasado: lo malas actrices que son, cómo intentan que te creas sus mentiras, cómo se hacen las dignas de lo que deben de comunicarte o no. Cuando no comunican ni una mierda...
No sólo sustituyen a la gente, sino que han sustituido su dignidad. Es el problema con los sustitutos: viven de mentiras más que de apariencias, porque las mentiras requieren más inteligencia e integridad.
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