lunes, 17 de octubre de 2016

Mugre Apatow... te felicito

Haré una sección en donde me desdigo de todo lo que he pensado de las gentes que detestaba. Afortunadamente, no será con personas ni con malos productos, puesto que todo tiene un límite. 

La televisión está cambiando, no se si es cómo debería ser o si siempre tenía que haber sido así... pero ahora la televisión involucra una participación del televidente como lector y como analista de los personajes y sus vidas. Se ha hecho un mejor trabajo con la comedia como un catalizador de emociones, pero que retrata críticamente la naturaleza humana. 

La comedia no es la risa como idiota o enajenado, no es el señor que se cae o que le avientan el pastel. No es la burla al otro, de forma idiota y gratuita. La comedia no es eso, porque eso ANIQUILA EL SENTIDO DEL HUMOR. Porque en aras de proteger a las personas de la verdad, nos hacen unos analfabetas en la lectura de situaciones. 

Porque la comedia depende de una gran capacidad de lectura: no sólo para hacer una caricatura de una situación, sino para observar reacciones, el tiempo (o timing) o para introducir los chistes y las ocurrencias que pueden servir como un comentario a la política o la misma sociedad. Los grandes cómicos van más allá de las situaciones simplonas o fofas. 

No me gustaba Judd Apatow, en cine se me hacía insufrible: actores desagradables, situaciones poco creíbles, mal escritas y aburridas. Algunas metáforas que no corrían, porque no eran graciosas en primer lugar ni iban con la trama propuesta. Ligeramente embarazada se me hace una comedia fofa, predecible, poco graciosa y lenta. Virgen a los 40 años se me hace de los peores trabajos de Steve Carell, la metáfora de su afición a los juguetes de colección no es buena, no tiene el mejor ritmo y es también aburrida. De Superbad, el mejor personaje es McLovin, no tengo que decir más, es mucho más interesante la historia de los policías... 

Pero el destino hizo que cambiara mi opinión sobre él: no era la mejor serie que había visto, pero si iba con el hilo argumental y las tendencias en guiones y comedias. Un sentido trágico de la vida, un afrontamiento de los sentimientos de las personas. No había héroes ni villanos, ni maniqueísmo: era la vida representada en la televisión. No sólo te hacía reír, te hacía pensar y entender qué era lo que sentías y lo que querías. Te hacía llorar... pero no eran efectistas. 

Love, la serie concebida por Apatow, Paul Rust y Lesley Arfin, es una idea simple ejecutada de forma excelente y sublime: chico conoce a chica... Pero chico es un imbécil, chica es insegura y posiblemente adicta a las relaciones destructivas; chico se envalentona cuando tiene a las mujeres a sus pies, pero chico también es increíblemente insensible porque las objetualiza. Chica no sabe qué hacer cuando está sola, pero está determinada a conseguir sus objetivos. Chico parece querer a chica por sus desventuras, más que por necesitar ser amada. 

El protagonista de la serie es el Amor, pero no de manera ambigua: el amor es lo que quieras que sea, puede ser una porquería o puede ser un deleite. El amor es ambivalente, es como nosotros. Igual de complicado, de irracional, de racional y de despiadado. Es un elemento del pensamiento mágico: nos aleja y nos acerca cada vez. Nos hace tomar mejores decisiones, tal vez. Tenerlo o no, a veces nos define. 

Love me ha hecho pensar sobre lo que es una relación: si aceptamos a una persona o bien, buscamos a alguien que se adapte a nosotros. Si somos capaces de aceptar que alguien nos quiera y si estamos con alguien por cómo nos hace sentir con nosotros, o por cómo nos sentimos con él. 

Y no siempre sabemos cómo es que triunfan las relaciones, o por qué no funciona lo que tenía buena pinta y cómo es que las personas se atraen. Tal vez si lo sabemos, pero no queremos verlo: porque eso nos obligaría a ser críticos con nosotros mismos, a decirnos la verdad, mostrarnos como somos. Es un gran paso, pero también nos muestra nuestra fragilidad. 

Sin importar cuánto nos esforcemos, cuanto pretendamos que somos peores o mejores, siempre habrá algo que nos descubra, y es posible que se presente cuando nadie lo quiera ver. El amor no son sólo conocer a él o la indicada, tener citas, abrirle la puerta, bailar con ella o ir a fiestas... es también descubrir sus demonios, sus miedos, las ideas que no estas dispuesto a compartir y lo más desagradable, que no tiene nada que ver con su físico o costumbres. 

El hecho de que chico conozca a chica, no es una solución: a veces es el principio de los problemas.

Larga vida a Judd Apatow: comediógrafo y artista de las decepciones amorosas. 

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